Federico Aringoli.

Gabino Lockwood es un personaje conocido para la industria petrolera. Pese a que está en el país desde la década del 70 aún no pierde el acento del "spanglish". Antes de terminar la charla se frena y traduce un cartel enmarcado que cuelga de una de las paredes de la sala de reuniones, dentro de la base de operaciones en el Parque Industrial de Neuquén: "Por favor Dios dejá que haya otro boom petrolero. Prometo no desperdiciarlo esta vez".

Dedicado al control de emergencias opina que los accidentes ocurren generalmente "por errores humanos" y agrega que la industria del petróleo y el gas en la Argentina está muy calificada porque es la que más capacitada está. De todos modos reconoce que con el aumento de la cantidad de equipos, las posibilidades de contingencias también aumentan.

–Usted señalaba que la capacitación debe ser constante.

–Cuando yo empecé en la industria, en el 77, comenzamos a sumar mucha capacitación y en realidad la capacitación es el secreto de la prevención. Primero lo que tenemos que hacer es capacitar a las personas, entonces se evitan los errores y de esa manera también los accidentes. Es una cadena muy sencilla. Cada vez se está capacitando más, yo diría que hoy en la Argentina una de las industrias con más capacitación es la del petróleo y el gas.

–Hace poco tiempo hubo un hecho fatal en un yacimiento en Añelo que se vinculó con la inexperiencia del operario.

–A medida que hay trabajo hay riesgo de que alguien se pueda lesionar. A medida que hay más trabajo se incrementa ese riesgo y crece la posibilidad de que alguien se lesione… van a existir lamentablemente accidentes, pero yo me acuerdo que en la década del 70 teníamos muchos accidentes y muchas fatalidades en el trabajo. Hoy, en proporción a la cantidad de equipos que están trabajando, que supera ampliamente a aquella época, hay muchos menos accidentes y eso es consecuencia de la capacitación. Cualquier muerte es una barbaridad, estamos de acuerdo, pero es muy poco con la actividad que tenemos en la actualidad.

–Hubo al menos tres hechos con pozos descontrolados en el último año ¿Esto tiene que ver con la intensidad con la que se trabaja?

–Algunos accidentes o incidentes están causados por fallas de materiales, fallas de diseño o errores de las personas. Hay un mix, pero hay más fallas del hombre que mecánicas. Los incendios no son comunes, desde que comencé mi empresa en el 91, éste (por el de Pluspetrol en Plottier) fue mi primer trabajo sobre un pozo incendiado.

–Nos hemos enterado de tres hechos en el último año. ¿No ocurren más o no nos enteramos?

–(risas)… a veces no nos enteramos ni siquiera nosotros. Esto es así. Pero lo que sí es cierto es que las empresas hacen un gran esfuerzo en sumar capacitaciones.

–Qué diferencia hay entre un campamento en nuestro país y uno en el exterior.

–Yo creo que estamos bien en relación con los de Norteamérica. Tenemos buenos campamentos y buenas instalaciones. La única diferencia que tenemos hoy es un gran recambio generacional. Hay muchos trabajadores que se están jubilando y hay muchos que están ingresando. Además hay un cambio de tecnología, entonces ocurre que hay gente nueva con tecnología nueva, lo que es más riesgosa que la gente vieja con tecnología nueva. Pero no es como antes, por ejemplo, que no se sabía qué era el gas sulfhídrico. Desde el 2002 no ha ocurrido ningún accidente con sulfhídrico en el país.

–¿Hay equipos y herramientas para controlar cualquier situación en la Cuenca Neuquina?

–Sí. Somos la única empresa en la Argentina que cuenta con experiencia en mano de obra y que tiene equipamiento para controlar incendios y las herramientas para controlar pozos descontrolados, algo que no hay en otra parte del país y que generalmente se traen desde el exterior.