Por Nicolás Balinotti.
Después de meses de fuego abierto, un representante de la Casa Rosada recibió a una comitiva sindical que no está alineada en la tropa oficialista. Fue todo un gesto, más allá de que no hubo respuestas satisfactorias para los reclamos planteados.
Los dirigentes de los poderosos e influyentes gremios del transporte, quienes reflotaron hace unos días su alianza sectorial a pesar de integrar diferentes CGT, fueron recibidos ayer en el piso 18 del Ministerio de Trabajo por Carlos Tomada y su número dos, Noemí Rial. Del encuentro, que duró casi una hora y media, los gremialistas no se llevaron ninguna definición. Fueron a exigir un plus salarial de $ 4000 por la escalada de la inflación, presionaron por un cambio o por la eliminación del impuesto a las ganancias e impulsaron un proyecto de ley federal para el sector.
"Muchachos, el bono de fin de año se lo tienen que ir a pedir a los empresarios", les dijo Tomada a los nueve dirigentes que fueron en representación de las 30 organizaciones que pronto se anidarán nuevamente bajo las siglas de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Lo que tal vez desconocía el ministro es que muchos de los gremialistas que estaban en su despacho representan a trabajadores que se desempeñan en empresas estatales.
Tampoco hubo una señal favorable por Ganancias. "El impuesto al trabajo consume el aguinaldo y el esfuerzo de las horas extras", planteó Omar Pérez, el representante de los camioneros de Hugo Moyano. También expusieron su situación los portuarios y los aeronáuticos. Pero la voz cantante fue llevada por Omar Maturano y Juan Carlos Schmid, los dos dirigentes que motorizaron la reunificación de los sindicatos del sector.
Los 30 gremios del transporte definirán pasado mañana un plan de lucha que contemplaría paros sectoriales. Algo de lo que podría resolverse lo anticipó Schmid a la agencia Télam al abandonar el Ministerio de Trabajo. "Seguramente se va a decidir alguna forma de protesta que va a afectar el normal funcionamiento de todos los servicios ferroviarios, aéreos, portuarios, marítimos y de transporte urbano", anunció el portuario, quien integra la CGT de Moyano.
Otros dirigentes prefirieron ser más cautos, aunque nadie es optimista sobre una eventual respuesta del Gobierno a sus reclamos. "No creo que solucionen lo del bono ni Ganancias, pero esperaremos hasta el jueves para resolver qué medidas vamos a tomar", señaló Maturano a LA NACION.
La antesala de un nuevo conflicto incomoda otra vez a Roberto Fernández, el jefe de los colectiveros de la UTA. Su gremio es uno de los más beneficiados con los fondos de Recuperación Productiva (Repro), un plan de contingencia para sostener el empleo que consiste en un auxilio del Estado a las empresas de $ 2000 por cada trabajador.
"Saldrá la medida que la mayoría manifieste. Queremos evitar conflicto, pero si dicen a todo que no algo vamos a tener que hacer. Ya no hay que hablar más nada con el Gobierno, nos tiene que dar una respuesta. Hay que buscar una manera de que el bolsillo del trabajador se alivie un poco a fin de año", dijo Fernández en Radio de la Ciudad.
El mismo día en que los gremios del transporte resuelvan la hoja de ruta de su plan de protestas, la CTA Autónoma, que encabeza el estatal Pablo Micheli, se movilizará a la Plaza de Mayo por reivindicaciones similares. ¿Podrían coincidir en un reclamo en conjunto? "Estamos trabajando para eso, pero diciembre fue siempre un mes sensible", dijo ayer un dirigente de la CGT moyanista que suele hablar con Micheli. Algún bosquejo de esta alternativa podría debatirse hoy en la central que lidera el camionero.
La alianza sectorial de los gremios del transporte empujó a la CGT oficialista a romper con su letargo. Su cúpula se reunirá mañana para avanzar en dos puntos: la posibilidad de que la Presidenta exima del pago de Ganancias el medio aguinaldo y la reunificación de la central de cara a 2015. Mientras tanto, Antonio Caló, su jefe, anudó ayer casi por completo el pago de un plus salarial de $ 3000 para los metalúrgicos.
