La OPEP accedería a remover del mercado el crudo que está bombeando por encima de la meta acordada, con el fin de apuntalar los precios del petróleo que han caído a mínimos de cuatro años.
Ayer el barril de petróleo para la entrega el mes próximo se recuperaba en los mercados de Nueva York y de Londres, pero no lograba superar la barrera de los 80 dólares y los operadores de este mercado, que observan con preocupación este retroceso, confían en que la Opep reduzca su cuota de producción en 1.000.000 de barriles diarios en su reunión de la próxima semana.
El barril de crudo tipo West Texas Intermediate (WTI) recuparaba 0,51 % de su valor al promediar la actividad en el New York Mercantile Exchange (NYMEX), donde cotizaba a 74,99 dólares para la entrega en diciembre. El barril de petróleo Brent también se recuperaba y a poco del cierre de las operaciones en el ICE de Londres ganaba 83 centavos de dólar, es decir 1,06% de su valor, y se lo comercializaba para la entrega en el próximo mes a 79,30 dólares.
Los ministros del Petróleo de la OPEP se reunirán el 27 de noviembre para considerar ajustar su meta de producción de 30 millones de barriles por día (bpd). Cada vez más delegados del organismo están hablando de la necesidad de reducir los niveles de producción, aunque el mayor exportador mundial, Arabia Saudita, aún no se ha pronunciado sobre si apoya o no la idea.
Miembros de la OPEP como Venezuela y Ecuador también desean que la OPEP reduzca su meta de producción. Kuwait ha dicho que es poco probable que la medida sea aprobada, mientras que operadores y analistas están divididos sobre las chances de que el escenario se concrete.
En tanto, el precio de la canasta de referencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) ganó el martes 0,46 centavos de dólar para ubicarse en 74,36 dólares por barril, frente a los 73,90 dólares que marcó el lunes.
La Organización está integrada por 12 países que extraen cerca de 30% del petróleo del mundo, y en la cesta Opep se incluyen 12 tipos de crudo: el argelino Saharan Blend, el iraní Iran Heavy, el iraquí Basrah Light, el Kuwait Export, el libio Es Sider, el nigeriano Bonny Light, el Catar Marine, el saudita Arab Light, el venezolano Merey, el angoleño Girassol, el ecuatoriano Oriente y el Murban, de Emiratos Árabes Unidos.
Los precios del petróleo terminaron ayer en Nueva York casi en equilibrio en un mercado que digiere una mezcla sobre el informe de las reservas de crudo estadounidenses y especulando sobre la posible caída en la producción de petróleo de la OPEP.
El barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en diciembre cayó apenas 0,04% (o 3 centavos), a 74,58 dólares, en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex). Por su parte, el Brent en Londres perdió 37 centavos, cerrando a 78,18 dólares. La estabilidad del WTI se registra el mismo día en que el Departamento de Energía (DoE) indicó que las reservas del crudo subieron contra todo pronóstico la semana pasada en Estados Unidos. Pero el informe también mostró una caída de 2,1 millones de barriles en las existencias de destilados, que incluyen combustible para calefacción. Eso fue más que la caída de 1,4 millones de barriles prevista por los analistas. Las existencias de gasolina aumentaron en un millón de barriles la semana pasada. Los analistas habían proyectado un avance menor a 600.000 barriles. El boom de la producción de petróleo de esquisto bituminoso en EEUU, el principal consumidor mundial que se ubica ahora en niveles récord de producción, ha sido una de las razones de las últimas caídas del precio del barril. Gen McGillian, corredor y analista de la Tradition Energy, dijo que el informe del DoE era "ligeramente con tendencia a la baja". Según el experto, había señales el miércoles de que el mercado petrolero podría estar tocando fondo tras haber bajado 30% desde junio. Analistas citaron una nota de Morgan Stanley sobre la OPEP como una expresión de apoyo al crudo.El banco de inversión desestimó el escepticismo de los inversores sobre la posibilidad de que la OPEP tomará medidas en su reunión del 27 de noviembre para hacer frente a la caída de precios. La historia del cartel petrolero para unirse en defensa de los precios sugiere que "la OPEC es lenta, pero no irracional", indicó Morgan Stanley.
A finales de mes se celebrarán dos acontecimientos clave pars el futuro de los mercados de petróleo: la finalización de las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear y la reunión de los miembros de la OPEP.
Los últimos días de noviembre serán de gran importancia para el sector energético mundial, ya que dos eventos previstos para estas fechas pueden cambiar de manera importante la situación de los mercados de petróleo, informa 'Vesti Finance'.
Revocación de las sanciones contra Irán
En primer lugar, el 24 de noviembre deberán terminar las negociaciones de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania con Irán sobre su programa nuclear. Ambas partes abordan el asunto con plena seriedad y están dispuestas a resolver todos sus desacuerdos, según afirman los funcionarios que participan en las negociaciones.
