Por Jimena Paredes.
Estudios preliminares que datan desde 1965 hasta 2011 “evidencian” la existencia de uranio en siete departamentos de Bolivia, cuyas áreas serán sujetas a futuro a la prospección y exploración, según datos del Servicio Geológico Minero (Sergeomin).
Los departamentos en los que hay “ocurrencias” de depósitos de uranio son Chuquisaca, Tarija, Cochabamba, Potosí, La Paz, Santa Cruz y Oruro, de acuerdo con un informe de la entidad estatal, a la que tuvo acceso este medio.
En el documento oficial se explica lo siguiente: “Conforme todos los estudios realizados (...), se evidenciaron objetivamente que existen áreas prospectivas de dicho recurso en siete de los nueve departamentos del Estado Plurinacional de Bolivia, que serán recién sujeto a futuro de estudios de prospección y exploración”. En los estudios también se incluye al Torio (Th), que pertenece a las sustancias radiactivas. Este elemento químico se encuentra en Santa Cruz y Chuquisaca.
También se añade que “a excepción” de la mina Cotaje, ubicada en el departamento de Potosí, “no existen trabajos de explotación de este recurso en nuestro país y por ende la cuantificación de reservas del mismo”, pues para la realización de estos trabajos se requiere grandes inversiones y personal técnico especializado en prospección y exploración en minerales radiactivos.
Solo los depósitos de uranio que se encuentran en la mina del cerro Cotaje, situado en la provincia Antonio Quijarro del departamento de Potosí, fueron sujetos de explotación y estudio de exploración geológica, precisa Sergeomin.
Antecedentes. Los primeros trabajos de prospección de minerales radiactivos fueron ejecutados por Sweddish y el Servicio Geológico de Bolivia (Geobol) en 1965, que incluían radiometría y magnetometría aérea de la Cordillera de los Frailes, de acuerdo con los datos de la entidad estatal.
La Comisión Boliviana de Energía Nuclear (Coboen) inició la aplicación de métodos de Radiometría Terrestre en el área de Sevaruyo de Oruro el año 1969, investigando en sedimentitas de edad Cretácica, Paleógena y Neógena con escasos resultados.
En 1970 dirigió la búsqueda de minerales de uranio en rocas volcánicas de la Formación Los Frailes con resultados positivos que llevaron a la localización del depósito de este elemento en Cotaje y las “anomalías Huancarani, Torko, Los Diques, Tholapalca y otras anomalías menores”.
Los primeros estudios en Cotaje fueron efectuados por el Dr. C.A. Parera (1971), A. Aparicio (1973). En 1977, el Dr. A. E. Belluco, quien estudió además de Cotaje las manifestaciones uraníferas del área Río Márquez. Los numerosos informes de los geólogos de Coboen contribuyeron al conocimiento del ambiente geológico en el que se desarrolla la mineralización de uranio, señala el informe. Coboen era una entidad descentralizada del Estado e inició las investigaciones sobre la explotación de uranio en el cerro Cotaje.
Según Sergeomin, en todo ese proceso de investigación en Cotaje se identificó una reserva de 35.000 toneladas de manera estimada, con un contenido de entre 0,069 a 0,078 % de uranio (U3O8).
En los años 70 Coboen montó una planta piloto de lixiviación en esa área para tratamiento de uranio, de manera que en 1974 se logró producir dos kilogramos de concentrado de uranio denominado “yellow cake” (torta amarilla) con una pureza del 60% en un periodo de seis meses, “el mismo que fue entregado al Presidente de la República de ese entonces, general Hugo Banzer Suárez”.
Entre 2009 y 2011, el Servicio Nacional de Geología y Técnico de Minas (Sergeotecmin) y la Gobernación de Potosí, a través de su Secretaría de Minería, encararon el proyecto “Prospección y Exploración Geológica Minero en el Distrito de Cotaje”, llegando a la fase de exploración y evaluación de los depósitos de Tholapalca y Coroma Este, que fueron priorizados por los contenidos en los depósitos, complementó Sergeomin. Como resultado de estos estudios se tiene mapas radiométricos, añade la entidad estatal.
Las tareas efectuadas por Coboen
Trabajos
Entre los años 1970 y 1971 Coboen, mediante el Departamento de Materias Primas, orientó sus trabajos de prospección a lugares que potencialmente ofrecen condiciones de contener depósitos uraníferos. Una de las primeras conclusiones a las que llegó la entidad es considerar a la Cuenca Mesozoica y Cenozoica del Altiplano como un área favorable a la “ocurrencia” uranífera.
Calidad
La pureza del yellow cake era del 60%.
