La caída es estrepitosa y empieza a preocupar a los ejecutivos de una empresa que necesita miles de millones de dólares en inversiones y financiamiento para explotar los recursos en Vaca Muerta.
La acción de YPF valía en Wall Street 35,31 dólares el 26 de noviembre, hace nada más que 15 días. Hoy el título cerró a 25 dólares, un 25% menos.
Este problema no sólo padece la petrolera nacional. Todas las empresas vinculadas con la energía están sufriendo en sus valores bursátiles la baja del precio del barril de más de 40% desde junio a la fecha. Este valor clave para la economía mundial pasó de 100 dólares a menos de 60 dólares.
Una muestra de que nada detiene la desconfianza de los inversores se dio esta semana. El martes, YPF anunció su segundo acuerdo de inversión más imporante desde que fue reestatizada. Invertirá con la malaya Petronas 550 millones de dólares en un área de Neuquén. A pesar de la buena noticia, la acción fue castigada ese día.
La baja de YPF arrastra a todo el Merval. Esta semana cerró con una baja del 15%, con cuatro sesiones negativas consecutivas.
Los pronósticos de bancos y consultoras de energía apuntan a un 2015 también con petróleo barato. De ser así, YPF deberá reestructurar sus planes de inversión y financiamiento porque sus ingresos no serán los mismos.
Por Roberto Aguirre.
En Argentina podría obrar un milagro: mientras que en todo el mundo el precio del crudo baja, aquí se espera que su precio se mantenga. El CEO de YPF, Miguel Galuccio, calcula que petróleo interno cotizará a 84 dólares el año que viene, un valor similar al promedio de venta actual en el país. Así consta en el detalle del proyecto que la empresa nacional realizará con Petronas en La Amarga Chica y al que accedió "Río Negro".
En la presentación con el detalle del plan se espera un sendero de precios en alza del crudo interno. De 84 dólares en 2015, creen que pasará a 86,2 en 2016, 97,5 en 2017 y por arriba de los 102 a partir de 2018, cuando arranque la etapa intensiva.
Son todos valores muy distintos a los internacionales: el barril WTI cerró el viernes 57,8 dólares, su precio más bajo en cinco años. Se trata del crudo producido en Texas, que se toma como referencia en Argentina.
Sin embargo aquí, gracias a una política que impuso el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, el precio del petróleo está disociado del internacional. Siempre se pensó a modo de efecto colchón, para evitar que los altos valores en el exterior dispararan en el país los derivados del oro negro -sobre todo los combustibles-. Pero nunca nadie imaginó que la situación iba a revertirse y Argentina terminaría pagando el barril un 40% más caro que el resto del mundo.
En la práctica, esto significa que ni la nafta, ni el diésel, ni ninguno de los derivados del crudo que se fabrican a nivel local bajarán de precio en el país, como sí ocurre en el resto del mundo. Es la estrategia que parece haber trazado la Nación con la anuencia de los gobernadores petroleros -entre ellos el neuquino Jorge Sapag y el rionegrino Alberto Weretilneck- para sostener los proyectos internos. Sobre todo el de Vaca Muerta, que por estas horas motoriza al sector y es una de las pocas puertas de entrada para dólares frescos a un país que los necesita de modo casi patológico.
Con un barril a 84 dólares y con la expectativa de que los pozos verticales y horizontales devuelvan una producción similar a la de Loma Campana, el yacimiento estrella sobre Vaca Muerta, YPF cree que obtendrá una tasa interna de retorno del 12,1%, más baja que la del proyecto vecino pero aún interesante para un negocio en dólares.
Sin embargo, por la menor cantidad de pozos planteados en la etapa piloto y fundamentalmente por la baja de costos en la perforación, el flujo de caja del proyecto se tornará positivo mucho antes: en el séptimo año, habrán recuperado 200 millones de dólares. Para el 2028 el proyecto estará pagado.
> Con la mira en Rusia e Italia
Además del proyecto con Petronas en La Amarga Chica, Galuccio busca cerrar por estas horas otro acuerdo para el bloque Bajada de Añelo, pegado a Loma Campana y de buena perspectiva en petróleo y gas húmedo.
La empresa ya presentó un plan de inversiones para el área donde Vaca Muerta es el horizonte. Aspira a obtener allí una concesión shale por 35 años -algo que conseguirá-y para ello promete invertir casi 450 millones de dólares en un piloto de 31 pozos durante los primeros tres años. El desarrollo completo exigirá un desembolso de 10.000 millones de dólares, una cifra astronómica.
La pregunta es: ¿de dónde saldrá el dinero? Por sí sola, YPF no tiene fondos para encarar el proyecto completo. En el sector creen que podrían venir de Rusia o Italia.
