Por Eleonora Gosman.
El Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia, confirmó hoy que la presidenta Dilma Rousseff anunciará mañana, jueves, los nombres de los nuevos ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planificación, Nelson Barbosa. Pero la ceremonia de asunción de esos cargos no será inmediata, como se estimaba hasta ayer. Los flamantes funcionarios deberán trabajar con un equipo de “transición” de los actuales ministerios, para elaborar medidas que garanticen “un ajuste fiscal consistente” pero a la vez “gradual”.
La apuesta es evitar recortes desenfrenados, que provoquen una recesión económica. Pero también se trataría de conseguir un superávit de las cuentas que permita pagar la deuda.
En una reunión que mantuvo el martes en Brasilia con el futuro titular de Hacienda, Dilma le dio entera libertad a Levy para decidir sobre las medidas inmediatas y de más largo plazo. Admitió, incluso, frente a su nuevo colaborador que es preciso realizar “un buen ajuste”. La opción por este economista había surgido de un encuentro de la presidenta brasileña con el dueño del principal banco de Brasil, el Bradesco, Lazaro Brandao y su principal ejecutivo, Luiz Carlos Trabuco, la semana pasada.
En la cita de antes de ayer, en la que estuvo también el titular del Banco Central Alexandre Tombini, y el ministro jefe de la Casa Civil, Aloizio Mercadante, el cuarteto discutió las nuevas medidas económicas que deben ser anunciadas. Pero el análisis más profundo de las futuras orientaciones le demandará más tiempo del previsto al nuevo equipo. Inclusive porque varias de las decisiones requerirían enviar proyectos de ley al Congreso. Según informó el diario económico Valor en su edición de ayer, al confirmar hoy a Levy y Barbosa, Dilma aprovechará para explicar las líneas principales de acción de su segundo mandato, que asumirá el 1° de enero.
Para el sector financiero, el de Levy es el “equipo de los sueños”. Según Roberto Setúbal, propietario del banco Itaú y hermano de Neca (la ex asesora de la ex candidata Marina Silva), los hombres que pasarán a conducir el área económica “son excelentes”. Evaluó, también, que “abren una buena perspectiva para Brasil”.
Más cauto, el economista Edmar Bacha, uno de los diseñadores del Plan Real que en 1994 le dio el triunfo al ex presidente Fernando Henrique Cardoso, afirmó que Rousseff “sabe con quién trata. Levy es una persona muy independiente y con fama de duro. Si no tuviera espacio, renuncia. Y eso será pésimo para Dilma”, declaró ante periodistas.
En su visión, si “Dilma eligió un equipo de estos quilates para cambiar y tener un segundo mandato más parecido al primero de Lula da Silva, eso será muy bueno para Brasil”. Postuló, también, que las claves del futuro económico brasileño deben pasar por metas claras de inflación, cambio flotante y un fuerte superávit primario.
Según el actual secretario del Tesoro, Arno Augustin, este año registró un empeoramiento de los resultados primarios del gobierno federal. Pero defendió el desequilibrio por entender que en 2014 hubo que priorizar inversiones y gastos como los registrados en educación.
El funcionario no mencionó, sin embargo, aquellos generados por la realización del Mundial, en junio pasado, que no fueron menores. El secretario sostuvo que “el resultado primario debe ser anticíclico, de modo que ayude en los momentos en que la economía pierde dinamismo”. Augustin no deberá permanecer en ese puesto, ya que Levy tiene previsto designar para la función a una joven economista.
Los acusados en una investigación por sobornos que involucra a la estatal brasileña Petrobras intentan que la investigación quede en manos de la Corte Suprema, que se caracteriza por tardar varios años en procesar los casos.
Abogados de exfuncionarios de Petrobras acusados desviar fondos de la compañía a partidos políticos, junto a ejecutivos de una unidad de construcción, intentan alejar el caso del juez federal Sergio Moro, quien es conocido por emitir severas sentencias por cargos de lavado de dinero.
Moro llevó adelante el caso desde marzo y ordenó decenas de arrestos.
El escándalo de Petrobras contrajo la economía de Brasil y se convirtió en la mayor crisis que ha afrontado hasta el momento la presidenta Dilma Rousseff, quien estuvo a cargo del directorio de la compañía entre el 2003 y el 2010.
El actual argumento sobre la jurisdicción se centra en la participación de políticos en el caso.
Moro ordenó a los acusados no mencionar a funcionarios electos en la primera etapa de las declaraciones. De esa forma, espera reunir la mayor información posible antes de que el caso llegue a la Corte Suprema, que bajo la ley brasileña es el único tribunal que puede juzgar a políticos de alto rango, incluidos congresistas.
Los acusados en una investigación por sobornos que involucra a la estatal brasileña Petrobras intentan que la investigación quede en manos de la Corte Suprema, que tiene una reputación de tomarse varios años en procesar los casos.
