La información oficial en torno al megaproyecto de extracción de arenas de Chubut para el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén, es casi nula.

El representante provincial ante YPF, Jorge Gil, reconoció que aún no hay estudio de impacto ambiental. Los diputados de Chubut Somos Todos hicieron un pedido de informes hace más de un mes y no hubo respuesta. A todo esto, expertos de la UBA crearon un nuevo polímero que podría dejar obsoleta la utilización de arenas silíceas para el fracking. El anuncio fue muy escueto a comienzo de este año, sólo se habló de extracción de arenas silíceas a unos 50 kilómetros al norte de Dolavon para reemplazar la importación que se hace actualmente de China, y que son necesarias para el fracking en el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén.

Luego se dijo que serán 140 camiones diarios transportando el material industrializado y que se generarían unos 130 empleos directos. Pero todo lo que se conoció después fue producto de un trabajo de EL CHUBUT y no de información oficial. El representante de Chubut en el directorio de YPF, Jorge Gil, reconoció que el estudio de impacto ambiental aún no está dado para el desarrollo del megaproyecto. Y explicó que además debe contemplarse tanto la extracción, como la industrialización y la logística de transporte por tierra de esas arenas para determinar el impacto en el ambiente.

Desde el bloque de diputados provinciales de Chubut Somos Todos, impulsaron en los primeros días de noviembre un pedido de informes al Ejecutivo, y el jefe de la bancada, Jerónimo García, había señalado que «no es que estemos en contra, pero no sabemos si hay estudios de impacto ambiental, quién se hace cargo de la reparación ambiental, qué continuidad va a tener». Pasó más de un mes y la respuesta al requerimento de los diputados provinciales nunca llegó a la Legislatura. Es por eso que en lo poco que queda antes de finalizar el actual período legislativo, insistirán ante el Poder Ejecutivo incluso apelando a la Ley de Información Pública.

El pedido de informes del bloque Chubut Somos Todos, tenía nueve preguntas que apuntaban a precisar las características de las arenas a extraer, el lugar exacto, quiénes son los propietarios de las tierras afectadas, precisiones del acuerdo con YPF, qué industrialización se va a hacer y dónde. También le solicitan al Ejecutivo que remita copia del informe de impacto ambiental -que no existe aún- y los planes de remediación. Respecto a la significancia de 140 camiones diarios para el traslado, el diputado García había indicado en su momento que «es un convoy en la única ruta de acceso por el norte, harían falta hasta rutas especiales y (el ministro de Ambiente, José María) Musmeci no dice nada».

PROYECTO EN PELIGRO

El escueto anuncio del gran proyecto de extracción de arenas de la zona cercana a Dolavon para la utilización del fracking en Vaca Muerta, podría quedar trunco. Pero eso no tendría que ver con la calidad de las arenas cilíceas o por falta de interés del Estado para concretar la inversión, sino porque la expectativa de YPF está puesta con mayor atención en un nuevo avance de científicos argentinos. Como informó EL CHUBUT la semana pasada, si bien YPF a través de su subsidiaria minera Cimsa trabaja en el desarrollo de las canteras de arenas silíceas en Chubut, la esperanza no está puesta en la naturaleza sino en el ingenio humano.

Fue a pedio del presidente de la petrolera, Miguel Galuccio, que expertos de la UBA crearon un polímero que asemeja a las arenas y podría convertirse en su reemplazo para el proceso del fracking. Aunque la fórmula se mantiene en secreto y está en proceso de patentamiento, los científicos explicaron que tiene una densidad igual a la del agua, con la intención de aprovechar hasta el último milímetro de la fractura dentro de la roca. No se conocieron voces oficiales en Chubut en relación a este avance científico a pedido de Galuccio, y que pondría en riesgo el megaproyecto en la provincia que tanto había entusiasmado a las autoridades.