Después de que el mes pasado prometiera elevar la inflación de la zona euro “lo más rápido posible”, el presidente del Banco Central Europeo ahora se enfrenta a un pedido de bajar el ritmo de múltiples miembros del Consejo de Gobierno. Ante la inquietud alemana por la compra de bonos y una actitud de esperar a ver qué pasa de su propio vicepresidente, Draghi busca consenso respecto a qué otra medida puede tomar el BCE y cuándo.
El hecho de que aún falten piezas importantes del rompecabezas de estímulo del BCE, como una segunda tanda de préstamos a largo plazo para los bancos, refuerza los argumentos a favor de esperar. Sin embargo, el acercamiento de la zona euro a la deflación significa que Draghi quizá hoy necesite usar su conferencia de prensa mensual para dar a los inversores la tranquilidad de que las autoridades pueden responder rápidamente de ser necesario
“Tener los préstamos orientados en el horizonte da a los miembros de línea dura del Consejo de Gobierno algunas municiones para argumentar que no deberíamos ir directo a las compras amplias de activos en este momento”, dijo Nick Matthews, economista de Nomura International Plc en Londres. “Debería haber alguna reacción ante unas perspectivas más débiles, y la solución intermedia podría agregar bonos de empresas a las compras de activos. Esto mantiene viva la perspectiva de flexibilización cuantitativa”.
Herramientas no convencionales
El BCE anunciará las tasas de interés oficiales a las 13:45 en Fráncfort, y Draghi dará su primera conferencia de prensa en la nueva sede del banco central del lado este de la ciudad a las 14:30. A partir del mes que viene, el BCE pasará a un ciclo de decisiones de política monetaria de seis semanas, por lo que la primera reunión tendrá lugar el 22 de enero.
Con las tasas de interés en el límite inferior, ninguno de los 54 economistas que participaron en una encuesta de Bloomberg News espera un cambio. Eso centra la atención en Draghi y cualquier comentario sobre herramientas no convencionales. Tras la reunión de noviembre, dijo que a las comisiones del BCE se les encomendó la “elaboración oportuna” de más medidas que puedan utilizarse si fuera necesario.
La zona euro de 18 países se ve aquejada por un crecimiento económico mediocre y una tasa de desempleo de 11,5 por ciento que se hacen sentir en los precios al consumidor. La inflación se desaceleró a 0,3 por ciento el mes pasado, igualando el nivel más bajo en cinco años, y es probable que haya más desaceleración después de una caída de 25 por ciento en el precio del petróleo crudo en este trimestre.
Mientras los gobiernos tienen dificultades para convencer a sus electorados de la necesidad de reformas económicas y discuten por el estímulo económico, el desafío del BCE es quedar como la única defensa contra un mayor deterioro.
