La petrolera YPF pretende extraer, durante los próximos 10 años, unos 40 millones de toneladas de arenas silíceas de campos ubicados al norte de Dolavon.
Son para realizar el fracking en el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén. Pero como anticipó EL CHUBUT, la empresa aún no cuenta con estudio de impacto ambiental aprobado. Sin embargo, el representante provincial ante la compañía de mayoría estatal, Jorge Gil, estimó que en el primer trimestre de 2015 estarían en condiciones de comenzar con la extracción.
«Eso está en estudio, lo que se llama la formulación y evaluación del proyecto», dijo el representante de Chubut ante el directorio de YPF, sobre el proyecto de extracción de arenas silícieas del que prácticamente no ha habido información oficial. Fue un anuncio al que el gobernador Martín Buzzi le puso gran expectativa, pero poco se conoció de la realización del proyecto de manera oficial. Ya EL CHUBUT había informado sobre el repentino interés de Cimsa -subsidiaria de YPF- por campos ubicados unos 50 kilómetros al norte de Dolavon.
Operadores inmobiliarios llegaron repentinamente a la zona y adquirieron campos, con canteras incluidas, en un trabajo silencioso tras el cual Cimsa apareció como nueva propietaria. De todos modos Gil dijo no tener precisiones al respecto. Pero sí remarcó que «hay una necesidad de YPF de sustituir la importación que se hace de China de esas arenas» para el fracking en Vaca Muerta, «pero el proyecto está en estado de formulación y análisis económico». Y agregó Gil que «la logística tiene mucha implicancia en esta cuestión», porque son cerca de 140 camiones diarios los que estarían transportando las arenas a Neuquén.
EXTRACCION Y RESTAURACION Según el boletín oficial de mayo de este año, Cimsa-YPF ya tuvo un sumario «por haber iniciado las actividades de exploración, sin la correspondiente aprobación del Informe de Impacto Ambiental, respecto a los expedientes de identificación de sitios de explotación de áridos, Pitu, Yatén y Betina». Gil reconoció en diálogo con EL CHUBUT, respecto al estudio de impacto ambiental, que «es uno de los aspectos que hay que ir evaluando, por ese motivo la demora» en la definición del proyecto de extracción de arenas silíceas. Explicó que además «depende de la tecnología que se vaya a aplicar para la clasificación y los esquemas de logística y distribución del producto para llevarlo a Vaca Muerta, de ahí va a emerger el estudio de impacto ambiental».
El proyecto «tiene distintos componentes, entonces hay que ir viendo cómo se va a diseñar en definitiva el modelo de negocios». Es decir que habría que realizar tres estudios de impacto ambiental distintos: sobre la extracción de las arenas silíceas, la industrialización, y sobre la significancia del traslado para las rutas. Por cierto, ninguno está realizado. Respecto a la extracción de las arenas, Gil sostuvo que «YPF tiene un esquema que va permitiendo restaurar el equilibrio medio ambiental a la vez que va extrayendo el producto, es decir que va extrayendo y va restaurando, recuperando».
COMIENZO DE LA EXTRACCION «En el primer trimestre del año próximo, hacia marzo ya estará el proyecto claramente definido y se habrán tomado las decisiones que sean más convenientes para YPF y la Provincia», estimó el representante de Chubut ante la petrolera. Pero supeditó los tiempos al trabajo de diversos especialistas que deben intervenir en el desarrollo del proyecto, del que aún no hay ni siquiera estudio de impacto ambiental.
Existen nuevos factores, como la significante baja del precio internacional del crudo y otros elementos que atentarían contra la pretensión de YPF y del Gobierno provincial en particular, de concretar la extracción de arenas silíceas en Chubut. «El más interesado en el tema es YPF como empresa, porque tiene que lograr un esquema de sustitución de importaciones que resultan muy costosas en estos momentos», recordó Gil. Además «desde el punto de vista de la balanza de pagos para el país también es importante ese desarrollo», dijo el miembro del directorio de YPF.
De todos modos, remarcó que «la expectativa es que sea una fuente de trabajo interesante. Pero la dimensión del proyecto va a ir de la mano de la cantidad de fuentes laborales que se crearán en la provincia». Cabe recordar que se trata de unos 40 millones de toneladas de arenas silíceas las que pretendería la petrolera extraer para la realización del fracking en Vaca Muerta por los próximos diez años. Se debe tener en cuenta que para el fracking se necesitan 10 mil toneladas por perforación. Atento a que por Ley un camión puede transportar no más de 28 toneladas, se necesitarían 357 camiones por perforación transportando arenas.
De darse una salida conjunta de toda la flota, sería algo así como un kilómetro y medio de camiones transportando arenas desde Dolavon hasta Neuquén. Se llegó a especular incluso con la posibilidad de instalar una vía férrea directa, pero la información oficial sigue siendo muy escueta, sobre todo respecto a la adquisición de las tierras donde se hallaron las arenas ricas en sílice.