El mercado comienza a acostumbrarse a los crudos análisis de la economía local que ha realizado el Banco Central en sus últimos Informes de Política Monetaria (IPoM). Y el correspondiente a diciembre aportó nuevos elementos: el consejo del instituto emisor endureció su diagnóstico sobre el deterioro de la actividad doméstica y advirtió que su recuperación se está postergando.
Así, la entidad recortó prácticamente todas sus proyecciones, partiendo por el crecimiento: para este ejercicio, el emisor situó en 1,7% el avance del Producto, desde el rango entre 1,75%-2,25% que estimó en el informe anterior; mientras que para 2015, la rebaja se situó en torno a lo que esperaba el mercado: 50 puntos, desde 3%-4% a 2,5%-3,5%.
El presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, reconoció que la debilidad de la economía durante el tercer trimestre se habría prolongado al cuarto, razón por la cual aún no hay datos que justifiquen un punto de inflexión en la actividad.
"La cifra de crecimiento para este año es reflejo de la debilidad del tercer trimestre y de su prolongación hacia el último cuarto del año, así como de expectativas de consumidores y de empresas que, hasta ahora, no muestran la mejoría que se esperaba hace unos meses", dijo el economista.
Acto seguido, el titular del consejo expuso que los datos disponibles a la fecha para el cuarto trimestre "no indican todavía una recuperación relevante" de la actividad, lo cual "nos hace proyectar que el logro de mayores tasas de crecimiento tardará más de lo que preveíamos en septiembre".
Por lo mismo, el consejo de la entidad argumentó que uno de los principales riesgos es que el deterioro de las expectativas se mantenga y se prolongue más allá de lo esperado, afectando las posibilidades de recuperación de la actividad.
"Las expectativas de empresas y hogares se han deteriorado a lo largo del año y hoy se encuentran claramente en niveles pesimistas, factor que pesa en el menor crecimiento de 2014 y la menor velocidad de recuperación prevista para 2015", planteó el IPoM.
Rebajas generalizadas
El Banco Central asumió un escenario deprimido para la demanda interna, la cual se contraerá 0,7% este año, desde 0,1% que esperaba en septiembre. Mientras que para 2015 el recorte fue de 4 décimas a 3%.
El consumo, en tanto, anotó un recorte relevante de 8 décimas para el próximo año, hasta niveles de 2,8%, mientras que a nivel inflacionario revisó en 7 puntos porcentuales al alza su proyección para fin de este año, situándola en 4,8%, mientras que para el año siguiente la mantuvo en 2,8%.
El Banco Central de Chile proyectó este lunes que la economía del país austral crecerá entre 2,5% y 3,5% en 2015, al tiempo que recortó al 1,7% su pronóstico para el año que termina, según dijo su presidente, Rodrigo Vergara.
Hasta ahora, el emisor chileno mantenía una proyección de crecimiento para el 2014 en un rango de entre un 1,75% y un 2,25% y para el 2015 mantenía una proyección de entre un 3% y un 4%.
Al presentar ante la Comisión de Hacienda del Senado el Informe de Política Monetaria (Ipom) correspondiente a diciembre, el último de este año, Vergara puntualizó que las nuevas cifras reflejan "la debilidad de la actividad en el tercer trimestre y su prolongación hacia el último cuarto del año".
A lo anterior se agrega el hecho de que las expectativas de consumidores y empresas "hasta ahora, no muestran la mejoría que se esperaba hace unos meses".
Durante el próximo año el ritmo de la actividad económica de Chile "seguirá por debajo del crecimiento de mediano plazo de la economía, que el Consejo (del Banco Central) estima entre un 4% y un 4,5%", señala el informe, que no obstante subraya que "el crecimiento esperado para el próximo año se prevé que será mayor al de 2014".
Lo anterior se explica porque la economía "ha hecho un ajuste rápido e importante durante este año", reflejado en la evolución de la cuenta corriente, las tasas de interés y el tipo de cambio real.
Además, "las condiciones externas previstas para el 2015, si bien son menos optimistas que lo esperado en septiembre, cuando se difundió el Ipom anterior, "son algo mejores que las de este año, en parte gracias al impulso derivado de los menores precios del petróleo".
También las perspectivas para el 2015 se fundamentan "en que la confianza de consumidores y empresas tenderá a mejorar".
"El significativo impulso monetario, que ya se ha agregado, el mayor impulso fiscal y el efecto de la depreciación del peso en la actividad de los sectores transables (vinculados a las exportaciones) serán un apoyo adicional", afirma asimismo el Banco Central.
"Por último, aunque la situación financiera de hogares y empresas es menos holgada que en años anteriores, se estima que no representará un obstáculo para la recuperación de la economía (en 2015)", manifiesta el informe.
Respecto de la inflación, el Ipom prevé que este año cerrará con una tasa del 4,8%, superior al 4,1% pronosticado en el informe del pasado septiembre, mientras para el 2015 mantiene su previsión de un 2,8% interanual en diciembre.
Durante el 2014, la mayor depreciación del peso y algunos elementos puntuales, como el aumento del precio de algunas frutas y verduras frescas "elevaron la inflación por sobre lo previsto", explica el informe.
Agrega que esos aumentos de precios "ya tuvieron alguna reversión en noviembre, a lo que se sumó el menor precio de los combustibles", factor este último que "debería seguir incidiendo a la baja en los meses venideros".
El Banco Central redujo además la proyección del precio promedio del cobre para este año a US$3,11 la libra, desde los US$3,15 previsto en septiembre, mientras para el próximo la recortó desde los US$3,05 a los US$2,95 por libra
En cuanto a la inversión, el emisor dijo que este año caerá un 6,2% en lugar del 4,1% previsto en septiembre, pero auguró que en 2015 crecerá un 1,9% en lugar del 1,8% augurado en septiembre.