Un experto dice que Cotaje sirvió de escuela
Para el experto en metalurgia nuclear Willy Vargas Enríquez la explotación de uranio en el cerro Cotaje de Potosí en los años 70 sirvió para adquirir experiencia en la minería nuclear en el país y formar personal en esta área, pese a que la reserva encontrada en el lugar era pequeña y no era considerada yacimiento.
“Se pretendía con Cotaje una pequeña producción, pero el lugar no tenía mucha importancia porque para ser un yacimiento de uranio tiene que tener por lo menos 1.000 toneladas de reserva y Cotaje tenía apenas como 30 toneladas, era pequeño, sirvió solamente para entrenamiento, en la época de oro de la energía nuclear”, dijo el profesional que dirigió los trabajos de investigación para la obtención del yellow cake (torta amarilla) en 1974 en esa mina.
Consideró que en la actualidad se debe becar a profesionales para que se especialicen en energía nuclear pues en la actualidad no existen especialistas en el país dedicados a este rubro. “En Bolivia es importante que se reinicie esta actividad y creo que el Gobierno está impulsando esto”.
El 29 de octubre, en conferencia de prensa, el vicepresidente Álvaro García Linera indicó que se deben incluir recursos adicionales en la Ley Financial 2015 para el desarrollo de la energía atómica.
El martes, el Gobierno boliviano y el Comisionado de la Energía Atómica y Energía Alternativa (CEA) de Francia firmaron cuatro cartas de intenciones en el campo de las energías alternativas para desarrollar en el país la tecnología nuclear con fines pacíficos, la industria del litio, y la solar. El 2 de octubre, el Gobierno anunció la instalación de un reactor nuclear en La Paz y estimó una inversión de $us 2.000 millones hasta 2025 para la generación de esta energía.
El Gobierno de Bolivia y el Comisionado de la Energía Atómica y Energía Alternativa (CEA) de Francia firmaron un acuerdo de intenciones para cooperar en tecnología nuclear, energías alternativas, en la valorización del litio y en desarrollo industrial, informaron hoy fuentes oficiales. El convenio, suscrito ayer, fue firmado por los ministerios bolivianos de Hidrocarburos y Energía y de Minería y Metalurgia con una delegación del citado organismo francés, según un comunicado institucional.
La carta de intenciones referida a cooperación en el ámbito nuclear con fines pacíficos tiene como objetivo "establecer esta tecnología en Bolivia, en ámbitos de la seguridad, independencia, diversificación energética, salud y seguridad alimentaria, además del desarrollo de ciencia, tecnología, entre otros", refiere la nota.
Bolivia anunció este año la inminente puesta en marcha de un plan de energía atómica con fines pacíficos, que contará con plantas en el oeste del país. Como socios potenciales para llevar a cabo este proyecto figuran Francia, Argentina y Rusia, mientras que un representante de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) visitó la pasada semana el país andino y ratificó que ese organismo "apoyará" a Bolivia en sus planes.
Otra de las actas de intenciones suscritas por los dos países se refiere al litio y establece que ambas partes "identificarán el campo de común interés en el procesamiento del litio, mediante el desarrollo de programas en toda la cadena de valor, desde el carbonato de litio hasta los sistemas de baterías".
Bolivia cuenta con la mayor reserva mundial de litio, situada en el Salar de Uyuni, el fondo de un antiguo mar disecado y donde el Ejecutivo boliviano asegura que puede haber hasta 100 millones de toneladas de litio, aunque el Servicio Geológico de Estados Unidos cifra estas reservas en nueve millones de toneladas. Varios países se han interesado en los últimos años por una posible alianza con Bolivia para explotar las reservas de litio, entre ellos Japón y Corea del Sur, sin que hasta el momento se haya llegado a acuerdos concretos.
El acuerdo referente al litio fue suscrito por el ministro de Minería y Metalurgia, Cesar Navarro, y la directora del Laboratorio de Innovación para las Energías Nuevas y los Nanos Materiales (LITEN), Florence Lambert. Además, los representantes de ambos países suscribieron una tercera carta para "iniciar discusiones para definir los programas que permitan el desarrollo de las capacidades técnicas y científicas, así como un sistema industrial integrado de innovación para el desarrollo industrial", señala el comunicado.
El cuarto de los acuerdos suscritos es sobre energía solar, "con el objeto de desarrollar actividades para el uso de esta fuente de generación y continuar integrando la industria solar en la matriz energética de Bolivia". Según explicó tras la firma de los convenios el ministro de Minería, estos acuerdos de cooperación son "vitales y estructurales" para el Gobierno boliviano.