El Banco Central Europeo anunció el jueves que comenzará a publicar las actas de sus reuniones de política monetaria cuatro semanas después de su próximo reunión del 22 de enero, uniéndose a otros banco centrales que las utilizan como instrumento clave de sus estrategias de comunicación.
A diferencia de la Reserva Federal o del Banco de Inglaterra, el BCE no dará a conocer un recuento de las votaciones ni qué ha votado cada miembro del consejo. El BCE han recelado tradicionalmente de esta medida por el temor a que pueda presionar a los responsables de la entidad de adoptar decisiones de política monetaria en sus respectivos países.
“Las actas contendrán una visión de conjunto del mercado financiero y de acontecimientos económicos y monetarios”, informó el BCE en un comunicado. “Además, se dará un resumen de las conversaciones, sin atribuciones, sobre el análisis económico y monetario y sobre la postura de política monetaria”.
Otras bancos centrales publican las actas de sus reuniones, ofreciendo a los inversionistas una idea de las discusiones de los responsables de política monetaria.
El BCE se ha resistido a adoptar esta medida desde su creación en 1998, apoyándose en cambio en ruedas de prensa por parte de los presidentes de la institución.
El objetivo de publicar las actas es “mostrar la lógica que hay detrás de las decisiones de política monetaria y permitir al público mejorar su entendimiento sobre la evaluación de la economía que hace el consejo de gobierno del BCE y las respuestas que adopta a raíz de la evolución en las condiciones”, dijo el banco central.
A partir del año que viene, los responsables de política monetaria del BCE se reunirán cada seis semanas --no cada cuatro, como hasta ahora--, lo que reducirá en cuatro el número total de reuniones y ruedas de prensa a lo largo del año.
En una entrevista con The Wall Street Journal el miércoles, el miembro del consejo ejecutivo del BCE Benoît Coeuré dijo que las actas serán “sustanciales” y que “en términos de sustancia y granularidad se compararán positivamente con las actas de la Fed”.
La reunión de enero será interesante para el estreno del BCE en la publicación de sus actas como herramienta de comunicación. Se prevé que los miembros del banco central debatan sobre si iniciar un programa de compras a gran escala que incluya deuda soberana, un asunto polémico en la eurozona, en particular para Alemania.