La inversión exploratoria durante 2014 alcanzó en San Juan la cifra de 317.419.100 millones de pesos, un 25% más de lo desembolsado el año anterior, que fue de casi 270 millones de pesos según cifras oficiales del Ministerio de Minería de la provincia y de acuerdo a los planes de trabajo de exploración de las empresas que operan a nivel local. El monto se distribuye en más de diez proyectos ubicados entre Calingasta, Iglesia y Jáchal, como lo es el caso de Los Azules (a cargo de Andes Corporación Minera), El Altar (Minera Peregrine), El Carmen (Barrick), José María y Filo del Sol (Deprominsa y NGEX Resources), Toro (Votorantim), El Yunque (Minera Piuquenes), Chita, Brachas Vacas y Minas de Pinto (por Minera Sud Argentina) y Virgen de Lourdes, Cristina y Las Palmeras, a cargo de la firma Virgen de Lourdes.
Si a ello se le suma la inversión ejecutada por Barrick para la ampliación de planta de Veladero, más lo que significó el desarrollo subterráneo y de mina por parte de Troy Resources en Casposo y Yamana Gold en Gualcamayo respectivamente, la cifra asciende a $ 3.882.000.000 en este año a punto de cerrar.
Por otra parte y para el año próximo según datos oficiales, ya se manejan algunas cifras de inversión exploratoria destinadas a El Altar, Casposo, Las Vacas y zonas adyacentes a Veladero, cuyo monto previsto para estos proyectos ronda los 77.592.000 pesos.
Los datos resultan más que alentadores tras un 2013 difícil y en retracción para la actividad minera en término de inversiones. Más aún si se tiene en cuenta que en 2011 el presupuesto exploratorio rondó los $ 355 millones y la cifra récord de más de $ 366 millones 2012, la que cayó un 27 por ciento tan solo un año después.
La necesidad de agregar nuevos proyectos a los ya en explotación en un contexto que impone planificar a mediano y largo plazo, más el voto de confianza por parte de los inversores en una provincia que afianza su perfil minero a pesar de avatares como el precio de los commodities y el contexto inflacionario, están entre los principales argumentos de este repunte exploratorio. Sin ir más lejos y al cierre de esta edición, desde el Ministerio de Minería se anunció la radicación en la provincia de Compañía Minera Piuquenes S.A para profundizar sus tareas exploratorias en la cordillera calingastina. El anuncio se sumó a otro que días atrás renovó expectativas: El reflote de El Pachón en una versión reducida, es decir, con un volumen de producción que alcance las 200 mil onzas de cobre por año, la mitad de lo previsto inicialmente para los primeros cinco años del proyecto cuprífero.
La iniciativa está acorde a la tendencia mundial entre las compañías del rubro que por cuestiones de mercado comenzaron a poner el foco en proyectos de menor escala. En el caso de El Pachón y según lo informado por directivos de Glencore al gobierno, la reestructuración del proyecto y su puesta en marcha a partir de 2018, significará el 50 % de la inversión anunciada inicialmente, es decir, unos 3 mil millones de dólares.
Según publicó DIARIO DE CUYO recientemente, hay cautela por parte de los representantes de cámaras y gremios del sector. Si bien la noticia fue bienvenida y se espera traccione a proyectos cupríferos adyacentes como Rincones de Araya o Los Azules, por ejemplo, la puesta en marcha de El Pachón se concretará recién en dos años, tiempo en el que habrá que armarse de paciencia si se tiene en cuenta que entre idas y venidas por cuestiones de mercado el gigante calingastino aún espera ser explotado tras más de treinta años.