El cobre inició el último mes del año cayendo 2% en la bolsa de Londres, después de que los hedge funds de commodities reaccionaran a las pérdidas por la caída del petróleo, luego de que la OPEP mantuviera su nivel de producción, deshaciéndose de posiciones de cobre en sus portafolios para ajustar las pérdidas. Esto, sumado al PMI de China que fue peor a lo esperado, derrumbó al peso chileno y contagió al resto de las materias primas. Aunque el cobre acumula una caída de 8,72% desde junio, se trata de una caída mucho menor que otros commodities como el petróleo Brent (-35,35%), el WTI (-33,30%), el hierro (-24,73%) y el gas natural (-13,89%).
¿Hay espacio para más caídas en el precio del metal rojo?
“La nueva debilidad que hemos visto se gatilló por la drástica liquidación en el sector de energía tras la reunión de la OPEP, que generó debilidad a lo largo de los commodities y los metales industriales no han sido inmunes a este efecto”, dijo a PULSO el jefe de estrategia de commodities de Saxo Bank, Ole Sloth Hansen, subrayando que hay un sentimiento negativo hacia los commodities a fin de año. Al mismo tiempo, dijo que podrían darse perspectivas para una recuperación en 2015.
Por su parte, el director de metales de BMO Capital Markets en EEUU, Tai Wong, destacó que el motor a corto plazo en el mercado de commodities es el precio del petróleo. “El oro y los metales base se recuperaron fuertemente, a medida que el petróleo repuntó de mínimos de varios años”, dijo.
El metal rojo tocó mínimos de cuatro años, afectado por los datos manufactureros peores a los esperados en China y Alemania. Tuvo su sexta jornada consecutiva a la baja, cayendo 2%, y alcanzando su menor precio desde julio de 2010 (US$2,89 la libra).
“El riesgo es que haya más pérdidas, aunque al mismo tiempo diciembre es un momento en que muchos traders reducen su exposición por el cierre de año”, añadió Sloth Hansen, mencionando que cualquier movimiento en el mercado atraerá una reacción mayor a la normal. “Desde una perspectiva técnica el panorama es negativo, pero por la forma en que se ha transado el cobre este año, casi todos los movimientos han sido seguidos por contramedidas, por lo que será difícil ver que se mueva de su nivel actual”, agregó.
Por su lado, el analista de Bernstein, Paul Gait, dice estar optimista de que el precio del cobre “subirá y fuertemente a largo plazo... pero a medida que más gente tenga esa expectativa, menos probable será ese resultado. El precio del cobre es inversamente proporcional a la cantidad de capital que fluye en los mercados de cobre”. Gait agegó que el mercado está esperando un repunte en la actividad manufacturera industrial de China, el mayor consumidor de cobre global.
Efecto contagio
En cuanto al petróleo, los miembros de la OPEP estarían esperando ver hasta qué punto la oferta no convencional se verá afectada. “El próximo trimestre veremos aún más sobre oferta, además de que la demanda tiende a caer en el primer trimestre respecto del último trimestre, por lo que aumentará la brecha y también la presión en instalaciones de almacenamiento mar adentro y fuera para sus precios”, dijo el analista de commodities para Natixis en Londres, Abhishek Deshpande. El experto agregó que con los precios cerca de US$65 no le sorprendería que caigan más. “Es difícil ver si caerán de US$60 pero hay presiones a la baja. Y si la demanda no mejora, habrá más presión”, agregó.
Una opinión distinta es la de Tai Wong, de BMO. “El mercado siente que el crudo está en un mercado pesimista, pero dicho eso, hemos llegado muy lejos en muy poco tiempo. No sorprendería ver un pequeño rally en el combustible tal vez hasta US$70”.
Deshpande además considera que “seis meses de bajos precios pondrán presión a la OPEP para que decidan recortar reservas como grupo o hará que productores como Nigeria y Venezuela caigan en bancarrota. Las monedas están cada vez más débiles”.
Por el lado optimista, sin embargo, los analistas destacaron que el panorama de crecimiento se verá apoyado por la caída en precios de energía. “Es bueno para el consumo y las empresas con altos costos de energía. La caída ayudará a estabilizar el crecimiento globalmente y, así, el panorama para los metales industriales”, dijo el ejecutivo de Saxo Bank.
Una nueva punta al tridente de bajas leyes del mineral, altos costos de energía y una escasa mano de obra calificada, se suma para la minería en Chile.
Hoy la industria minera no sólo enfrenta la judicialización de proyectos por factores ambientales, sino que surge una nueva incertidumbre y esta vez proviene desde la vereda comercial: el precio del cobre.
Según el cierre de la Bolsa de Londres, el metal rojo se transó (ayer) en US$ 2,89619 la libra contado “grado A”, su nivel más bajo de los últimos 4 años y 5 meses (el 1 de julio de 2010 se cotizó en US$ 2,88213).
La caída es un golpe de lleno a las compañías mineras que trabajan con reducidos márgenes. Las firmas que se mantienen bajo estructuras de costos más altas están ahora bajo una presión mayor.
