Por Alberto Armendariz.
El gigantesco esquema de corrupción dentro de Petrobras se repite en todos los sectores de la economía brasileña. Por lo menos así lo reveló ayer ante el Congreso el arrepentido ex director Paulo Roberto Costa, que ratificó que ejecutivos de la compañía cobraban sobornos de empresarios para garantizarles contratos, y ese dinero beneficiaba a políticos de la coalición gobernante.
"Lo que sucede en Petrobras ocurre en todo Brasil, en las rutas, las líneas ferroviarias, los puertos, los aeropuertos e hidroeléctricas. Es sólo cuestión de averiguar por qué sucede", afirmó Costa, ex director de Abastecimiento de Petrobras (2004-2012), ante una comisión de investigación mixta de diputados y senadores.
Arrestado por la policía federal en marzo de este año, Costa, que actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario en Río de Janeiro, llegó a un acuerdo con el Ministerio Público para delatar a otros involucrados en la red de corrupción a cambio de una reducción en su pena. Las autoridades judiciales estiman que en la última década se movilizaron unos 10.000 millones de reales (4000 millones de dólares) en la trama por la que ya fueron detenidos dos directores de Petrobras y una veintena de empresarios de las mayores constructoras del país.
"Todo lo que dije ahí [en el acuerdo de «delación premiada»] lo confirmo. No hay nada allí que no confirme. Es un instrumento serio, que no puede ser usado como artificio, de mentira, que no pueda ser confirmado. Las pruebas existen y están siendo presentadas. Hablé de hechos, de personas. En el momento oportuno, serán de conocimiento público", agregó al referirse a los términos secretos en que se dieron sus revelaciones a la Justicia en los últimos meses.
La filtración de algunos datos del llamado escándalo "petrolão" sacudió la campaña electoral en la que la presidenta Dilma Rousseff ganó un segundo turno, pese a las acusaciones de que políticos del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), así como de sus aliados del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y del Partido Progresista (PP) recibieron dinero de los negocios irregulares de Petrobras. Costa se negó a dar detalles sobre los involucrados en los partidos, pero al ser preguntado varias veces por el diputado Enio Bacci, del Partido Democrático Laborista, señaló: "Me está poniendo en una situación difícil, pero son algunas decenas".
En las casi tres horas de audiencia en el Congreso, Costa también confirmó que, como había revelado hace unas semanas la revista Veja, él mismo envió en 2009 un mensaje de correo electrónico a Rousseff cuando ésta era presidenta del Consejo de Administración de la estatal y jefa de Gabinete de Luiz Inacio Lula da Silva, en el que advertía sobre irregularidades en obras de Petrobras que no podían avanzar por ser cuestionadas por el Tribunal de Cuentas de la Unión.
"Era de conocimiento del presidente de la compañía, y, contrariamente a lo que salió en la prensa, de que yo me favorecería por continuar con ese proceso, no es verdad porque aquel proceso me estaba enojando. Yo no estaba satisfecho con ese proceso", resaltó, y aclaró que nunca habló del tema personalmente con Rousseff o Lula.
Al ser cuestionado sobre por qué decidió renunciar, Costa dijo que ya no aguantaba más la presión que tenía para resolver problemas que no eran de su área. Indicó que decidió aceptar el mecanismo de delación premiada para "limpiar su alma" y a pedido de su esposa e hija, quienes le hicieron ver que él no tenía por qué pagar por todo solo.
Más allá de las declaraciones de Costa, la sesión de la comisión tuvo como propósito carear al ex director de Abastecimiento de Petrobras con el ex director del área Internacional de la estatal, Néstor Cerveró, quien reiteró que no estaba al tanto de la red de corrupción que implicó también negocios en el exterior, por lo menos en Estados Unidos y Japón.
"No conozco los términos de la delación premiada. No voy a responder a preguntas que desconozco. Pero ratifico lo que dije anteriormente aquí: no recibí sobornos", afirmó Cerveró al ser cuestionado por las revelaciones de Costa que presuntamente lo salpican.
El ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa ratificó este martes sus testimonios sobre la existencia de un esquema de corrupción en la petrolera estatal, aunque afirmó que el pago de sobornos es una práctica común en Brasil.