Por: Mariano Martín
Los sindicatos del transporte amenazaron con iniciar un plan de protestas con restricción de servicios luego de una reunión en la que el Gobierno se declaró al margen de cualquier gestión por bonus salariales de fin de año y no dio precisiones sobre una eventual exención del Impuesto a las Ganancias en el aguinaldo. Como anticipó este diario, los dirigentes del sector analizan restringir la prestación de horas extra y de tareas durante los feriados en el transporte público y en segmentos sensibles para la economía. En paralelo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) avanzó en la gestión de su propio plus navideño.
Una comitiva de nueve gremialistas del transporte se reunió ayer con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. De arranque tomaron nota de la ausencia del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuya participación estaba prevista desde la semana pasada. Lo interpretaron como un desplante que amplió el malestar de los sindicalistas: la semana pasada el propio Capitanich había alegado problemas de agenda para suspender un encuentro y pasarlo para ayer.
Los dirigentes, alineados con las versiones oficialista y opositora de la CGT, transmitieron el reclamo que habían acordado semanas atrás: que el Gobierno dispusiera al menos un alivio en Ganancias, con la exención en el pago por adicionales del salario como las horas extra o los viáticos, y que aceitara las negociaciones con los sectores empresarios por los adicionales de fin de año. En buena parte del transporte los subsidios estatales son decisivos para mantener a flote la ecuación económica.
La delegación fue encabezada por Omar Maturano, de los maquinistas de trenes de La Fraternidad y líder de UGATT, la central de trabajadores del transporte de la CGT oficialista, y por Juan Carlos Schmid, del gremio de Dragado y Balizamiento y a cargo de otra confederación de gremios de la actividad, la CATT, alineada con Hugo Moyano. También estuvieron Roberto Fernández (colectiveros, UTA), Horacio Domínguez (maquinistas navales), Enrique Maigua (señaleros), Omar Pérez (camioneros), Rubén Fernández (UPSA aeronáuticos), Alejandro Botana (pilotos) y Juan Carlos Insfrán (patrones fluviales).
Esa comitiva representó a 25 gremios (hasta hace una semana eran 30, pero se bajaron del grupo ultraoficialistas como Omar Viviani, de taxistas, y Omar Suárez, de marítimos) que este jueves en la sede de la UTA tendrán un encuentro para definir acciones a seguir. Sus referentes adelantaron que hay decisión de disponer asambleas permanentes y quites de colaboración en el transporte de pasajeros (trenes, colectivos y aviones), y en las cargas (camiones y barcos).
Sobre Ganancias, Trabajo emitió un comunicado en el que alega que "se consideró lo complejo del tema entendiendo que con su recaudación se hace una cobertura social indispensable y se subsidia otros gastos". Y respecto de los pedidos de bonus, que de acuerdo con el gremio van de $ 3.000 a $ 5.000 pesos, añade que "en ningún caso interviene ni intervendrá el ministerio", a pesar de la importancia de los subsidios públicos en sectores como los colectivos y los trenes.
Por la mañana, Capitanich y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, habían coincidido en señalar que los subsidios del Estado a la actividad están orientados a mantener a valores accesibles las tarifas y los pasajes, y no necesariamente a pagar plus de fin de año.
Acciones iniciales
En tanto, Maturano descartó la posibilidad de convocar de inmediato a un paro nacional, pero abrió las puertas a acciones iniciales de intensidad creciente. En la misma línea, Schmid advirtió: "Seguramente se va a decidir alguna protesta que va afectar el normal funcionamiento de todos los servicios, ferroviarios, aéreos, marítimos y de transporte urbano".
También ayer, con más reserva, la UOM reanudó sus contactos con cámaras empresarias en su reclamo por un bonus de 3.000 pesos. Desde las entidades de empleadores (por ahora está al margen la principal, ADIMRA) dieron una señal favorable al pago de ese adicional al pedirle al gremio que conduce Antonio Caló garantías de que el monto eventual será considerado como no remunerativo, es decir libre de cargas sociales. El sindicato se comprometió a gestionarlo ante el Gobierno y las partes quedaron en volver a encontrarse el martes que viene.