Una alta fuente ejecutiva ligada al mundo de la minería detalla a PULSO que son cinco los proyectos mineros que resultan más afectados con esta caída.
Frente a este escenario, el ex ministro de Minería, Hernán de Solminihac sostiene que si bien las empresas realizan proyecciones de largo plazo, el actual gobierno no ha ayudado a elevar la competitividad del sector.
A su juicio el Ejecutivo “ha tomado decisiones que van en la senda contraria, como el fin al DL 600. Esa es una mala noticia. Esa era una certeza que los empresarios en el extranjeros tenían en nuestro país”.
En esa senda, hoy la máxima de la industria en Chile es la eficiencia en costos de producción, elevando la tecnología en sus procesos productivos.
José Tomás Morel, gerente de estudios del Consejo Minero, sostiene que “es innegable el impacto que tiene el precio del cobre sobre la economía chilena”.
De acuerdo a un estudio reciente de economistas de la Universidad Alberto Hurtado, una caída de 2% en el precio del cobre como la observada hoy, si tuviera cierta persistencia en el tiempo, provocaría en 5 años una caída en el PIB de 0,32%. También en ese horizonte de 5 años, el consumo agregado disminuiría 0,03% y el gasto público un 0,18%. El dólar, a su vez, subiría un 0,09%.
“El resultado general más interesante de dicho estudio es que el estrecho vínculo de la industria minera con otros sectores productivos, además de la conocida relevancia en los ingresos fiscales, hace que los shocks del cobre se trasmitan en forma perceptible al resto de la economía, en magnitudes que pueden ser estimadas con relativa precisión”, precisa el analista de la gran minería.
En esa línea, el presidente de Sonami, Alberto Salas, precisa que el “10% de la producción de cobre chilena tiene costos superiores a US$ 290 c/lb, por lo que podríamos esperar que esa es la producción que se ve más afectada con el bajo precio que se observa en la actualidad”.
¿Cuáles son los trabajos que tienen que realizar las empresas para asimilar este escenario?
“Continuar perseverando en la tarea en que actualmente están abocadas, cual es recuperar la competitividad y elevar la productividad. Sin duda es el principal desafío que enfrentan las empresas en la actualidad”, responde el timonel de Sonami.
Según el presidente de la comisión de Minería del Senado, Alejandro Guiller asistimos a un declive en un tiempo mediano del fin de las materias primas y el cobre no va a ser ninguna excepción. “Hay muchos proyectos mineros que están comenzando a despedir personal o a cerrar, porque este mal ciclo de los precios internacionales se nos junta con una baja en la ley de las reservas”, acota el parlamentario.
Sin embargo, para el investigador de Cieplan, Patricio Meller la caída de los commodity por el freno a la demanda de China podría generar un efecto rebote.
“La reactivación de la economía en EEUU empujaría a todos. Entonces, no puedes con un par de datos de una semana, decir que esto cambió. Eso no se hace”, remata.
¿Cuál cree que será el impacto que generará esta caída histórica en el desarrollo de los proyectos?
Esta no es una caída histórica de precios. Por otro lado, las empresas mineras evalúan sus proyectos en función de precios de largo plazo y que están en rangos en torno a los 3.0 uS$/lb, lo que implica períodos con precios por sobre y otros por debajo como lo observado los últimos dos días.
¿Cómo impacta el alza del dólar a los proyectos que están hoy en funcionamiento y a los proyectos que están en carpeta?
El alza del dólar tiene dos impactos, el más visible es el asociado al alza de costos en pesos de los insumos importados, pero existe otro, relacionado al menor precio en dólares de los factores productivos locales que no son indexados al dólar como las remuneraciones y muchos servicios.
Adicionalmente, el alza del dólar ayuda a reducir el impacto en pesos de la disminución del precio del cobre.
¿La mano de obra para el sector de minería sigue estando cara?
Los últimos dos años el valor de las remuneraciones en minería medidos en pesos se ha mantenido mucho más estable que en los años anteriores, reflejando una madurez de la industria. Con todo, el alza del tipo de cambio hace más baratos en términos relativos las remuneraciones, expresadas dólares por tonelada.
¿Frente a todas estas variables, qué rol cumple el ajuste de costos de las empresas?
El control de costos debiera ser un objetivo permanente de las empresas mineras, especialmente en momentos de márgenes más acotados y tenemos información que las empresas lo están viendo de esa manera.
¿Cómo trabajan las mineras en la ecuación entre costos y dólar?
Ya durante el año pasado vimos un freno en el ritmo de alza de los costos, lo que probablemente se va a evidenciar aun más este año. De esta manera, el alza del dólar no va a afectar de manera determinante los resultados de las empresas, más considerando el hecho que uno de los insumos relevantes de la industria minera, el petróleo y sus derivados, ha bajado fuertemente sus precios.
¿Cuáles son los trabajos que tienen que realizar las empresas para asimilar este escenario?
Las empresas deben continuar sus objetivos de reducción de costos y de incrementar la productividad de la industria.