Por MATIAS BARBERIA.
El titular del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, sumó ayer un poroto más para extender la paz cambiaria que buscó establecer desde que llegó a su silla a principios del mes pasado. Ayer se activó un segundo tramo del swap de monedas acordado entre la autoridad monetaria local y el Banco Popular de China (BPC) por un monto no especificado que fuentes allegadas a la operación calcularon en u$s 508 millones en yuanes que se suman a los u$s 814 millones que ya fueron agregados a las reservas el mes pasado. Las reservas subieron u$s 506 millones hasta los u$s 28.785 millones en un día en el que el dólar oficial subió una milésima de peso hasta $ 8,8512 y el informal subió 10 centavos hasta cerrar en $ 13,48.
Como adelantó El Cronista el 3 de noviembre pasado, el BCRA informó que acordó con el BCP realizar en el día de la fecha un segundo intercambio de monedas locales en el marco del acuerdo firmado entre ambos países.
El comunicado no detalla el monto de este segundo tramo, pero fuentes allegadas a la operación dijeron que se trataba del equivalente a u$s 508 millones en yuanes. Al tipo de cambio de ayer eso equivale a más de 3.111 millones de yuanes que se suman a los cerca de 5.000 millones de yuanes que habían sido inyectados a las reservas el 30 de octubre pasado, cuando se activó el primer tramo del acuerdo entre el BCRA y el BCP.
El swap es un intercambio de pesos por yuanes, pero en los hechos China no toca moneda Argentina y percibe un rendimiento, por lo que termina funcionando como un préstamo a 12 meses prorrogables con acuerdo de las partes. El acuerdo fue alcanzado en julio y permite tomar hasta u$s 11.000 millones.
Tras la activación del primer tramo del swap, Empiria consultores calculaba que u$s 1.300 millones de las reservas del BCRA eran préstamos de corto plazo. Ademàs del swap con China, las arcas del BCRA recibieron aportes de lo que se supone son líneas de crédito del Banco de Francia, que la consultora estimaba en ese momento en u$s 500 millones.
Desde el primer tramo del swap se han sumado unos u$s 200 millones más, que suponemos presta el Banco de Francia, con lo cual la activación del segundo tramo eleva a unos u$s 2.000 millones el crédito de corto plazo que está incluido en el nivel de reservas, comentó Pedro Rabasa, titular de Empiria.
A pesar de estos importantes aportes recientes a las arcas del Central, las reservas avanzan u$s 682 millones en lo que va de noviembre y u$s 871 millones desde septiembre pasado, cuando el antecesor de Vanoli, Juan Carlos Fábrega, cumplió su último mes a cargo de la autoridad monetaria.
La suba en las reservas puede aportar a extender la paz cambiaria que acompaña la corta gestión de Vanoli. Ayer el dólar en el mercado informal subió 10 centavos hasta cerrar en $ 13,48 tras las subas y bajas que lo llevaron a $ 12,65 la semana pasada. La brecha con el oficial quedó así en el 58%.
El Banco Central dio ayer algunos pasos más en su combate sobre los efectos del problema cambiario, en momentos en que el mercado espera que adopte medidas de fondo. A las reuniones que mantuvo el presidente del organismo, Alejandro Vanoli, con los titulares de los organismos de supervisión del sistema financiero (ver aparte) se le sumó por la tarde la decisión de activar un segundo tramo del swap chino. El objetivo: incorporaron yuanes a las reservas para mostrar que el stock subió más de u$s 500 millones en un jornada en la que el Central sólo pudo comprar u$s 20 millones, debió realizar pagos de importaciones de energía y autopartes por más de u$s 100 millones y de deuda por u$s 32 millones y registró una pérdida de u$s 11 millones por la desvalorización de algunos activos.
Con esto, el Central acumula una deuda superior a los u$s 1.400 millones con su par de China, por la que entrega pesos como contrapartida, pero que debe devolver en menos de doce meses. Las reservas terminaron el día en los u$s 28.785 millones y en el Gobierno se ilusionan con que a fin de año superen los u$s 30.000 millones.
El monto recibido hasta ahora representa sólo una décima parte de un acuerdo que llega a los u$s 11.000 millones, pero que la Argentina recibe en yuanes. En su momento, el Central aclaró que estos yuanes pueden ser convertidos libremente en dólares, euros, o en cualquier otra moneda de reserva, en plazas internacionales como Hong Kong, Londres o Singapur. "El yuan representa una moneda de inversión muy atractiva para los bancos centrales, dado que su valor con relación a las demás monedas viene mejorando sostenidamente en los últimos años, manteniendo a su vez variaciones muy acotadas en sus cotizaciones, lo que genera beneficios de diversificación muy importantes", explicaron desde la entidad.