Irán ha dado a entender que está dispuesto a recibir una comisión internacional que inspeccione su programa nuclear y estudiará la posibilidad de recibir el uranio enriquecido desde el exterior. A cambio, EE.UU. puede ofrecer a Irán que mantenga ciertas posibilidades de enriquecimiento de uranio dentro del país.
A pesar de que el resultado final de las negociaciones aún no está claro, es muy probable que el acuerdo se consiga, ya que la caída de precios de petróleo ha sometido a Irán a una fuerte presión financiera.
Si las fronteras de Irán se abren, los productores de automóviles, así como las empresas mineras y las instituciones financieras van a ampliar su presencia en el país. Así, BP y la petrolera francesa Total ya han anunciado que están interesadas en regresar a Irán si las sanciones se suprimen y el gobierno iraní les ofrece unas condiciones beneficiosas.
La economía iraní ha quedado muy afectada por las sanciones. Las exportaciones de petróleo se han reducido más de dos veces, y en 2012, el año en que se impusieron las sanciones, el PIB disminuyó un 5,8%.
Reducción de la producción de petróleo
El otro acontecimiento importante para el sector energético tendrá lugar el 27 de noviembre, fecha en que está previsto un encuentro de los miembros de OPEP, que muchos participantes del mercado esperan con impaciencia y esperanza. En la reunión, que tendrá lugar en Viena, se abordará la cuestión del nivel límite de producción de petróleo.
Venezuela, Ecuador y Libia ya han anunciado que es necesario reducir la producción. Arabia Saudita aún no ha mostrado interés en hacer lo mismo y sus representantes han afirmado que solo actuarán en caso de que el precio de petróleo caiga a menos de 70 dólares por barril.
No obstante, tal vez los miembros de la OPEP no esperaban que el precio del barril estuviera por debajo de los 80 dólares debido a la recesión japonesa, lo cual aumenta las presiones a Riad para que empiece a actuar.
La reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que tendrá lugar en Viena el 27 de noviembre es percibida como la más importante de los últimos años. Allí se someterá a votación la reducción de la producción de crudo para frenar su devaluación. En los últimos cuatro meses, el precio del “oro negro” ha caído hasta alcanzar su nivel más bajo desde 2010. El petróleo referencial Brent y el West Texas Intermediate llegaron a cotizarse en menos de 80 dólares por barril, haciendo sonar la alarma.
El secretario general de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri, atribuye este “ciclo” a la saturación del mercado con crudo estadounidense extraído mediante la fracturación hidráulica de rocas, un costoso método conocido como fracking. Otros sospechan –aunque Riad lo niega– que Arabia Saudita manipuló el valor de sus barriles con miras a librar una guerra de precios, vendiéndolos más baratos a Estados Unidos para desestimular la extracción de lutitas bituminosas –rocas dotadas con una alta concentración de petróleo– en territorio norteamericano.
En Latinoamérica, esta situación perjudica sobre todo a Venezuela; de ahí que, con apoyo de Ecuador, Caracas insista en que la OPEP recorte las cuotas de producción, recordando que a fines de los noventa Arabia Saudita, México y Venezuela llegaron a un arreglo similar para enfrentar la crisis que derrumbó el precio del petróleo a 10 dólares por barril. Sin embargo, la constelación de circunstancias no es la misma: hoy, los países del Golfo Pérsico pueden tolerar la caída de precios por ser ésta una oportuna inhibidora del fracking en Estados Unidos.
Estados Unidos, en la mira
“Estamos ante un posicionamiento estratégico en contra de Estados Unidos, que de por sí tiene pocas posibilidades de continuar extrayendo petróleo de esquistos bituminosos si el precio del crudo sigue bajando”, apunta Claudia Kemfert, del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín, enfatizando que el actual escenario se veía venir desde hace mucho. “Lo único nuevo son las crisis geopolíticas que alteran las expectativas del mercado, llevándolas en una dirección o en otra”, sostiene la economista.
“Con eso me refiero a las expectativas de inversionistas, especuladores y otros participantes del mercado. Es la especulación lo que altera el precio del crudo”, aclara Kemfert. No cuesta imaginar al Gobierno de Venezuela cruzando los dedos para que en la OPEP se llegue por lo menos a un compromiso: por ejemplo, un acuerdo para que la producción de sus miembros no sobrepase las cuotas establecidas. Actualmente se producen 500.000 barriles de petróleo diarios por encima de la meta oficial (30 millones bpd).
¿Precavidos presupuestos?
Nueve de cada diez dólares que entran a las arcas del Estado venezolano provienen de la exportación petrolera y éste recibe alrededor de 600 millones de dólares menos por cada dólar que el crudo venezolano pierde de valor en promedio anual. En junio valía 99 dólares; esta semana bajó a 70. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que los presupuestos nacionales de 2014 y 2015 se calcularon simulando que el petróleo valía sólo 60 dólares y subrayó que su Gobierno cumpliría todas sus obligaciones aún si el barril baja a 40.
