Por Carlos Guajardo.
Varias hectáreas de campo en Chubut desde donde extraerá 40 millones de toneladas de arena para destinar al fracking en el yacimiento neuquino de Vaca Muerta. Los campos están ubicados en pleno Valle inferior del Río Chubut, a 50 kilómetros de la pequeña localidad de Dolavon.
La compra se realizó a través de la Compañía de Inversiones Mineras Sociedad Anónima (Cimsa) integrada por YPF y la Operadora de Estaciones de Servicio (Opessa). Se pagaron varios millones de pesos y la operación se realizó en silencio, durante meses, tras los cuales la estatal petrolera logró quedarse con las tierras.
YPF necesita 40 millones de toneladas de arenas silíceas para Vaca Muerta. Ese tipo de material se importa hoy de China a un precio estimado de US$ 1.200 la tonelada, aunque en los últimos meses ese valor habría aumentado considerablemente.
En un informe reciente, el banco de inversión Morgan Stanley había destacado que, en lo técnico, el principal problema de Vaca Muerta era la falta de arena que se utiliza para apuntalar la fractura. “YPF la está importando de Brasil y China. Sin embargo, la compañía está finalizando la adquisición de minas de arena en la Argentina, lo que mejorará las operaciones y bajará los costos”, había señalado.
El transporte de la arena requerirá del viaje de 140 camiones por día desde el valle chubutense hasta el yacimiento. Todavía no se hizo ningún estudio de impacto ambiental ni tampoco se evaluó el efecto que tendrán sobre las rutas la cantidad de camiones que transitarán diariamente.
Hace pocos meses, el gobernador K, Martín Buzzi anunció el proyecto de YPF. Lo presentó como “una oportunidad única en la zona”. Pero no dijo nada sobre la duración de la extracción ni si iba a generar puestos de trabajo o ganancias para la provincia. Los trabajos iban a comenzar en agosto pasado. Incluso Buzzi anunció la presencia de la presidenta Cristina Kirchner para el acto. Pero la fecha se fue postergando. Cristina no vino y ahora dicen que la extracción comenzará en marzo. Ya están trayendo máquinas de Alemania.
La zona de extracción está rodeada de chacras de cultivo de verduras, hortalizas y frutas y nadie sabe si las extracciones que se realizarán en las canteras causarán algún tipo de efecto. Por eso, los intendentes de la zona alzaron su voz en contra.
La obtención de arena podría tropezar con un inconveniente: la aprobación de un proyecto ambientalista que será tratado el martes en la Legislatura, según publicó el diario El Chubut de Trelew.