Muchas son las opiniones encontradas en torno a la minería en nuestra provincia, minería que en ocasiones se ha transformado en rehén de pleitos políticos. Por un lado, posiciones que se fundamentan en un cambio de la matriz productiva que ponga a Mendoza en un plano económico superior, promesas de puestos de trabajo y de reactivación de la industria metalmecánica y del sector de la construcción y por ende todo un derrame económico en una importante cantidad de actividades. Y por otro, opuesto, es muy fuerte el brazo que soporta el discurso del sector antiminero, válido también porque alerta sobre las consecuencias de no velar por el ambiente, y una de las causas de que hoy Mendoza sea un lugar “sui generis”, en cuanto a la aceptación de los incursiones mineras.
El proyecto metalífero San Jorge, tan escuchado por los mendocinos pero del que tan poco se sabe, está ubicado a 37 kilómetros de Uspallata y a 147 de la ciudad de Mendoza. Se basa en el desarrollo de una mina a cielo abierto de cobre y oro y posee la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ya aprobada según sus propietarios. Ellos también son quienes aseguran que el emprendimiento sustituiría la totalidad de importación de cobre en la Argentina, que hoy es del 100%, con una inversión inicial que ronda los U$S400 millones y regalías para la provincia que pueden acceder al orden de los $110 millones.
En diciembre de 2013 los grupos empresarios rusos Solway Group y Aterra Capital, decidieron adquirir a Coro Mining Corp, antiguo operador del proyecto, la mayoría del mismo. Cabe recordar que el proyecto naufragó allá por 2011 por la presiones ambientalistas imperantes, por lo que el Gobierno decidió rechazarlo en argumento con la vigencia de la ley 7.722 que preserva los recursos hídricos del uso de sustancias tóxicas como cianuro, ácido sulfúrico y mercurio, entre otros.
Por estos días, los empresarios de Europa del Este ya se han instalado en Mendoza buscando despejar cualquier tipo de dudas sobre la nocividad del proyecto para los recursos naturales de la provincia. Inclusive ya se han gestado planes alternativos en donde está previsto el tratamiento del material, sólo extraído en Mendoza en una planta a construir en la vecina provincia de San Juan, donde sí se pueden utilizar productos que en Mendoza están prohibidos por ley.
De todas maneras, es el ámbito legislativo en donde se tendría que resolver la continuidad del proyecto de acuerdo a la vigencia de la ley 7.722, que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto mediante el uso de sustancias contaminantes. “Lo que decimos nosotros es que el proyecto está bien jurídicamente, ya lo ha dicho la Justicia. Hace falta la voluntad política para que se concrete”, dice Taras Nechiporenko, CEO de Minera San Jorge, consultado por Entorno Económico. Y agrega: “Consideramos que cuanto más diálogo hay, la gente más se informa; creemos que la discusión porotros emprendimientos mineros nos favorece”.
Por su parte Pavel Ermolaev, chief investment officer de Solway, explica: “No hay un lugar tan antiminero como Mendoza en donde hayamos estado. Sí hay en otros lugares problemas con los derechos o concesiones y a veces eso provoca conflictos con la gente local, pero en general la resistencia a la minería como una matriz económica la más fuerte es en Mendoza. Vemos a la provincia como un lugar de alto nivel cultural y profesional y seguramente la opinión se va a revertir”.
Los nuevos dueños del yacimiento confían en que la aprobación va a ocurrir en semanas, porque aseguran que sus compromisos con el Gobierno están cumplidos. Creen que si el Gobierno no alcanza a aprobarlo antes de fin de año se va a perder la posibilidad de generar empleos, regalías y demás beneficios. “Apostamos a que antes de 2015 salga la aprobación. Consideramos que es más importante que se apruebe ahora. Nosotros podemos esperar, pero también pueden salir otras oportunidades como la que salió para explotar níquel en Guatemala allá por 2011 y tomamos esa opción antes que San Jorge, fue una inversión de 700 millones de dólares”, dice el CEO de San Jorge.
Según los empresarios, la producción anual de cobre ascenderá a unas 65 mil toneladas, para lo que se implementará un desarrollo de tecnologías avanzadas utilizadas internacionalmente con gran énfasis en la protección ambiental. La inversión inicial del proyecto es de U$S400 millones mediante la utilización del procesos de flotación (proceso mediante el cual se separa el cobre de la roca y que se hará solamente en Mendoza) y de U$S200 millones mediante lixiviación (se termina de extraer el mineral por medio de reactivos proyecto compartido con San Juan, en donde se extraerá el cobre con la utilización de productos no autorizados en nuestra provincia). De esta manera, San Jorge se convertiría en la inversión privada de capitales rusos más importante de la historia argentina.
