Fue durante una conferencia en la sede del Trade Union Congress, la central sindical que reúne a los sindicatos más importante del Reino Unido.
La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, reiteró el pedido por la soberanía de las islas Malvinas y advirtió que la explotación de hidrocarburos en el archipiélago, "sin una infraestructura de apoyo en el continente, colocaría a la región frente al riesgo de un desastre ambiental".
Durante una conferencia en la sede del Trade Union Congress (TUC), la central sindical que reúne a los sindicatos más importante del Reino Unido, Castro sostuvo que "es inconcebible que un país que negoció con la dictadura militar, hoy se niegue a dialogar con un gobierno democrático y popular".
Asimismo, evaluó que el país europeo "se coloca en una posición de creciente aislamiento", al negarse al diálogo por la soberanía de las Islas, tal como indica el derecho internacional y resoluciones de las Naciones Unidas.
Durante la exposición, la diplomática denunció la creciente militarización del Atlántico Sur y afirmó que "la explotación de hidrocarburos en las Islas sin una infraestructura de apoyo en el continente, colocaría a la región frente al riesgo de un desastre ambiental".
"Sabemos que un día la Argentina ejercerá su soberanía sobre las Malvinas", enfatizó la embajadora, quien también señaló que "nuestra tarea es acortar los tiempos" para llegar a ese objetivo.
Además, Castro sostuvo que el día que se logre la soberanía, los habitantes de Malvinas tendrán "una mejor vida" porque "tendrán acceso a un sistema de salud y a la educación universitaria pública y gratuita; podrán elegir a sus autoridades como en cualquier provincia argentina", entre otros beneficios que enumeró la diplomática.
La embajadora también aprovechó la conferencia para agradecer el apoyo de "los legisladores británicos que aprobaron dos mociones en el Parlamento en apoyo a Argentina contra los fondos buitre".
"(...) estos fondos especulativos que quieren llevar a la Argentina a la quiebra con la ayuda de los tribunales de los Estados Unidos. El dilema del presente es establecer quién gobierna el sistema financiero internacional: si un pequeño grupo de usureros, o los Estados soberanos", consideró.