El Gobierno alemán no prohibirá la técnica del “fracking” para obtener shale gas, según el último borrador de una ley del Ministerio de Medio Ambiente. Se prevé que la norma sea parecida a la ya existente en el Reino Unido.
La ‘era del petróleo barato’ ha llegado para quedarse: sus consecuencias serán mundiales. El “fracking” o fracturación hidráulica para extraer gas y petróleo ha transformado el mercado energético de Estados Unidos, que gracias a esta revolución se ha convertido en el primer productor mundial de petróleo por delante de Arabia Saudí.
El método está permitido en el Reino Unido con restricciones de seguridad y prohibido en Francia, mientras que España aprobó en noviembre del año pasado una ley de evaluación ambiental en la que por primera vez se regulaba a nivel estatal el “fracking”, una técnica que es vista con buenos ojos por el actual Gobierno español.
El ministerio de Industria está estudiando incluso modificar la ley de hidrocarburos para incentivar el uso de esta técnica, que está cambiando el mapa mundial de la producción de gas con la entrada de Estados Unidos como uno de los principales productores.
La industria alemana está preocupada porque su competitividad se vea dañada por el incremento de los costos energéticos comparado con los precios más bajos en Estados Unidos, que ha visto un boom del “fracking”.
El deterioro de las relaciones con Rusia sobre la crisis con Ucrania también ha presionado a Europa, especialmente a Alemania, a reducir su dependencia del gas ruso y ha alimentado el debate sobre el esta técnica.
Alemania está esbozando una nueva normativa sobre el “fracking”, y ha prometido estrictas auditorías medioambientales. La ministra de Medio Ambiente Barbara Hendricks dijo que la nueva ley pondría el listón muy alto para el “fracking” en busca de gas. “Con esto estamos estableciendo la normativa más estricta para ‘fracking’ que ha habido nunca”, dijo Hendricks.
Pero el borrador, según la agencia Reuters deja claro que en casos excepcionales el “fracking” comercial podría permitirse tras una prueba de perforación que tenga éxito y la aprobación de un comité especial.
Se prevé que la norma sea parecida a la ya existente en el Reino Unido, es decir, ‘fracking’ sí pero con muchas limitaciones. La seguridad y el medio ambiente estarán por delante, pero cuando estos dos aspectos no se vean afectados se podrán realizar fracturas hidráulicas para extraer el ‘shale oil’ y el ‘shale gas’ del subsuelo.