Ayer, en un comunicado de prensa que no precisó la cifra contraída, el organismo destacó: "Este intercambio demuestra una vez más la estrecha relación entre ambas instituciones. A su vez, contribuye al fortalecimiento de las reservas internacionales y constituye un respaldo a la implementación de las políticas financiera, cambiaria y monetaria del Banco Central".
Simultáneamente, Vanoli negocia también un convenio de similares características con Rusia, que por el momento se encuentra en una etapa de conversaciones. Hace un mes, el funcionario sostuvo que "en principio el acuerdo con Rusia tendría una característica de financiamiento más de carácter comercial", pero que "no se descarta que esto se pueda ampliar a otro tipo de mecanismos".
Por VERONICA DALTO.
El balance del Banco Central (BCRA) arrojará unos $ 100.000 millones de utilidades este año, que a su vez podrá girar al Tesoro el año que viene para financiar el déficit fiscal, según coincidieron los economistas consultados por este diario. Pero ese número encierra un deterioro de los estados contables de la entidad monetaria, ya que se redujo su incremento interanual: la devaluación de enero fue clave para lograr esa ganancia, las letras que le colocó el Tesoro rinden más por devaluación que las reservas internacionales y el costo de los intereses de las Lebac se triplicó este año respecto del año pasado.
La devaluación de enero pasado fue fundamental para el BCRA; prácticamente explica las utilidades del balance, dijo Juan Manuel Pazos, economista del estudio Broda. Si no, el costo de las Lebac hubiera sido superior, dado lo que devaluó el resto del año, agregó.
Para Broda, el BCRA ganará entre $ 95.000 y $ 105.000 millones suponiendo un tipo de cambio de $ 8,7 a fines de año: $ 60 mil millones por el efecto de la devaluación en las reservas, otros $ 100.000 millones sobre las letras intransferibles y el cobro de unos $ 3.000 millones de intereses sobre las reservas; unos $ 165.000 millones a los que hay que restar unos $ 60 a 65.000 millones del pago de intereses de las Lebac.
Es importante destacar que el principal resultado positivo surge de la ganancia contable del ajuste a la depreciación del tipo de cambio oficial de las letras intransferibles al Tesoro, dijo Gabriel Zelpo, economista de Elypsis. Es tramposo, porque es lo que transfirió al Tesoro para pagar deudas al exterior y no los tiene físicamente, agregó. La consultora calcula $ 104.000 millones de utilidades asumiendo un dólar a $ 8,5 a fin de año.
Según Bein -que calculó que las utilidades ascenderán a $ 97.000 millones suponiendo un tipo de cambio de $ 8,75-, la ganancia por devaluación será de $ 150.000 millones: $ 103.000 millones sobre las letras intransferibles más $ 62.500 millones sobre las reservas -ya que al 7 de noviembre tenía u$s 46.400 millones de letras (incluyendo el pago al FMI en 2006) contra u$s 28.100 millones de reservas- menos $ 17.000 millones de encajes de los depósitos en dólares, que son un pasivo.
El nivel de reservas comenzó en el año en unos u$s 30.500 millones y, después de caer en el primer bimestre, se estabilizó en los niveles actuales.
Sólo 28% interanual
El balance se deteriora por los intereses por Lebac, que pasaron de $ 14.800 millones a $ 45 a 46.000 millones. Se triplicó este año por el aumento del stock -de $ 95.000 millones a $ 210.000 millones a fin de año si sólo renueva lo que vence- y de la tasa de interés, dijo Martín Vauthier, economista de Bein.
La tasa de interés pasó de 15,43% y, aunque hoy esté en 26,8%, llegó a estar en 28,8% a 90 días.
Según Broda, el stock de Lebac crecerá hasta $ 220 a $ 225.000 millones. La ganancia no es tan grande porque el BCRA devaluó mucho a principios de año, pero luego no ha devaluado casi nada y la persperctiva es que va a devaluar poco y nada hacia fin de año, dijo Pazos. Y el aumento de las tasas de interés y del stock de Lebac elevó por 4 los servicios de la deuda: de $ 15.000 millones a $ 65.000 millones, agregó.
En 2012 las ganancias fueron de $ 32.200 millones y en 2013, $ 78.400 millones.
Con el BCRA, el Tesoro financia su déficit fiscal con la transferencia de utilidades, de adelantos transitorios y de los dólares que le sobran de las letras para pagar la deuda externa.