Pese al optimismo del mandatario, Venezuela perdió el 30 por ciento de sus ingresos en divisas en el último mes debido a la progresiva caída de los precios del petróleo. Esto amenaza con agravar la compleja crisis de ese país caribeño, que no es sólo económico-financiera, jurídico-institucional, política, sanitaria, social y alimentaria, sino también infraestructural, según Ana Soliz Landivar, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA) de Hamburgo.
Venezuela, finanzas opacas
Venezuela, el país con las mayores reservas de crudo, se ha visto obligado a comprarle petróleo a Argelia para compensar el descenso de su propia producción y a importar gasolina tras un corte de energía que afectó las operaciones del Centro de Refinación Paraguaná, el mayor del país y el segundo del mundo. “No se ha invertido suficientemente ni en el mantenimiento de la red energética ni en el desarrollo de la industria petrolera venezolana. Y a eso se suma la errática política petrolera de Maduro”, explica Soliz Landivar.
“En su afán por obtener divisas rápidamente, el Gobierno anunció una posible venta de la refinadora de combustible Citgo –la mayor filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Estados Unidos y el mundo– y luego se retractó, habiendo sabido de antemano que esa oferta con sobreprecio no iba a ser atractiva”, comenta la especialista del GIGA, admitiendo que es difícil saber a ciencia cierta cuán debilitada quedará la economía local por el derrumbe de los precios del petróleo.
“Nadie fuera de la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela tiene acceso a datos reales sobre las finanzas nacionales. Sin embargo, cabe prever que un descenso prolongado de los precios del petróleo de pie al colapso de la economía de ese país. Caracas puede pedir préstamos a sus aliados, pero a Rusia no le interesa el crudo que Venezuela ofrece a cambio de créditos y PDVSA ya no puede comprometer más su producción: Venezuela ya exporta crudo a China para pagar sus deudas pendientes con ella”, cierra Soliz Landivar.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró este miércoles que Estados Unidos usa la técnica de extracción de crudo llamada "fracking" para "golpear" a Rusia, lo que ha generado la baja en los precios del petróleo.
"Técnicas de fracking (...) que le han permitido acceder a una buena cantidad de petróleo a los Estados Unidos para inundar el mercado y crear este efecto circunstancial de baja de los precios (...) pero eso tiene un objetivo geopolítico, golpear a Rusia", dijo Maduro.
El presidente señaló, durante una alocución que ofreció desde el palacio presidencial de Miraflores, que en este intento por atacar a Rusia, el resto de los países petroleros también se han visto afectados.
Ya el 22 de octubre pasado Maduro denunció los daños que produce la explotación de petróleo de esquistos que realiza EEUU y que, afirmó, "ha inundado el mercado" internacional para afectar a su país, Rusia e Irán.
El gobernante señaló que la caída de los precios del petróleo ha reducido un 35 por ciento los ingresos en divisas de todos los países petroleros.
Indicó que en la gira que Ramírez acaba de culminar por países petroleros fue "extraordinaria" y avanzó en el objetivo de defender el petróleo de la "patria", los precios del crudo y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
"Rafael empezó su gira prácticamente aquí en Margarita (este) porque allí se reunió con el ministro de Energía de Arabia Saudita (Ali al-Naimi), y de ahí fue a México", comentó Maduro que señaló que el canciller venezolano sostuvo encuentros con funcionarios de países miembros y no miembros de la OPEP como México y Rusia.
Indicó que Ramírez también se trasladó a Argelia donde conversó con su mandatario, Abdelaziz Buteflika.
Sobre su par argelino Maduro dijo: "Creo que es la primera reunión que hace después de los asuntos de salud que ha tenido que enfrentar este gran hermano de Venezuela (...) conversó la estrategia rumbo a la reunión ministerial de la OPEP en Viena en los próximos días".
De Argelia, Ramírez viajó a Catar donde, sostuvo "extraordinarias reuniones", pasó a Irán, donde tuvo encuentros con el presidente, Hasán Rohaní, y de allí "fue directo" a Moscú donde conversó con la directiva de la petrolera rusa Rosneft y con el presidente Vladimir Putin.
"Tuvo una conversación con el presidente Putin, le transmitió un mensaje directo que yo le envié al presidente Putin y fue contestado favorablemente en todos sus componentes, un elemento clave, la defensa de los mercados y el precio petrolero", dijo sin dar mayores detalles sobre ese mensaje.
Maduro reiteró que para su Gobierno el precio "justo" del barril de petróleo se ubica en torno a los 100 dólares y señaló que ese coste ya ha sido "asimilado" por la economía mundial y "es un mensaje de estabilidad tremenda para que las inversiones petroleras en el mundo se sigan diversificando".
El precio del barril de petróleo venezolano llegó la semana pasada a 70,83 dólares el barril, el coste más bajo desde el 1 de octubre de 2010, cuando cerró a 69,61 dólares.