Estas empresas tienen costos superiores a los de las firmas de mayor tamaño, pero por otro lado poseen mayor flexibilidad, tanto para entrar como para salir del mercado, dice el presidente de Sonami, Alberto Salas.
Los primeros en acusar el impacto de un menor precio del cobre son los pequeños mineros, ya que en el margen tienen costos superiores a las compañías de la mediana y gran minería. Sin embargo, este segmento tiene mayor flexibilidad para ingresar y retirarse del mercado, explica Alberto Salas, presidente de Sonami.
La semana pasada el precio del cobre llegó a US$ 2,9 la libra, con lo que alcanzó su nivel más bajo en cuatro años y se alejó de la barrera de los US$ 3 la libra. En el sector prevén un menor valor del metal rojo para 2015 respecto al de este año. Así, proyectan un precio promedio anual entre los US$ 2,9 y US$ 3 la libra de cobre, lo que es inferior a los US$ 3,13 la libra de 2014. De hecho, algunos analistas estiman que el valor no se incrementará por sobre los US$ 3 la libra en la próxima década.
Históricamente ha ocurrido que las primeras actividades mineras que se retiran del mercado ante caídas prolongadas del precio del cobre son, precisamente, las de menor tamaño. "No tenemos un registro de cuántas empresas pequeñas podrían verse afectadas por esta situación, no obstante sí tenemos la certeza de que en la medida que esta situación se prolongue en el tiempo, mayor cantidad de compañías mineras dejarán transitoriamente el mercado, hasta que los precios vuelvan a repuntar", advierte Salas.
En el caso de la mediana y gran minería, la economía de escala permite sobrellevar mejor la caída del valor del metal, pero se produce un efecto importante sobre los márgenes operacionales.
Aún así, señala que existen instrumentos que permiten atenuar el impacto sobre los productores más pequeños. Por ejemplo, en un escenario adverso opera la Sustentación de Precios del Cobre, que establece que si el precio del cobre es menor al precio de largo plazo fijado por el Ministerio de Hacienda, la diferencia se financia con un crédito de hasta 30 centavos la libra.
"Es un crédito sectorial, ya que cuando el precio del cobre se recupera, dicho crédito se devuelve con cargo a las liquidaciones de los productores cuando venden su producción a Enami", dice el presidente de Sonami.
El dirigente añade que el tipo de cambio atenúa la caída del precio del metal, ya que se traduce en un alza de la paridad cambiaria, y como la tarifa se expresa en dólares, contrarresta la disminución del valor del cobre. En este sentido, los precios del metal rojo no deberían significar una caída en la actividad siempre y cuando los pequeños mineros puedan manejar sus costos de operación y calidad de los productos que venden a Enami.
Efecto sobre Enami
Las variaciones de precios, el aumento de los costos de operación, las dificultades de suministro de energía y agua, y las mayores regulaciones ambientales afectan a Enami de la misma manera que a cualquier empresa minera, sostiene Salas.
Sin embargo, las variaciones de precios son más complejas en este caso porque sus plantas y fundición se abastecen con los productos de los sectores más impactados por esta situación -como la pequeña minería-, por lo que la estatal pasa por ciclos de sobreabastecimiento y otros de desabastecimiento. "Este último caso es el más crítico, que solo se puede enfrentar con políticas de reducción de gastos. Cuando hay sobreabastecimiento, la empresa procura gestionar el procesamiento de los minerales en plantas de terceros para disminuir el impacto financiero del sobrestock", puntualiza el presidente de Sonami.
US$ 2,9 La libra fue el valor alcanzado por el cobre la semana pasada. Con esto alcanzó su nivel más bajo en cuatro años.