Un horizonte más claro de ejecución tiene la segunda fase de Quebrada Blanca, mina controlada por Teck y donde participan el grupo Hurtado Vicuña y Enami.
El vicepresidente de Cobre de la canadiense, David Baril, dijo que a fines del próximo año ingresarán el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la iniciativa, el que ya había sido presentado en 2012, pero del cual desistieron al poco andar en busca de mejores condiciones de mercado y viabilizar el proyecto en la zona.
Explicó que esto sucederá unos tres meses después de que obtengan el permiso ambiental de una ampliación de la vida útil de la actual operación, que implica inversiones por US$ 165 millones.
En una conferencia en Canadá, a fines de noviembre, Teck declaró que Quebrada Blanca es su proyecto de cobre más avanzado y, por ende, su desarrollo tiene alta prioridad.
"Hoy en día, el primer proyecto, el más importante, es Quebrada Blanca fase dos", dijo el ejecutivo.
Esto porque sólo han explotado el 40% de los recursos disponibles y su plan de mina se extiende por otros 40 años, por lo que la expansión tiene que realizarse. Este proyecto elevará la producción desde las 50 mil toneladas de cobre que produjo en 2013 a cerca de 250 mil anuales. Otro punto interesante, destacaron, es el bajo nivel de costos de la operación, que probablemente la situará en los primeros cuartiles.
Problemas de capex
El gran problema para desarrollar el proyecto ha sido la alta inversión que requiere, en torno a US$ 5.600 millones, cifra que no ha sido actualizada desde 2012.
En la conferencia en Canadá, ejecutivos de la compañía dijeron que han aprovechado esta demora en el proyecto para analizar formas de diferir algunos gastos de capital, pues estiman que la actualización de la inversión sería muy superior.
Respecto de cómo les afecta la reforma tributaria, en la entrega de resultados al tercer trimestre, aclararon que habían actualizado los valores del proyecto a la nueva realidad impositiva y que la iniciativa sigue siendo favorable.
Otros temas que frenan el desarrollo de los trabajos, como la energía y agua, están bajo control, explicaron en una conferencia organizada por Goldman Sachs. De hecho, planean construir una desaladora e impulsar el recurso hasta la faena, dijeron.
Teck ha estado en un proceso de reducción de costos en sus operaciones en todo el mundo. En Chile esto implicó que a septiembre, han reducido US$ 17 millones en costos operacionales en Quebrada Blanca y US$ 11 millones en Carmen de Andacollo, su otra operación en el país.
"En Quebrada Blanca, porque está bajando su producción, vamos a tener reducción de contratistas, pero hay otras áreas con oportunidades donde podemos todavía apretar un poco", dijo Baril y añadió que por ahora no están viendo opciones para elevar su participación en esta compañía.