En un escenario donde se escucharon las voces de las organizaciones campesinas, gremiales y pueblos originarios, nacionales e internacionales, que reafirmaron el compromiso de no aceptar falsas soluciones para afrontar el calentamiento global, fue inaugurada la Cumbre de los Pueblos en el Parque de la Exposición.
La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, quien llegó junto al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, fue la encargada de dar inicio oficial a la cita paralela a la COP20.
"Saludo a los treinta países que están en este lugar que es de la municipalidad y son acogidos por la alcaldía. Hemos venido con el alcalde de Bogotá para sumarnos a esta reivindicación", manifestó.
Enseguida, Villarán cedió la palabra al alcalde Gustavo Petro para que se dirija a los participantes.
La autoridad edil colombiana enfatizó la contradicción entre el mercado y la vida que está experimentando la humanidad en el siglo XXI.
"Invito a las fuerzas campesinas, trabajadoras, que quieren vivir en equilibrio con la naturaleza, a que hagan fuerza para decir que llegó la hora de buscar políticas concretas y decir que es posible la vida en el siglo XXI", indicó tras recordar que en setiembre próximo habrá una cita edil latinoamericana en Bogotá.
Por otro lado, hoy llega la delegación compuesta por los guardianes de las lagunas de Conga para participar en la Gran Marcha Mundial en defensa de la Madre Tierra, que será mañana miércoles.
La Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, un encuentro internacional alternativo a la Conferencia de las Partes COP20, se inició este lunes en el Parque de la Exposición de Lima, con la asistencia de organizaciones y activistas ecologistas de diferentes lugares del mundo.
El evento, que finalizará el jueves, lleva como lema "Cambiemos el sistema, no el clima" y tiene el objetivo de generar espacios de debate y reflexión acerca de las políticas de los gobiernos sobre el cambio climático.
Las discusiones iniciaron en la mañana, dirigidas por las organizaciones ambientalistas y civiles, y se desarrollan de manera simultánea en cinco salas a las que el público en general puede acceder. Sin embargo, pese a la programación establecida, varias de las actividades y conferencias tuvieron un retraso de hasta dos horas, lo que generó malestar en los asistentes.
Una vez terminadas las actividades del primer día, la Cumbre fue inaugurada formalmente por la alcaldesa de Lima, la izquierdista Susana Villarán, acompañada del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, qienes sufrieron un breve momento de tensión cuando un grupo de manifestantes subieron al escenario donde se encontraban para protestar contra la burgomaestre.
Los manifestantes fueron retirados inmediatamente por miembros de las organizaciones asistentes, puesto que no había policías presentes, sino solo algunos hombres de seguridad del Estado.
En la Cumbre se destaca la presencia de indígenas de Perú, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Estados Unidos, entre otros, quienes lideran varios de los talleres y conferencias sobre las problemáticas en sus comunidades con relación, principalmente, a las inadecuadas acciones de sus gobiernos para contrarrestar el cambio climático.
El encuentro incentiva al público, tanto peruano como extranjero, a formar parte del debate mediante material visual y las facilidades de traducción al inglés y español que existen en cada sala.
Una de las características que resaltan los activistas participantes de la cumbre, quienes también forman parte de la COP20 como observadores, es la posibilidad de poder transmitir sus posturas frente al cambio climático, lo que no es posible en la Conferencia de las Partes, que se realiza también en Lima.
La postura de la Cumbre de los Pueblos frente a la COP es bastante crítica, pues consideran que los gobiernos y Estados no construyen políticas reales para frenar el cambio climático. De ahí que proponen proscribir la mercantilización de la naturaleza mediante estrategias de conservación.
Una de sus principales propuestas es que en lugar de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como postula la COP, los minerales y combustibles fósiles se mantengan en el subsuelo para combatir la contaminación y detener el calentamiento global.
La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, pasó un mal rato durante su participación en la Cumbre de los Pueblos en el Parque de la Exposición. Dos jóvenes colocaron delante de ella una banderola en la que la acusaban por las muertes en el desalojo del ex mercado mayorista de La Parada.
Villarán de la Puente, visiblemente ofuscada, abandonó el lugar y dejó en el escenario a su ilustre invitado, el alcalde de la ciudad de Bogotá, Gustavo Petro, quien miraba extrañado sin saber qué hacer.
Posteriormente, la alcaldesa de Lima se pronunció sobre el hecho a través de su cuenta de Facebook e indicó “con profundo pesar que la intolerancia y la violencia verbal se adueñaron esta noche de la Cumbre de los Pueblos”.
“Fui invitada por los organizadores como Alcaldesa de la ciudad a dar la bienvenida en un local cedido por la Municipalidad para inaugurar la Cumbre y se me agredió verbalmente lo cual es intolerable”,señaló en la mencionada red social.
“Nada bueno se construye para el futuro del Perú y de la Humanidad desde la violencia, el sectarismo y la intolerancia”, sentenció Susana Villarán.