La apuesta de la administración de Michelle Bachelet es impulsar el desarrollo de nuevos proyectos para contrarrestar así la desaceleración de la economía chilena. Tarea difícil, al analizar el barómetro de la inversión en el país.
Los proyectos ingresados al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en lo que va del año suman 740, con una inversión asociada de US$30.909 millones, lejos de las 1.446 iniciativas presentadas el año pasado por US$70.042 millones. Esto, considerando tanto Estudios como declaraciones de Impacto Ambiental.
Más aún, la cifra acumulada de proyectos ingresados en el presente ejercicio es la más baja desde la crisis asiática del año 1997.
¿El motivo?
La desaceleración económica, que ha golpeado con fuerza el desarrollo de proyectos, principalmente, en los sectores de energía y minería.
Precisamente, los proyectos mineros son los que evidencian la reducción más fuerte.
“Efectivamente contrasta la baja cantidad de proyectos mineros sometidos al SEIA en lo que va de este año, con la gran cantidad de proyectos de este sector que se gestaron e iniciaron su evaluación ambiental en años previos, especialmente en pleno superciclo del cobre. Esto se explica, en parte importante, por la pérdida de competitividad que enfrenta la minería chilena, a la que nos hemos referido en diversas ocasiones. Afecta también el cambio de énfasis de la minería mundial, desde políticas enfocadas en el crecimiento, hacia políticas de control de costos y de retorno de los activos”, asegura Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero, que agrupa a las principales empresas del rubro en el país.
El directivo destaca que el catastro de proyectos de las empresas socias del Consejo Minero ha venido mostrando, consistentemente, que existe una carpeta amplia de proyectos “en evaluación”, en su gran mayoría ya ingresados al SEIA. “No existe respecto a ellos una decisión de concreción tomada y en las condiciones actuales percibimos que la indefinición continuará”, añade.
A partir noviembre de 2013, el Consejo Minero comenzó a publicar un catastro de proyectos de inversión de sus empresas socias. En la versión actualizada a julio de 2014, se puede observar que existen proyectos en ejecución por US$ 19.566 millones, y proyectos en evaluación por US$ 45.318. La etapa “en ejecución” significa que la decisión de inversión fue tomada y se cuenta con los permisos respectivos para llevar adelante el proyecto. Por su parte, la etapa “en evaluación” quiere decir que aún no se cuenta con la aprobación de la inversión, y la evaluación ambiental está en desarrollo o concluida.
“Para la activación de estos proyectos y el desarrollo de otros nuevos, lo clave es recuperar competitividad, lo que a su vez requiere que como industria y como país avancemos en distintos frentes, incluyendo suministro de energía y de agua, productividad y mayor claridad regulatoria”, afirma Villarino.
A pesar de la tendencia negativa en cuanto al ingreso de proyectos de inversión, hay dos sectores que presentan características particulares: energía e inmobiliario.
ERNC
En la industria energética, el ingreso de Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) ha crecido principalmente por la mayor presentación de iniciativas renovables no convencionales, las que en su gran mayoría no declaran impactos significativos al medio ambiente.
“Existe una cartera muy importante de proyectos ya aprobados, y en este caso debemos entender que hay varios factores que pueden incidir, como por ejemplo el cambio de un nuevo reglamento, y de seguro los actores que han desarrollado sus iniciativas se han encontrado con estas nuevas exigencias. En este ámbito esperamos que a medida que se internalice es seguro que se retomará un rumbo y un potencial parecido al de años anteriores”, destaca René Muga, vicepresidente Ejecutivo en Asociacion Gremial de Generadoras de Chile.
Agrega que muchos inversionistas están a la espera de una mejora en las condiciones de seguridad de inversiones y certeza jurídica para llevar adelante sus proyectos.
“Claramente hay un espera que tiene que ver con cambios regulatorios, como por ejemplo los proyectos para clientes regulados que está terminando su aprobación en el Congreso, y el proyecto de regulación de transmisión, por eso creemos que habrá un momento en el cual se internalice este nuevo marco normativo. En el caso del SEIA sabemos que es un indicador importante ya que deben pasar los proyectos superiores a 3MW hacia arriba”, dice.
El sistema registró además una caída en el ingreso de proyectos inmobiliarios. La razón de esta caída obedece a que en el nuevo reglamento del SEIA, que entró en vigencia el 25 de diciembre de 2013, se eximió de ingresar al sistema a los proyectos inmobiliarios que se encontraban en zonas con planes de descontaminación vigente. Este cambio fue revertido por el actual gobierno y ahora todas las iniciativas deben tramitarse.
Apoyo a proyectos
A comienzos de noviembre, el gobierno de la Presidenta Bachelet anunció una serie de medidas para destrabar proyectos por unos US$6.000 millones, y que se desarrollarán en seis regiones del país.
Fue el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, junto a sus pares que integran el Comité de Ministros del Área Económica, el que le entregó el pasado lunes 3 de noviembre a la Presidenta Bachelet el informe con medidas para agilizar la tramitación de proyectos de inversión privada.
Según se ha dicho, fueron seleccionados en base a cuatro requisitos: que tengan Resolución de Calificación Ambiental; que no tengan causas judiciales pendientes; que se puedan comenzar a desarrollar en el año 2015; y que tengan trámites pendientes en algún organismo público o central ya sea para su ejecución o su entrada en funcionamiento.
El gobierno sólo ha dado su respaldo explícito -partiendo por la Presidenta Bachelet y los ministros de Hacienda y Energía, Alberto Arenas y Máximo Pacheco, respectivamente- al complejo hidroeléctrico Alto Maipo, del grupo Luksic y AES Gener.
A través de la Ley de Transparencia, PULSO solicitó al Ministerio de Hacienda la lista de los proyectos que componen la lista de iniciativas de inversión que serán apoyadas por el gobierno y que suman US$6.000 millones, no obstante, la información se mantuvo en reserva.
Tras respaldar públicamente el desarrollo del complejo hidroeléctrico Alto Maipo, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, tuvo que enfrentar una manifestación en su contra durante una visita en el Cajón del Maipo, donde incluso algunas personas golpearon el auto donde se trasladaba.
Tras este episodio, según ha trascendido, el gobierno habría decidido mantener bajo absoluta reserva los otros proyectos que apoyara.