En septiembre se amplió el acuerdo con Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para comenzar a extraer crudo en el país caribeño. El acuerdo establece que Pdvsa tendrá a su cargo el 60% de un área de campos maduros de los cuales Ancap será propietario del 40% restante.
El ente se asociará con la empresa Venro Corporación Petrolera (integrada por capitales venezolanos y estadounidenses) y le entregará el 49% del total de su participación en el emprendimiento. Esta firma se hará cargo de financiar el emprendimiento que tienen un costo inicial de unos US$ 60 millones. "A la empresa le viene muy bien. No pone un peso y además desarrolla experiencia petrolera. Es un negocio muy interesante por el que se puede llegar a ganar mucha dinero", dijo a El País el director colorado del ente, Juan Máspoli.
La zona donde se extraerá petróleo se ubica en el oriente (al norte de la Faja del Orinoco) que es el área más tradicional de la explotación de crudo en el país caribeño. En esos campos maduros en tierra hay cientos de pozos, mucho de los cuales están productivos y se les extrae petróleo.
La producción actual en esos campos es de entre 1.000 y 2.000 barriles de crudo diarios. La idea de los técnicos de Ancap es aumentar esa producción a 6.000 barriles al día.
El contrato con Pdvsa establece que Ancap cobrará un dividendo por ese aumento de producción. Ese dividendo será calculado en base a barriles de petróleo y no en plata.
La sociedad mixta le venderá petróleo a Ancap y le cobrará el valor estipulado menos el dividendo calculado en barriles de crudo. Esa ganancia de Ancap será el equivalente a un embarque por año. La empresa pública compra entre 12 y 14 cargamentos de crudo al año.
En las próximas semanas representantes del ente y de Venro Corporación Petrolera continuarán negociando los términos para la firma del contrato que puede darse antes de fin de año.
Esta manera de financiar los proyectos en el exterior con inversión externa, es una de las alternativas que la empresa pública pretende tomar como opción en el futuro, ya que no cuenta con fondos propios para destinar a nuevos emprendimientos. Es por eso que, ofreciendo su know how, busca socios en el extranjero que se hagan cargo de las nuevas inversiones.
En los primeros meses de este año, Ancap observaba con cautela sus futuras inversiones en Venezuela producto de la inestabilidad cambiaria y política en la que estaba inmerso el país caribeño. Incluso se llegó a evaluar la posibilidad de suspender los proyectos en Venezuela que habían comenzado a estudiarse hace cinco años.