“Una recesión en Chile es muy probable”, dijo la consultora canadiense BCA en un informe dado a conocer ayer, en el que también advirtió que la reforma laboral que prepara el Gobierno de Michelle Bachelet producirá un aumento de los costos laborales, lo que golpearía los márgenes de utilidades de las empresas.

BCA, altamente conocida y valorada en el mercado financiero chileno, se suma así a las advertencias de otras instituciones que han publicado sus propios pronósticos sombríos sobre la economía del país para el próximo año.

El banco estadounidense Goldman Sachs, por ejemplo, anticipó que la economía chilena se expandirá apenas 2,5% en 2015. Asimismo, Consensus Forecasts, que compila proyecciones de bancos de inversión, recortó su proyección de expansión para Chile desde 3,1% a 2,9%.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha sido otra en sumarse a la reducción de previsiones. Rebajó 1,2 puntos porcentuales su estimación para 2014 hasta 1,8%, manteniendo el esperado 3% para el próximo año y ajustándose a la estimación entregada a fines de noviembre por la OCDE, que anticipó una expansión de 1,9% para este año y 3,2% para el próximo. Antes, en octubre, el FMI en su Panorama Económico Mundial había reducido los cálculos de abril, bajando de 3,6% a 2% la proyección de PIB para este año y de 4% a 3,3% para 2015.

“Aunque Chile sin dudas es una de las economías conducidas con mayor eficiencia en el universo de los mercados emergentes, y mantiene un trasfondo institucional extremadamente robusto, los giros políticos hacia la izquierda siguen ejerciendo una presión a la baja en el mercado de valores chileno”, reconoció BCA, explicando que los recortes de la tasa de interés del Banco Central beneficiarán al mercado de valores en relación a otras bolsas emergentes.

No obstante, por el impacto de los impuestos más altos a empresas y la introducción de un ambiente de negocios significativamente más hostil, redujeron al mercado nacional desde sobreponderar a neutral.

La política detrás de las reformas

BCA destacó en el reporte, titulado “Chile: ¿un nuevo modelo económico?”, el mayor peso que tienen los partidos de izquierda en la coalición del Gobierno, junto al debilitamiento de los partidos de centroderecha, que han “permitido a los sindicatos traducir su nuevo poder político en beneficios financieros”.

Agregó que, en efecto, lo que revela la reforma laboral es el alto grado de influencia que los sindicatos como la CUT, el mayor sindicato de Chile, tienen dentro del panorama político. Así, señaló que “aunque el auge de la Nueva Mayoría puede ser explicado por razones de carácter endógeno, la realidad es que es parte de una tendencia regional más amplia que se profundizará en el mediano plazo. Como hemos declarado anteriormente, las clases medias latinoamericanas seguirán favoreciendo políticas fiscales expansivas y gastos gubernamentales, especialmente en el contexto del punto máximo del súper ciclo de los commodities, una desaceleración cíclica y una desigualdad estructural en los grandes ingresos”.

La consultora, también, dijo que la fuerza de la Nueva Mayoría ha acompañado una nueva era de reformas, impulsada por la agenda redistributiva para reducir la desigualdad gravando a las empresas.

“Un modelo económico increíblemente exitoso está siendo llevado a la izquierda. Políticas redistributivas a favor de los pobres, orientadas a reducir la riqueza de todos”, dijo.

Ejemplificó que naciones como Colombia, que redujeron la desigualdad a través de reformas que fomentaron el crecimiento e impulsando un ambiente a favor de los negocios cosecharon ganancias mucho mayores, a medida que los ingresos medios se expandieron y la igualdad social mejoró.

Sin embargo, comparó con países como Argentina, Venezuela y más recientemente Brasil que han demostrado que la intervención de mano dura de los gobiernos que buscan controlar la desigualdad no ha demostrado ser exitosa en lo absoluto. “De hecho, una receta de políticas a favor de los pobres es un callejón sin salida que a menudo resulta en una sociedad igual o más pobre, ya que los con mayores ingresos se han más pobres, en lugar de que los pobres se hagan más ricos”, señaló.

Efecto Empresarial

Por el lado de las empresas chilenas, BCA explicó que “todavía están digiriendo los impuestos más altos y ahora enfrentan la perspectiva de mayores costos laborales. Las reformas laborales implican costos laborales unitarios más altos y una presión considerable en las ganancias de las empresas. La confianza de las empresas ha colapsado completamente y seguirá moribunda. Como resultado, las inversiones seguirán contrayéndose”.

A este panorama negativo, BCA añadió que los precios del cobre están cayendo. “Las exportaciones de cobre representan 15% del PIB de Chile y el continuo impacto negativo de los términos de intercambio pondrá una presión a la baja en el crecimiento. Las probabilidades son que Chile esté camino a una recesión”, señaló.

El estudio termina indicando que de ninguna forma Chile es comparable con otros casos económicos latinoamericanos, no obstante subrayó que el país ha visto una importante interrupción de su sistema político tradicional y estable.

“En general, el mensaje clave es que aunque es una economía eficiente, saludable y vibrante, los vientos políticos en Chile están cambiando, con un impacto serio en el ambiente empresarial. Consecuentemente esto seguirá pesando en los precios de las acciones chilenas”.