En una declaración ante una comisión del Congreso que investiga el tema, Costa dijo también estar arrepentido de formar parte de ese esquema, en el que aseguró que también estuvieron involucrados "algunas decenas" de parlamentarios, aunque no entregó más precisiones.
"Lo que pasó en Petrobras pasa en todo Brasil. En las carreteras, las ferrovías, los puertos, aeropuertos, las hidroeléctricas, eso ocurre en todo Brasil. Es sólo averiguar", afirmó en su declaración.
Costa, en prisión domiciliaria, está acogido a un régimen que le permite reducir sus penas a cambio de delatar y dar a conocer hechos concretos del caso, bajo secreto, por lo que su declaración ante el Congreso la realiza de forma limitada.
Según su testimonio ante la policía y la justicia, que se ha filtrado parcialmente a la prensa, el ex directivo ha dicho que varias empresas constructoras formaron un cartel para rotarse los contratos con Petrobras.
Para ello, pagaban un sobreprecio que era destinado a políticos e intermediarios, a cambio de adjudicarse las obras. Usualmente, el pago de la coima correspondía a un 3% del precio del contrato.
En este esquema han sido involucrados algunos militantes y directivos del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), así como de partidos aliados, quienes han rechazado las acusaciones.
Ante el Congreso, sin dar detalles, Costa ratificó todo lo afirmado. Aseguró que se acogió al régimen de "delación premiada" para "limpiar su alma" y a pedido de su familia, porque "él sólo no iba a pagar por todo" lo que ocurrió.
Costa, que trabajó 35 años en la firma, dijo que desde el gobierno de José Sarney -cuando retornó la democracia a Brasil en 1985- hasta el de Dilma Rousseff (presidenta desde 2010 y reelecta este año hasta 2018), siempre se ha necesitado apoyo político para llegar a ser director de Petrobras.
"Infelizmente, acepté una indicación política para asumir como director de Abastecimiento. Estoy extremadamente arrepentido de haber asumido eso (...). Acepté ese cargo, y ese cargo me dejó donde estoy hoy.
amentablemente ya sucedió, estoy arrepentido y quisiera no haberlo hecho", agregó.
Correo a Rousseff
El escándalo destapado este año en Petrobras, la mayor empresa de Brasil, involucraría desvíos de cerca de 4.000 millones de dólares en una década, una cifra que se acerca al presupuesto anual de algunos países.
Según indicó el martes la calificadora Fitch Ratings, las denuncias de corrupción pueden afectar la calificación crediticia de la estatal.
Durante la sesión, Costa reconoció que en septiembre de 2009 le hizo llegar un correo electrónico a Dilma Rousseff, entonces ministra de la Casa Civil (jefe de gabinete) de Luiz Inacio Lula da Silva, para informarle de que habían obras de Petrobras que no podían avanzar porque eran cuestionadas por el organismo regulador de las cuentas del gobierno, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU).
Precisó, eso sí, que ese mensaje lo envió con conocimiento de sus superiores en Petrobras y a pedido de la propia Casa Civil y que no fue para pedir una presión política, sino para manifestar su hartazgo por cosas que no estaban bien en la compañía.
Fueron ese tipo de situaciones las que, según él, le llevaron a dejar en 2012 el cargo de director de Abastecimiento que desempeñaba desde 2004.
"No aguantaba la presión que tenía encima para resolver problemas que no eran de mi área", agregó. Costa aseguró, sin embargo, que nunca habló personalmente del tema ni con Rousseff ni con Lula.
La presidencia afirmó que la revista opositora Veja, que difundió la información, manipuló los datos y que el propio TCU había informado un mes antes de esos problemas al despacho de Rousseff, y que en ningún momento se desprendió sospecha de desvío de dinero de obras.
La sesión en el Congreso tuvo como fin hacer un careo con el exdirector del área Internacional de Petrobras, Nestor Cerveró, quien reiteró que desconocía la existencia de un esquema de corrupción, pese a que fue involucrado por Costa en una de sus declaraciones ante la justicia.
