A cargo de asesorar al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet durante el proceso de reforma al Código de Aguas, se encuentra enfocado el Banco Mundial.
Se trata de un estudio que cuenta con dos fases: la primera busca identificar los problemas legales en el área. Esta parte está finalizando y la experiencia de otros países formarán parte de las nuevas recomendaciones al gobierno.
No obstante, el proceso de cambios al Código de Aguas no ha estado ajeno de críticas por parte de gremios ligados al agro y asociaciones de riego.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Patricio Crespo, ha alertado que las indicaciones serían “inconstitucionales” y generarían un daño al sector.
Frente a las críticas, el encargado del Banco Mundial, Javier Zuleta, defendió los cambios que impulsa La Moneda. “La experiencia internacional indica que la temporalidad de los derechos de agua no afecta a la inversión”, sostiene.
Tampoco la iniciativa que el gobierno está pensando y que propone restricciones sobre derechos futuros, agregó Zuleta.
Sin embargo, la labor de apoyo del Banco Mundial no es materia nueva. En 2012, el gobierno anterior solicitó su asesoría para analizar la situación institucional que rige al Código de Aguas. Y se propuso crear una Subsecretaría de Asuntos Hídricos.
Consultado si el Banco Mundial ve acogidas sus propuestas en las indicaciones del gobierno, Javier Zuleta sostuvo que “se debe destacar la coherencia de Chile en esta materia”.
Con todo, para el representante del Banco Mundial, debe haber restricciones para el uso del agua.