Los precios del oro registraron máximos de más de dos semanas este martes pues una mejora de las previsiones técnicas propició la vuelta de los inversores a los mercados.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en diciembre se negoció a 1.195,50 USD por onza troy, máximos de la sesión y su cota más alta desde el 31 de octubre, avanzando un 1%.
Los precios avanzaron un 0,85% o 10,10 USD para negociarse a 1.193,60 USD por onza troy durante la mañana de la jornada de negociación en Europa.
El oro había retrocedido durante la jornada anterior un 0,18% o 2,10 USD para situarse en 1.183,50 USD, lastrado por la fortaleza del dólar.
Era posible que los futuros sobre oro encontraran un soporte en 1.146,00 USD por onza troy, su mínimo del 14 de noviembre, y una resistencia en 1.202,40 USD, su máximo del pasado 31 de octubre.
Los precios del oro se han visto respaldados durante las últimas jornadas pues los inversores se reincorporaban al mercado ante la tendencia alcista de los gráficos.
Los precios han avanzado un 5,5% desde que se situara en 1.130,40 USD, mínimos de cuatro años y medio, el pasado 7 de noviembre.
A pesar de las recientes ganancias, todo apunta a que los precios del oro seguirán debilitándose a corto plazo ante los indicios de que el fortalecimiento de la economía estadounidense obligará a la Reserva Federal a empezar a subir los tipos de interés antes y más rápido de lo previsto.
Las expectativas de que se adelante la subida de los costes de financiación indican una tendencia bajista del oro, pues el metal precioso lo tiene difícil a la hora de competir con otros activos rentables cuando suben los tipos de interés.
La Fed publicará este miércoles las actas de su reunión sobre política monetaria de octubre, en la que puso fin a su programa de compra de bonos, tal y como estaba previsto.
Por otra parte, en el Comex, la plata para entrega en diciembre se disparó un 1,31% o 21,0 centavos para negociarse a 16,26 USD por onza troy.
En cuanto al resto del comercio de metales, el cobre para entrega en diciembre se dejó un 0,16% o 0,5 centavos para negociarse a 3,035 USD por libra pues las preocupaciones suscitadas en torno al estado del sector inmobiliario chino lastraron el interés por el metal rojo.
El Instituto Nacional de Estadística anunció al comienzo de la jornada que los precios de la vivienda descendieron en octubre en 69 de 70 ciudades respecto a las cifras de septiembre.
Los precios de la vivienda nueva se desplomaron en octubre un 2,6% frente al mismo periodo del año anterior, tras la caída del 1,3% registrada en septiembre.
La estabilidad del sector inmobiliario no sólo lastra la demanda de cobre como material de construcción sino que perjudica también el consumo en el sector de los electrodomésticos.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial.
El último Informe Trimestral publicado por el Consejo Mundial del Oro (World Gold Council, WGC por sus siglas en inglés) es un indicativo de una conducta que no se observaba hasta la fecha: mientras los precios del oro papel están en tendencia bajista de corto plazo, la demanda de oro físico cae a múltiplos superiores a los del precio. En términos interanuales, mientras el precio ha caído un 5% a precios de cierre del viernes, la demanda de oro total en el tercer trimestre ha caído (en valor) un 6% interanual.
En este sentido, sobre el mercado del oro se está produciendo una especie de “tormenta perfecta”: mientras los precios caen, la demanda cae proporcionalmente más tanto por el efecto de la demanda de inversión (lingotes y monedas) la cual se desploma un 24% interanual como por la reducción de la demanda de oro de joyería (un 7% en términos de valor y un 4% en términos reales).
El tercer trimestre de 2014 ha supuesto un cambio importante en el mercado tras meses en los que los inversores en oro pensaban que podía volver una subida de precios hasta, al menos, el umbral de los 1.400 dólares por onza. Sin embargo, la fortaleza del dólar americano y la pronta subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos, ha precipitado una salida masiva de inversores de los mercados de metales preciosos y su entrada en Bolsa con unos índices como los americanos en máximos históricos.
La recuperación de la economía norteamericana, en cambio, genera un efecto mínimo positivo sobre la demanda de oro. En el último trimestre, las importaciones de oro de joyería se han incrementado significativamente procedentes de India y Oriente Medio (+18% interanual). Por otro lado, la mejora de las perspectivas económicas sigue haciendo decaer la oferta de oro por la vía del “scrapping” u oro reciclado, el cual sigue cayendo en el entorno del 35% hasta 807,2 toneladas a cierre de septiembre.
El Banco Central Europeo (BCE) puede recurrir a comprar oro, acciones y fondos negociados en bolsa (ETF), o los tres al mismo tiempo, en un intento por impulsar la inflación en el bloque Euro.
Yves Mersch, miembro del consejo ejecutivo del BCE y representante de Luxemburgo, dijo que la compra de estos activos era “teóricamente” una opción para el banco central, que a principios de este año decidió “tomar nuevas medidas no convencionales para contrarrestar un largo período de baja inflación.”
Las estadísticas oficiales publicadas el viernes mostraron que la inflación es de solo 0.4% en el año 2014, hasta octubre. Son muy bajos los niveles de inflación oficiales, y el Mersch lo calificó como “anormalmente bajos”, el crecimiento de los precios se mantuvo muy por debajo del objetivo del 2% del BCE. Mersch dijo que, si bien había margen para comprar esos activos, el BCE está a punto de embarcarse en un programa de compras de valores respaldados por activos (asset-backed securities).
“Cada compra ya sea de metales preciosos o moneda extranjera, naturalmente, aumenta el riesgo de crédito del comprador”, agregó, señalando que el BCE puede carecer de un mandato para aumentar el riesgo de su balance. Mersch es a menudo visto como partidario de la posición de los miembros alemanes del BCE, vacilantes ante seguir políticas de estímulo monetario en un intento de revivir la eurozona.
La zona del euro en su conjunto solo ha logrado esquivar una recesión de triple inmersión (triple-dip recession), según los datos publicados el viernes pasado, registrando un crecimiento de 0.2% en el tercer trimestre del año. Si bien los datos económicos se han agravado. El jueves una encuesta de economistas profesionales del BCE mostró que se espera que la inflación y el crecimiento sigan siendo débiles.