El tiempo se acaba para el Gobierno. La estrategia oficial de habilitar negociaciones entre los sindicatos y las empresas para acordar bonos de fin de año y sumas compensatorias de los descuentos por el Impuesto a las Ganancias, no logra disminuir la tensión salarial.
De hecho, en las últimas horas más gremios se sumaron a la lista de los que amenazan con tomar medidas de fuerza.
Luego de que los camioneros se declararan en estado de alerta y movilización y este lunes fracasaran las gestiones con los gremios del transporte, que ahora también proponen ir al paro, este martes habrá una reunión clave a las 15 en el Ministerio de Trabajo, donde los petroleros se reunirán con las cámaras del sector.
La negociación es seguida muy de cerca por otros gremios, ya que en caso de cerrarse un acuerdo será el primero de fin de año que incluye sumas no remunerativas y un alivio con respecto al Impuesto a las Ganancias, en medio de una generalización de los reclamos salariales y del creciente malestar por el impacto que tendrá el tributo sobre el aguinaldo de fin de año.
En este escenario, los sindicatos de la actividad hidrocarburífera esperan rubricar el convenio definitivo de suma puente de $10.000 mensuales para enero, febrero y marzo, que marcará el inicio de la discusión paritaria 2015.
Y, además, una devolución de los descuentos por el mencionado tributo de entre $6.000 y $7.000 correspondientes a los meses de noviembre y diciembre.
En total, se habla de un monto de $45.000.
Sin embargo, la presión del Gobierno en los últimos días para reducir la cifra de la suma y limitar la onda expansiva a otros sectores de un eventual arreglo hizo que las conversaciones se tensaran, por lo cual los petroleros adelantaron a iProfesional que, en caso de no haber un acuerdo, definirán una protesta este jueves en Neuquén, donde el lunes los desocupados cortaron la ruta 17 para pedir trabajo en este sector.
"El jueves (Guillermo) Pereryra se vuelve a su provincia y participará de una asamblea en Rincón de los Sauces para definir medidas de fuerza", confirmó a este medio una fuente del Sindicato del petróleo y el Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa.
En negociaciones informales recientes, el titular de YPF, Miguel Galuccio, intentó moderar los reclamos gremiales al alegar que las empresas debían ajustarse por el descenso del precio del crudo. Les prometió que el Gobierno iba a exceptuar el aguinaldo de Ganancias. Pero Pereyra le respondió que las firmas importan petróleo barato, en el país lo venden más caro y que los trabajadores necesitan "la plata en el bolsillo", en lugar de promesas.
En paralelo, el sindicalista aliado a Hugo Moyano mantuvo contactos el domingo con el titular del Sindicato Unido de Petroleros del Estado (Supeh), Antonio Cassia, cuya organización realizó un paro nacional el viernes pasado, tal como lo adelantó este medio, para plegarse a los reclamos de los petroleros del sur, medida que finalmente fue levantada tras la intervención de Trabajo y la convocatoria a una reunión con funcionarios de la cartera laboral.
Transporte
En tanto, los gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo anticiparon que no descartan "realizar medidas de acción" para reforzar sus demandas, luego de que este lunes fracasara la reunión con representantes del Ejecutivo, por un bono de fin de año y la modificación en Ganancias.
El titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, quien ofició de anfitrión del encuentro con los sindicalistas, puso reparos ante los reclamos del sector al considerar "complejo" modificar las escalas del tributo. Y deslindó responsabilidades en los empresarios acerca del bono de fin de año, al sentenciar que "en ningún caso interviene ni intervendrá el ministerio" de Trabajo.
Sin embargo, desde el sector sindical, la dirigencia le respondió que en la mayor parte de la actividad las empresas son manejadas por el Estado y que, por lo tanto, el Gobierno debe dar una solución a sus reclamos, en momentos que YPF negocia con los petroleros y Aerolíneas Argentinas ya pactó una suma con sus empleados.
"Nos dijeron que arreglemos con las compañías los bonos de fin de año, algo que ya existe en algunos convenios colectivos. Pero como no contestan, nosotros les respondimos que muchos trabajadores pertenecen al Estado", dijo a iProfesional el titular del gremio ferroviario La Fraternidad, Omar Maturano.
