Los reguladores europeos de la competencia aprobaron la propuesta de fusión entre la francesa Lafarge y la suiza Holcim, una operación que creará la mayor cementera del mundo con operaciones en 90 países.
La autorización de Bruselas está supeditada a la venta del negocio de Lafarge en Alemania, Rumania y Reino Unido y de las operaciones de Holcim en Francia, Hungría, Eslovaquia, República Checa y España.
El Ejecutivo comunitario temía que la transacción, tal como fue notificada inicialmente, tuviera un efecto negativo en la competencia "en un número significativo de mercados" europeos y que causara además una subida de precios.
Sin embargo, de acuerdo a los reguladores, los compromisos asumidos por ambas partes resolverían dicha situación.
"El paquete de concesiones en este caso es muy importante. Estoy segura de que esta decisión permitirá a la fusión proceder sin poner en peligro los intereses de los clientes en este sector", afirmó la comisaria europea de la Competencia, Margrethe Vestager.
Holcim y Lafarge no podrán cerrar el acuerdo hasta que la Comisión haya aprobado al comprador o compradores de los activos que deberán ser puestos a la venta.
Estos incluyen plantas de concreto premezclado, agregados, canteras, plantas de cemento integrados, estaciones de molienda y terminales de cemento.
Durante su investigación, Bruselas ha mantenido una estrecha cooperación con las autoridades de competencia de los Estados miembro, así como con las de Estados Unidos y Canadá. La transacción se notificó a Bruselas el 27 de octubre.
Primera mitad de 2015
Lafarge y Holcim señalaron que su objetivo es concluir la operación en la primer mitad de 2015.
"Con esta decisión, seguimos en el buen camino para cerrar la operación en la primera mitad de 2015", afirmaron Wolfgang Reitzle y Bruno Lafont, designados presidente del directorio y presidente ejecutivo de la futura compañía fusionada, respectivamente.