La desviación de dinero público en Brasil no se da solo en Petrobras, sino también "en las carreteras, puertos, ferrocarriles y aeropuertos", afirmó hoy (02.12.2014) el exdirector de la petrolera estatal Paulo Roberto Costa en declaraciones ante el Congreso. Al declarar ante una comisión parlamentaria que investiga el escándalo de corrupción en la empresa más importante del país, Costa aseguró que renunció a su cargo de director de Abastecimiento de Petrobras en 2012 porque "no soportaba más la presión de solucionar problemas que no eran de mi área", y porque se sentía "asqueado" por las irregularidades.
Costa, quien fue arrestado en marzo pasado en un operativo de la policía federal que desestructuró una red de corrupción y lavado de dinero, firmó en septiembre con el Ministerio Público un acuerdo de delación premiada para intentar reducir su condena.
Políticos beneficiados por ilegalidades
En la única declaración hecha pública hasta ahora por la Justicia, el exdirector reveló que el 3 por ciento del monto de todos los contratos que firmó entre 2004 y 2012 fue desviado para financiar agrupaciones políticas aliadas del Gobierno, entre ellas el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Filtraciones divulgadas por la prensa y que todavía no han sido confirmadas oficialmente indican que, entre los beneficiarios del esquema ilegal, estarían decenas de políticos, entre senadores, diputados, gobernadores y al menos un ministro de Estado. El escándalo es investigado también por el Congreso, a través de una comisión integrada por diputados y senadores, que, sin embargo no han logrado acceder al contenido de las informaciones brindadas por Costa a la Justicia.
Al declarar hoy ante la comisión, Costa no reveló detalles sobre el esquema ni sobre la corrupción que afirma existe en otros rubros, y se limitó a asegurar que todo lo que dijo a la Justicia se corresponde con la verdad.
La petrolera estatal brasileña Petrobras dijo el martes que encontró gas natural en un pozo de exploración en Colombia, el primer descubrimiento en aguas profundas en la costa Caribe del país.
Petrobras es el operador del bloque Tayrona con un 40 por ciento de participación. La petrolera estatal colombiana Ecopetrol y la española Repsol tienen cada una un 30 por ciento en el área.
(Por Roberto Samora y Brad Haynes; Editado por Javier López de Lérida)
El exdirector de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, que está delatando a un juez un gigantesco caso de corrupción en el seno de la petrolera brasileña, afirmó ayer que en 2009 alertó de las irregularidades al Gobierno sin recibir respuesta.
En una comparecencia pública en una comisión parlamentaria que investiga el caso, Costa afirmó que informó "personalmente" al consejo de administración de la empresa y que envió un correo electrónico al Ministerio de Presidencia en 2009, cuando Dilma Rousseff, ocupaba ambos cargos.
No obstante, aclaró que "nunca" mantuvo una reunión con la jefa de Estado ni con el entonces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, para hablar "de forma clara y transparente" sobre el problema.
La semana pasada la Presidencia de Brasil negó que en 2009 el Gobierno conociera las irregularidades, después de que la revista Veja informara de que Costa había escrito a Rousseff.
En el correo, el exdirector dijo haber alertado de las "muchas dificultades" que Petrobras encontraba para conseguir precios competitivos en las licitaciones de obras de dos refinerías y un puerto, debido a un supuesto cartel formado por las principales constructoras del país.
En su declaración de ayer, señaló que estaba "enojado" con el sistema de corrupción "generalizada" y afirmó estar "amargamente arrepentido" por haber aceptado el cargo de director de Abastecimiento de Petrobras.
Costa, que cumple arresto domiciliario gracias al sistema de delación, confirmó ante la comisión parlamentaria todo lo que ya dijo a la Justicia y aseguró que existen pruebas de todas las irregularidades las cuales se harán públicas en algún momento.
No obstante, se negó a responder a las preguntas de los congresistas para no perjudicar el acuerdo de colaboración que firmó con el juez.
La Policía arrestó el mes pasado a altos ejecutivos de siete de las principales constructoras de Brasil sospechados de repartirse las obras convocadas por Petrobras e inflar los precios para alimentar una vasta red de corrupción política .
El exdirector del Área Internacional de la compañía, Néstor Cerveró, también interrogado ayer por la comisión, negó conocer la trama corrupta que, según las investigaciones de la Justicia, también afectó a su área.
Agencias EFE y AFP