La comitiva gremial estuvo encabezada por el jefe de los maquinistas de La Fraternidad y de la oficialista Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte (UGATT), Omar Maturano, y por el moyanista Juan Carlos Schmid, titular de Dragado y Balizamiento y de la opositora Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). También asistió un representante de los camioneros, mientras que el sindicato de taxistas liderado por Omar Viviani pegó el faltazo.
Tomada, acompañado por la viceministro de Trabajo, Noemí Rial, escuchó los reclamos de los gremialistas y señaló que les avisarían sobre cualquier novedad.
En respuesta, los sindicatos del transporte acordaron reunirse este jueves a las 10 en la sede de la UTA, donde definirán los pasos a seguir y podrían definir medidas de acción, tras retirarse de la reunión con una sensación compartida de pesimismo.
En este sentido, el titular de la UTA, Roberto Fernández señaló que "aguardamos que el Gobierno haga algo que no sea discriminatorio, atento que sabemos que algunas provincias ya decidieron otorgar el bono de fin de año al igual que algunas empresas".
"Esperamos que eso no suceda porque va a generar muchos malestar entre los trabajadores de así lo hicimos saber al gobierno en esta reunión", añadió en declaraciones a DyN. Y advirtió: "Solamente esperamos respuestas porque no es posible que siempre sean los trabajadores los que paguen los platos rotos".
Las organizaciones gremiales reclaman un bono de $4.000, entre otras alternativas, para compensar la pérdida de poder adquisitivo.
De acuerdo con sus cálculos, los trabajadores sufrieron una reducción del 10% en sus salarios luego de negociar subas promedio del 30% en un año en el que la inflación anual estimada supera el 40%, y aseguran que las quitas por Ganancias pueden llegar hasta el 50% del ingreso mensual en las actividades con sueldos más elevados.
Camioneros
Por otra parte, el Sindicato de Choferes de Camiones decidió el "estado de alerta y movilización" durante el Congreso de la Federación que realizó el viernes pasado en demanda de un plus de fin de año de $4.500 y la derogación del Impuesto a las Ganancias.
"El gremio no recibió respuestas", por lo que el Congreso determinó "la posibilidad de realizar movilizaciones y protestas", cuya fecha será fijada en los próximos días, advirtieron desde la organización.
De esta manera, el sindicato encabezado por Moyano volvería a las calles, después de que decidiera enfriar el plan de lucha iniciado por la CGT opositora bajo su mando, tras liderar el último paro general contra el Gobierno, junto a la CGT de Luis Barrionuevo y la CTA de Pablo Micheli.
"Ya está tomada la decisión de una medida de fuerza. No vamos a terminar el año de la mejor manera, hay empresas cerrando, suspensiones, a la UOM y SMATA le están echando gente, tienen que escuchar a sus bases", dijo a este medio el secretario gremial, Marcelo Aparicio.
Más reclamos
El Gobierno recibirá este miércoles al titular de la UOM, Antonio Caló, y los gremios patagónicos, que reclaman un plus salarial y la eliminación de Ganancias, luego de convocar a un paro para el viernes pasado, tal como lo adelantó iProfesional, que fue suspendido tras el llamado de las autoridades a una mesa de negociación.
Y el jueves será el turno de la central obrera conducida por Micheli, que realizará a las 16 una medida de fuerza, con movilización a la Plaza de Mayo por una serie de mejoras laborales, como el pago de un bono salarial de fin de año de $4.000 a trabajadores y planes sociales.
La movilización se llevará a cabo en el marco de una"jornada de Lucha con paros y movilizaciones en distintos puntos del país". La CTA exige además un Salario Mínimo, Vital y Móvil de $9.000 y aumento de emergencia para los jubilados y la excepción del Impuesto a las Ganancias sobre el medio aguinaldo de diciembre.
"2014 ha sido un año lleno de contradicciones para un Gobierno nacional que en el discurso dice una cosa, pero en la práctica hace otra", señaló Micheli, quien apuntó en tal sentido contra la nueva Ley de Hidrocarburos por considerarla una "ley del saqueo".