La economía argentina tendrá más perjuicios por la caída de la actividad económica del Brasil que por la devaluación del real, fenómeno que en gran medida obedece al debilitamiento de la mayoría de las monedas del mundo ante el fortalecimiento del dólar.
Así lo señalaron diferentes economistas que, si bien relativizaron la incidencia de la depreciación de la moneda del país vecino, advirtieron que la situación puede variar si se profundiza esa tendencia en los próximos meses.
"A la devaluación del real le doy menos importancia de lo que se le está dando. En términos caseros, lo relevante para que alguien pueda comprar más no es que de golpe un comercio saque un descuento sino que uno tenga más ingresos", señaló Aldo Abram, de la Fundación Libertad y Progreso, dando a entender que Brasil reduciría sus importaciones de la Argentina no por las paridad de las monedas sino por la caída de su actividad económica.
Por su parte, Gabriel Camaño Gómez, de la consultora Ledesma, sostuvo que "las exportaciones (argentinas) van a seguir sufriendo, pero no solo por el atraso cambiario sino también por el desempeño de la economía brasileña", ya que la mayor parte de las ventas al principal socio del Mercosur "está más relacionada con el nivel de la industria brasileña y con el comercio administrado que con el valor de las monedas, si bien hay una parte que sí está correlacionada con el tipo de cambio real".
Por su parte, Miguel Boggiano, de Carta Financiera, alertó que "una devaluación del real le pone presión al dólar oficial en la Argentina, más allá de que acá se hagan las cosas bien o mal" y advirtió que "el dólar se vuelve fuerte en el mundo, a los brasileños le conviene cada vez menos comprar cosas argentinas y, por el contrario, a los argentinos les sale más barato comprar productos brasileños. Eso empuja a un mayor déficit comercial".
"Si el dólar se sigue apreciando y la Argentina sigue en la tesitura de mantenerlo a $ 8,50, va a haber problemas", indicó Boggiano.
El economista señaló que "desde setiembre, el real se depreció un 13% contra el dólar y el peso se mantuvo prácticamente sin cambios. De esa manera, el peso se vuelve más caro que el real en términos relativos".
La importancia de esa apreciación del peso radica en que "la moneda brasileña representa el 36% del índice del Tipo de Cambio Real Multilateral" y que "en 2013 las exportaciones a Brasil representaron el 21% del total y las importaciones el 26%".
Para Abram, "lo relevante es que Brasil retome la senda de crecimiento", ya que "hay una correlación perfecta entre la actividad económica de ese país y nuestra exportaciones de MOI (Manufacturas de Origen Industrial).
Asimismo, relativizó el impacto que la devaluación del real pudiera tener sobre las economías regionales: "el principal perjuicio que tienen no es el tipo de cambio sino el cepo, que las está matando", aseveró.
Para Camaño Gómez, "la combinación de la devaluación del real y la inflación en la Argentina ya diluyó todo el efecto de la devaluación nominal del peso de los últimos doce meses", al punto que "hoy el tipo de cambio está un poco más bajo que hace un año y hace unos cuantos meses estamos en una zona de atraso cambiario".
No obstante, puntualizó que el impacto de la paridad cambiaria no es determinante, debido a que "la relación de la Argentina con Brasil es natural, por cercanía geográfica, por similitudes en las economías de ambos países y por nivel de desarrollo".