La caída del precio del petróleo se debe a factores estructurales que con mucha seguridad se mantendrán durante los próximos años. En el Perú, la mayoría de los sectores se verá beneficiado, pero también habrá perdedores.
La caída actual del precio del petróleo no obedece a factores coyunturales, sino a una reconfiguración de este mercado a nivel mundial. Estados Unidos, principal consumidor de petróleo con 19 millones de barriles diarios (MMBP), se ha convertido también en el principal productor a raíz de la explotación de los yacimientos de shale oil o petróleo de esquisto. Ello le ha permitido reducir sus importaciones de 9 a 7 MMBP desde el 2009, según cifras de la U.S. Energy Information Administration (EIA). Incluso se prevé que la primera potencia mundial será energéticamente independiente en el 2020.
Por otra parte, las necesidades de petróleo en los países de la OCDE viene reduciéndose desde el 2007 a raíz del cambio hacia una matriz energética menos dependiente de los combustibles fósiles.Asimismo, la desaceleración del crecimiento de China, el segundo consumidor de petróleo a nivel mundial, es otro determinante de la caída del precio. Al respecto, Goldman Sachs estima una convergencia del crecimiento chino a 6% en los próximos 5 años.
En ese escenario, los países productores de petróleo miembros de la OPEP no han logrado un acuerdo para reducir su producción. “Hay una sobreoferta de petróleo, pero ése no es un problema de la OPEP”, reconoció Suhail bin Mohammed al-Mazroui, ministro de Petróleo de los Emiratos Árabes Unidos el último jueves.
En todo caso, aun así acuerden una reducción, el poder de ese grupo se viene reduciendo a raíz de la nueva configuración del mercado. Todo indica pues que el precio se mantendrá bajo
Pero, ¿cómo influirá todo esto en el Perú?
(CASI) TODOS GANAN
Un petróleo barato para países importadores netos de ese hidrocarburo como el Perú se traduce en un impulso en su tasa de crecimiento. El crecimiento mundial se vería impulsado en alrededor de 0.1% y 0.2% puntos porcentuales.
Asimismo, los menores precios tienen un impacto positivo en la actividad económica y la inflación del Perú. El efecto favorable sobre la demanda agregada se dará a través de la disminución del déficit en cuenta corriente.
Además, el precio bajo contribuirá a que la inflación, que actualmente es de 3.09%, converja más rápidamente hacia el centro del rango meta del BCR (de 1% a 3%). El efecto se sentirá en el mercado por medio del abaratamiento de los precios de los combustibles para los consumidores finales y de los costos de producción de las empresas.
En específico, los sectores económicos que tienen un consumo más intensivo de petróleo y sus derivados, y que por tanto experimentarán un mayor impacto positivo son transporte minería industria y comercial.
La otra cara de la moneda está en el sector petrolero peruano, cuyas posibilidades de desarrollo se reducen.
EMPIEZA A PONERSE CRUDO
“La caída tendrá un impacto directo en el upstream, donde las empresas han efectuado sus cálculos y proyecciones económicas tomando como referencia los precios de petróleo más altos”, señala Manuel Galup, presidente del comité jurídico de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos.
En un escenario como el actual las empresas petroleras comienzan a ajustar sus programas de trabajo e inversiones. Y es de esperarse que ello suceda en el Perú. Así, se reduce aún más el atractivo del Perú para las inversiones petroleras.
A nivel país, en el balance final, el bajo precio del petróleo es beneficioso para la economía. Los combustibles más baratos permitirán incrementar la rentabilidad y la competitividad de las empresas, y le generarán ahorro a los consumidores finales. Los beneficios superan largamente los efectos negativos en el sector petrolero.
El análisis detallado de los efectos de la caída del crudo en todos los sectores de la economía peruana lo puede encontrar en la edición impresa de SEMANAeconómica.