Problemas medioambientales de la magnitud del calentamiento global requieren tomar acciones inmediatas para impedir que se produzcan nefastos acontecimientos en un futuro no tan lejano. En este sentido, la investigación científica de vanguardia ocupa un papel central y nuestro país no se queda atrás en esta tendencia. Esta semana, un grupo de quince científicos chilenos inició una exploración inédita en la base Glaciar Unión, a 1.080 kilómetros del Polo Sur.
La iniciativa, enmarcado dentro del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN), contempla la ejecución de trece proyectos en los que participarán ocho destacadas instituciones científicas del país.
Marcelo Leppe, jefe del departamento científico del Instituto Antártico Chileno (INACH), explicó a los medios que estos proyectos contarán con el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas y se centrarán en la diversidad y funcionalidad de la microflora del lugar, así como el estudio de las propiedades ópticas de la criósfera antártica y los efectos del cambio climático en ella, y la búsqueda de bacterias y organismos fotosintéticos para conocer sus adaptaciones y rol ecológico.
Según indicó el experto, el primer grupo de científicos trabajará hasta el 30 de noviembre, y el segundo lo hará entre el 1º y el 15 de diciembre.
La Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, inaugurada el 4 de enero de este año como parte del Plan Legado Bicentenario chileno, será el centro de operaciones oficial. Junto a la base americana Amundsen-Scott y la china Kulun, es una de las tres únicas que se encuentran dentro del círculo polar antártico.
Si bien el ambiente al que se enfrentarán estos investigadores será relativamente benigno, con temperaturas máximas de menos de 5 grados y mínimas de menos 15 grados, por la noche pueden alcanzar fácilmente los 40 grados bajo cero.