Abogados de ex funcionarios de Petrobras acusados desviar fondos de la compañía a partidos políticos, junto a ejecutivos de una unidad de construcción acusados de participar en la trama, intentan alejar el caso del juez federal Sergio Moro, quien es conocido por emitir severas sentencias por cargos de lavado de dinero.
Moro ha llevado adelante el caso desde marzo y ordenó decenas de arrestos.
El escándalo de Petrobras ha estremecido a la economía de Brasil y se convirtió en la mayor crisis que ha afrontado hasta el momento la presidenta Dilma Rousseff, quien estuvo a cargo del directorio de la compañía entre el 2003 y el 2010.
El actual argumento sobre la jurisdicción se centra en la participación de políticos en la trama.
Moro ha ordenado a los acusados no mencionar a funcionarios electos en la primera etapa de las deposiciones. De esa forma, espera reunir la mayor información posible antes de que el caso llegue a la Corte Suprema, que bajo la ley brasileña es el único tribunal que puede juzgar a políticos de alto rango, incluidos congresistas.
Los abogados de la defensa dicen que tal separación es imposible.
"Toda esta investigación involucra a personas con jurisdicción especial", dijo Tofic Simantob, un abogado de Gerson Almada, vicepresidente de la firma de construcción Engevix que está actualmente encarcelado.
Simantob, que junto con otros abogados presentó quejas contra Moro en la Corte Suprema esta semana, dijo a Reuters que la policía federal ha tenido evidencia por largo tiempo de que la trama involucra al menos a dos congresistas.
Moro describió el argumento de los abogados como "una fantasía" en un documento presentado al regulador el miércoles en Curitiba, una ciudad del estado suroriental de Paraná, donde se desempeña actualmente.
Moro no negó que está intentando de mantener a los nombres de políticos fuera de las deposiciones, pero sí que tuviera esos nombres y que se los estuviera ocultando a la Corte Suprema.
Sostuvo que la investigación que encabeza está limitada a denuncias de corrupción y lavado de dinero por parte de "agentes de Petrobras".
No está claro si la Corte Suprema aceptará el argumento de la defensa. Hasta el momento Moro ha evitado la clase de errores de procedimiento que frecuentemente provocan que los casos sean desestimados en Brasil.
Por JULIÁN GUARINO.
El debut del que será a partir de hoy el flamante ministro de Economía de Brasil, Joaquim Levy, no sólo alimentó en las últimas horas las especulaciones en torno a un giro en el manejo de la política económica; también generó efecto en el mercado cambiario. El real brasileño se apreció 1,10% frente al dólar, moneda que cerró la sesión negociada a 2,506 reales, en lo que ya es una fuerte recuperación de la moneda desde que a comienzos de mes tocara su menor valor para los últimos nueve años. La expectativa de apreciación de la moneda brasileña podría generar alivio en el ministerio que conduce Axel Kicillof y en el Banco Central de Alejandro Vanoli, ya que la apuesta es por mantener con pocas variaciones el tipo de cambio y una devaluación en Brasil habría generado especulaciones.
Levy, ex secretario del Tesoro durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2007) y actualmente director de la división de Gestión de Activos del banco Bradesco, es un economista conservador en materia fiscal que pareció torcer la dirección en la que se orientaba el real brasileño después de que la presidenta Dilma Rousseff fuera reelecta. El 11 de noviembre, la moneda tocó su mínimo en los 2,61 reales por dólar después de haber arrancado el año en los 2,36 reales.
En rigor, según se desprende de numerosos informes bancarios, se espera que bajo su dirección Brasil reduzca su gasto y que implemente metas tributarias de varios años para recuperar las finanzas públicas.
En lo que va del año, el gobierno central acumula un déficit presupuestario primario de 11.577 millones de reales. La meta original para 2014 era un superávit de 80.773 millones de reales.
De hecho mañana el Banco Central de Brasil tiene previsto publicar los resultados fiscales consolidados, que incluyen además a los estados, los municipios y algunas empresas estatales. La cifra se considera la referencia del desempeño fiscal de Brasil.
A comienzos de año el Gobierno había fijado un objetivo de superávit primario de 116.000 millones de reales, o de un 2,15% del Producto Interno Bruto. Posteriormente lo bajó a un 1,9% del PIB y ahora quiere que el Congreso apruebe que se reduzca ese objetivo a apenas un 0,19% del PIB. Las agencias calificadoras han advertido que el deterioro de las cuentas fiscales, junto con la falta de transparencia, podrían llevar al país a sufrir otro recorte en su nota crediticia.
La bolsa se ha visto impulsada desde que se conocieron las primeras noticias sobre la designación de Levy el jueves pasado, con los títulos de Petrobras reflejando el crédito que los inversores le dan al Gobierno y al nuevo equipo económico, pese a los informes negativos para la compañía, envuelta en denuncias de corrupción.
La bolsa brasileña cerró en baja ayer con los títulos de Vale y de las firmas siderúrgicas liderando las pérdidas del índice Bovespa, en medio de la espera de los agentes del mercado por el anuncio. El Bovespa cayó un 0,83% y el volumen financiero alcanzó los 6.320 millones de reales.