Por ANDRÉS SANGUINETTI.
Mas allá de las sospechas, denuncias, críticas y cuestionamientos que Cristóbal López recibe por sus vinculaciones y cercanías al kirchnerismo y a supuestos beneficios en la industria del juego y en otros sectores donde participa con su grupo Indalo, el empresario está preparando la salida de su holding a los mercados financieros local e internacionales.
Se trata de un plan a no muy largo plazo que comenzó este año con un fuerte plan de reducción y control de costos de las empresas que forman su imperio y que va mas allá de los resultados electorales del año próximo, cuando el kirchnerismo pondrá en juego su continuidad y el empresario deberá reacomodar sus fichas al nuevo eje de poder político que surja de los comicios de octubre de 2015.
"Estamos trabajando en un plan para salir al mercado de capitales, con una oferta pública de acciones del grupo y de sus empresas tanto en la Argentina como en el exterior", reconoció Fabián De Souza, vicepresidente del Grupo Indalo, cuya presidencia está a cargo precisamente de Cristóbal López. En una entrevista con El Cronista, el empresario adelantó que durante el primer trimestre de 2015 Indalo lanzará un fideicomiso, "que lleva atado a todas las compañías y que será el primer paso para abrir el capital a los mercados". Agregó que será "con marca propia" y que "será como una especie de intento para conocer cómo actúan con nosotros los inversores financieros".
Como segundo paso de este proceso para abrirse a los mercados internacionales, en Indalo ya trabajan para el lanzamiento de Obligaciones Negociables (ON) convertibles que serán colocadas en 2016, según estimaciones del propio De Souza, tanto en el ámbito local como en el exterior.
Este proyecto también incluye a Centenary International Corporation (CIC), un holding radicado en Estados Unidos y armado para adquirir los activos de Petrobras que luego la petrolera estatal brasileña decidió no venderle a Cristóbal López en el país, tras haberle cedido hace cuatro años 330 estaciones de servicio y una refinería por u$s 110 millones. La operación se frenó por decisión de las autoridades de Petrobras, grupo actualmente investigado en su país por maniobras para recaudar fondos para la campaña de Dilma Rousseff, en el marco de un entramado de negocios que también involucra a grupos locales como el de Cristóbal López y Techint. En cuanto a CIC, donde De Souza posee el 30% del capital, y mas allá de la operación frustada en Brasil, concentrará todos los negocios relacionados con el petróleo y sigue buscando activos petroleros en otros países como México y Colombia. CIC además controlará Oil Combustibles, Oil M&S y Clear. Todas emitirán ON que serán suscriptos por CIC en Estados Unidos y utilizados como garantía para contraer los préstamos necesarios para financiar la expansión del negocio petrolero. Para 2016 está previsto el debut en la Bolsa de Nueva York y la salida en la flamante Bolsas y Mercados Argentinos (B&MA).
Pero como pasos previos a estas movidas financieras, Indalo llevó a cabo este año un proceso de achique y reestructuración de varias de sus empresas locales como La Salamandra, Paraná Metal y su grupo de medios C5N, entre otros activos. En el caso de la fabricante de dulce de leche, De Souza aseguró que su modelo de negocios no era sustentable y que se decidió cambiarlo. "Lo estamos rediseñando para relanzarla en los próximos meses", sostuvo. Admitió que recibió ofertas para venderla pero que optaron por sostenerla e inyectarle fondos con un nuevo formato de negocios.
En el caso de la autopartista, tras explicar los motivos que la llevaron a la crisis, agregó que la compañía "volverá a producir y se autofinanciará gracias al plan en el que estamos trabajando para que vuelva a ser sustentable". En líneas generales para De Souza, el 2014 "fue un buen año para Indalo", mas allá de estos problemas. "Hasta compramos una empresa en Brasil de perforación de pozos que se llama Toscani".