Miguel Galuccio visitó meses atrás a directivos de Gazprom, la gigantesca petrolera con sede en Moscú. El gobierno de Cristina Kirchner es el más interesado en la relación con Rusia, no sólo por el financiamiento que puede otorgar para proyectos locales, sino desde el punto de vista político.
La petrolera italiana ENI, bajo control estatal, es otra de las que recibió en sus oficinas a Galuccio. Muchos especulan que parte del dinero para este proyecto podría venir desde Roma.
Por María Eugenia Baliño.
Dicen que de todas las crisis surgen oportunidades. Y la del petróleo no es la excepción.
Si bien la fuerte caída del crudo en las últimas semanas está golpeando duro a los mercados, para muchas de las empresas que cotizan en la Bolsa el retroceso récord en los precios de este commodity es una muy buena noticia.
Los especialistas coinciden en que quienes quieran sacar ventaja de este declive del crudo deberán hacer varios ejercicios: no dejarse llevar por el temor generalizado, saber elegir y tener paciencia.
“Está claro que la caída del petróleo está poniendo en jaque los cimientos de todos los mercados del mundo, por el peso que tienen en general las compañías petroleras, pero hay varias empresas que con la baja del crudo se favorecen”, lanza Rubén Pasquali, analista de Mayoral.
La clave está en buscar aquellas compañías que tengan al petróleo dentro de su matriz de costos, ya que esta caída récord en el valor del crudo les permitirá mejorar notablemente su situación financiera, dice Pasquali.
Los precios internacionales del petróleo vienen en picada desde fines de septiembre pasado pero su caída se acentuó a partir de los últimos días de noviembre, de la mano de la controvertida decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no recortar su producción y un fuerte accionar de parte de fondos especulativos.
Tan sólo la semana pasada, el barril de crudo de Texas (WTI) se desplomó un 12,2%, hasta los 57,81 dólares, con lo que rompió la barrera de los 60 dólares por primera vez en cinco años.
Ganadores y perdedores
Para los economistas, si bien este fuerte cimbronazo que sufrió el petróleo en el último mes de a poco irá aquietándose, el precio del crudo podría mantenerse acotado por algunos años.
“Todo parecería indicar que no habrá una recuperación en el precio de los commodities en el corto plazo. Esto no quiere decir que el precio internacional del petróleo vaya a seguir cayendo indefinidamente, sino que tal vez transitaremos un par de años con precios por debajo de los 100 dólares por barril”, indica un informe difundido la semana pasada por Ecolatina.
Y, como en todas las situaciones, esta caída internacional del precio del petróleo dejará ganadores y perdedores.
“Para las empresas energéticas, por ejemplo, no es una mala noticia la baja precio del petróleo, porque tienen que importarlo para producir energía y esto les va a permitir reducir costos”, señaló Pasquali.
“Hoy nadie está mirando el escenario en particular, pero hay que tener claro que en algún momento esta crisis se va a tranquilizar y va a haber que empezar a separar la paja del trigo. Es necesario evaluar bien qué impacto puede tener esto en cada sector y en cada compañía, porque no le pega a todos por igual”, agregó.
El analista además destaca que si bien las petroleras locales sufrieron un fuerte golpe de parte de los inversores a partir de la baja del crudo, el impacto de los vaivenes de este commodity sobre sus cuentas está bastante amortiguado por las retenciones móviles.
YPF, por ejemplo, además importa parte del crudo con el que abastece al mercado local, con lo que la baja en su precio en ese caso resultaría ventajosa.
A su vez, el acuerdo firmado por la petrolera estatal argentina con su par malayo Petronas para la exploración y desarrollo de hidrocarburos no convencionales echó por tierra las especulaciones acerca de que la caída del crudo podría hacer peligrar las inversiones en Vaca Muerta.
Mirar más allá
Para Juan Carnevale, director de la Licenciatura en Mercado de Capitales de la Universidad del Salvador, la corrida que está sufriendo el precio del barril de crudo es una “clara oportunidad para posicionarse en activos que sigan la evolución del petróleo”, ya que gran parte de la caída que registra este commodity –y que podría aún continuar en el corto plazo– “es una cuestión especulativa y no de coyuntura”.
“Es una muy buena oportunidad para aquellos inversores que puedan aguantar la volatilidad de las acciones vinculadas con el petróleo con un horizonte de uno a dos años, porque, a mediano y largo plazo, van a obtener rendimientos muy superiores a los de otros papeles”, señaló Carnevale.
El economista recomienda enfocarse en las acciones de las compañías del sector energético local, como YPF, y ya para inversores más sofisticados, en ETF como el USO o UCO, que siguen la evolución del barril de WTI.