Son la tercera mayor reserva de hielo del planeta y en ellas se encuentran las montañas más altas del mundo con ríos que dan sustento a millones de personas. Sin embargo, las cuencas del Himalaya son uno de los glaciares menos estudiados del mundo, lo que significa que nadie sabe cómo el calentamiento global podría modificar el caudal de los ríos, provocar inundaciones o afectar la agricultura.
Alagappan Ramanathan se ha propuesto cambiar esa situación preparando a un grupo de jóvenes científicos que recorrerían el Himalaya para recoger datos sobre los glaciares durante décadas.
El profesor de ciencias ambientales de 52 años de la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi tiene por delante una tarea que no es fácil. Debe convencer a graduados de poco más de 20 años de cambiar la promesa de un empleo bien pago en programación por un futuro de esquivar grietas y soportar el mal de altura en campos de nieve en los que la temperatura puede caer a -15 grados Celsius (5 grados Fahrenheit). En India hay tan pocos glaciólogos que sólo se supervisa alrededor de una docena de los casi 9.700 glaciares del Himalaya indio, y la situación es aún peor en Pakistán.
“Hay muchísimos más glaciares en el Himalaya que en los Alpes”, dijo Markus Stoffel, experto en glaciares de la Universidad de Ginebra que trabaja en el sur de Asia desde 2003. “Y hay una enorme carencia de datos. De hecho, ni siquiera tenemos información detallada de cuánto hielo hay en las montañas”.
Conversaciones sobre clima
Mientras en Lima, Perú, esta semana se desarrollan conversaciones sobre el clima, al otro lado del mundo los científicos se apresuran a estudiar qué sucede cuando glaciares que se extienden por siete países y originan ríos de los que depende la vida de 800 millones de personas se derriten demasiado rápido. Los glaciares del Himalaya probablemente hayan perdido un 13 por ciento de su superficie desde la década de 1970. Un derretimiento más veloz puede aumentar el riesgo de inundaciones devastadoras y hacer que el caudal de los ríos sea impredecible, intensificando las tensiones que genera el agua en la zona montañosa más militarizada del mundo.
En septiembre, Ramanathan envió a una docena de estudiantes, la mitad de los cuales nunca había visto nieve en su vida, en un viaje con todo pago a Chhota Shigri, un glaciar del norte de India, ubicado 70 millas (113 kilómetros) al sur de la frontera tibetana. Un periodista de Bloomberg se sumó a la expedición, que pasó dos semanas caminando por senderos cubiertos de grandes rocas y atravesando crestas nevadas, mientras aprendía a medir la velocidad de derretimiento del hielo y se acostumbraba a los terribles dolores de cabeza que provoca la altura y son inevitables a 16.000 pies (4.877 metros) sobre el nivel del mar.
Volumen de los glaciares
El campamento de entrenamiento era parte de un programa financiado por los gobiernos de India y Suiza y sirvió de curso acelerado para que los estudiantes aprendieran todas las habilidades que debe conocer un glaciólogo. Durante el día, los estudiantes dibujaban las rocas, medían el caudal de los arroyos y trazaban un mapa de la cuenca, mientras los profesores les hacían preguntas de improviso sobre geología y climatología. Las tiendas del campamento permanecían iluminadas hasta altas horas de la noche en tanto los alumnos se acurrucaban unos contra otros para completar las tareas que se les habían encomendado bajo el haz de luz de sus linternas.
Para llegar a la base de Chhota Shigri, el grupo tuvo que atravesar a los saltos una selva de piedras del tamaño de un lavarropas que parecía cubrir toda la superficie. Las rocas son una característica del Himalaya y complican los esfuerzos para trazar el mapa de estos glaciares desde el espacio.
“Es muy difícil para los satélites ver qué pasa cuando todo está cubierto de piedras”, explicó el geólogo estadounidense John Shroder, que ha hecho unas veinte expediciones al Himalaya desde 1968. “Hay que ir allí y tomar muestras clavando varillas en el hielo”.
Magnitud del problema
Hasta los mejores cálculos de la cantidad de agua contenida en los glaciares del Himalaya son “sumamente inciertos”, de modo que averiguar qué porcentaje de esa capacidad almacenada está desapareciendo cada año es difícil. Más de 800 millones de personas viven en las cuencas de tres de los principales ríos que se originan en el Himalaya, lo que hace que el estudio de los glaciares sea una prioridad importante para el mundo, señaló Graham Cogley, profesor emérito de geografía de la Universidad Trent de la provincia canadiense de Ontario.
“Los funcionarios y los políticos aún no tienen conciencia de la magnitud del problema”, dijo telefónicamente Cogley desde su casa de Peterborough. “Entender estos glaciares es de vital importancia”.
Monitorear los glaciares es una actividad de largo plazo, ya que los científicos necesitan por lo menos de veinte a treinta años de datos para establecer cuánto han retrocedido. A partir de los limitados datos disponibles, los campos de nieve del Himalaya aparentemente han perdido un 13 por ciento de su superficie en las últimas cuatro a cinco décadas, según un artículo publicado en enero en la revista Current Science.
Este retroceso es preocupante dado que la cuenca alimenta los ríos más grandes del sur de Asia: el Ganges, el Indo y el Brahmaputra. India sola ha construido por lo menos 3.553 grandes represas desde 1971, de acuerdo con los datos de la Comisión Central del Agua. Hay planeadas muchas más. Algunos de los proyectos podrían fracasar si se modifica el caudal de los ríos, poniendo en peligro el medio de subsistencia de los millones de personas que habitan las zonas rurales circundantes.
'Alto precio'
“Vamos a pagar un alto precio por no hacer una investigación profunda sobre los glaciares”, expresó en un correo electrónico Himanshu Thakkar, coordinador de la organización sin fines de lucro South Asia Network on Dams, Rivers and People. Parte de ese impacto ya es visible. Los lagos que contienen agua glacial desbordaron en los últimos años, inundando las aldeas y los pueblos con resultados catastróficos.
El programa de investigación de glaciares de India recibió un impulso no buscado hace siete años luego de un error mayúsculo cometido por el organismo de clima de la ONU. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático consignó en su informe 2007 que había una “muy alta probabilidad” de que los glaciares del Himalaya desaparecieran para 2035 si la Tierra seguía calentándose a la velocidad actual. La afirmación fue ampliamente comentada por las organizaciones de noticias del mundo mientras un coro de destacados científicos la cuestionaba.
La atención de los medios trajo un beneficio inesperado: llevó a que el gobierno reforzara el financiamiento de la investigación sobre los glaciares, dijo Jose Pottakkal, científico sénior de la Universidad Jawaharlal Nehru. El Departamento de Ciencia y Tecnología de India el año pasado gastó unos 150 millones de rupias (US$2,4 millones) en investigaciones para monitorear a nueve glaciares, según informó un alto funcionario de gobierno.