Argentina cuenta con un combustible que se elabora en las refinerías y que cuesta la mitad que un litro de nafta. Sin embargo aun no llega a seducir a los automovilistas y desde el Gobierno tampoco se incentiva su uso. ¿Despegará definitivamente en 2015?
Nuestro país dispone de una amplia oferta de combustibles para uso vehicular. Naftas, gasoil y GNC son los más difundidos, aunque hay otro de excelentes prestaciones que aun no logra seducir a los automovilistas a pesar de su precio, muy conveniente para estos tiempos de bolsillos flacos.
Se trata del Gas Licuado de Petróleo para uso Automotor (GLPA), un producto que cuesta la mitad que la nafta, pero además se produce localmente y no tiene subsidios. Según datos de la Secretaría de Energía, en las cuatro localidades en las que se ofrece -Resistencia, Corrientes, Formosa y Guarupá-, el litro cotiza a 6.90 pesos mientas que el de la súper roza los 14.
Llama la atención que los consumidores no se inclinen por su uso a pesar de sus múltiples beneficios. Actualmente son solo 800 los rodados impulsados por propano y si bien el número va en alza, no se desarrolla a la par de sus potencialidades. Incluso teniendo en cuenta que se focalizó en una región que al no disponer de gas por redes, las naftas y el diesel son las únicas alternativas posibles.
Su elaboración tampoco es un problema; se obtiene desde el pozo o por separación en las refinerías. Lo mismo sucede con su distribución, ya que el suministro a las cuatro estaciones de servicio que están en funcionamiento se realiza fácilmente a través de camiones especialmente acondicionados.
Otra de sus ventajas es su combustión limpia, que despide una menor cantidad de emisiones tóxicas y del gas de efecto invernadero (CO2). Asimismo es muy seguro ya que su inflamabilidad es limitada y no existe la preocupación de derrames o contaminación del suelo porque el propano es un gas que se disipa rápidamente en el aire sin causar daños a la salud.
Claro que lo que no se consume se exporta, de ahí que el Gobierno no aliente su utilización masiva. Fuentes del mercado bien informadas aseguran que por ahora el sistema se encuentra “en piloto automático”, es decir que no hay nuevos proyectos en vista ni inversores dispuestos a apostar por su expansión.
La meca mundial de este combustible es Estados Unidos, país donde alrededor de 190.000 vehículos funcionan con propano. En todo el mundo la cifra alcanza a los 14 millones.