Se han planteado, de acuerdo a la normativa vigente, tres posibilidades de explotación. El formato de extracción más sencillo, único que hoy está permitido por la Ley 7.722, con una inversión de U$S200 millones de dólares que es la extracción de la roca y el transporte a San Juan mediante un trazado ferroviario. Luego está la posibilidad que consiste en la extracción y la realización del proceso de flotación en Mendoza, que tiene un inversión de 400 millones de dólares, llegando a tener una inversión total con el proceso de lixiviación en San Juan deU$S600 millones de dólares.
El proyecto biprovincial contempla la extracción primaria de cobre en Uspallata y desde allí, recorrerá 22 kilómetros en tren -se deberá trazar y emplazar el tendido ferroviario- hasta llegar al departamento de Calingasta, en San Juan, donde se realizará el tratamiento con ácido sulfúrico.Una vez en San Juan se depositará el material en pilas de lixiviación (camas de roca con el cobre) para que sea irrigado con agua y ácido sulfúrico, lo que permite mediante el efecto solvente la separación del mineral con la roca formando una solución líquida que contiene el cobre y es llamada PLS; luego se trata en la planta de electro obtención de cátodo de cobre, y el producto final es una plancha de cobre puro. “El nuevo proyecto, solamente la extracción de la roca en Mendoza que luego será trasladada a San Juan, tiene mucho menos impacto porque no se está utilizando el agua del lugar, ni sustancias, solamente se extrae el mineral triturado y se transporta”, dice Nechiporenko.
Aunque los dueños de San Jorge tienen expectativas en que se pueda avanzar en el primer proyecto presentado, el de flotación, que tiene la Declaración de Impacto Ambiental aprobada y no se opone a la Ley 7.722, según argumentan, es perfectamente viable.
“Somos optimistas en que en un cierto tiempo se replantee el tema de la flotación en Mendoza, pero hoy lo antes que se decida, mejor. Creemos que es una decisión que tiene que ser rápida del Gobierno porque esto va a atraer inversión, más trabajo para más gente. Consideramos que una vez iniciado el proyecto al menos en su versión extracción y transporte nos da la posibilidad de por lo menos arrancar y después seguir debatiendo el tema de la flotación en Mendoza.
Vamos a probar que somos una empresa seria y eficaz”, indica Kiril Zimin, socio de Aterra Capital. Asimismo, acentuaron que para la extracción de oro solamente se puede dar mediante el proceso de flotación; si no está ese proceso no hay oro. En Mendoza la producción sería de 40 mil toneladas de cobre fino al año y 40 mil onzas de oro, y unos 25 mil cátodos de cobre (planchas) mediante la lixiviación en San Juan.
De acuerdo al marco normativo que tiene la provincia de Mendoza el proceso de lixiviación realizado en San Juan no hace ni más ni menos que optimizar el recurso del yacimiento, termina de procesar lo que no se puede hacer aquí.
Con respecto al impacto ambiental en función de la utilización del agua, aseguran que el área del proyecto está ubicada dentro de la Cuenca de la Ciénaga del Yaguraz, mediante el Arroyo del Tigre, que según indica el Departamento General de Irrigación no aporta al río Mendoza, por lo que ese arroyo no tiene otro aprovechamiento más que para la estancia donde se emplazará la mina. Es una cuenca cerrada en donde los derechos del uso del agua pertenecen a la Minera San Jorge.
“Se ha hecho una ubicación de los proyectos más importantes mineros en relación con la producción vitivinícola de Mendoza donde se puede ver que la zona agrícola y vitivinícola más importante de Mendoza están a más de 120 km de donde produciremos 65 mil toneladas de cobre anual. Si vemos lo que ya funciona en Chile, hay dos proyectos que son parte de los 10 más grandes a nivel de cobre y que están hace más de 100 años y están a una distancia más corta que San Jorge de los oasis productivos mendocinos produciendo 15
o 20 más”, indica Pavel Ermolaev. “Entre el límite norte y el sur de la provincia de Mendoza, del lado chileno, se está produciendo cerca del millón y medio de toneladas de cobre. Creemos que con todos los estándares de seguridad internacional se pueden hacer las cosas seriamente”, dice Kirill Zimin.
De acuerdo a como están dadas las cosas hoy el proyecto emplearía en construcción 300 personas en Mendoza y 1.000 en San Juan, en forma directa. Y 1.500 en forma indirecta entre las dos provincias. En tanto en la operación 121 operarios en Mendoza y 200 en San Juan, de manera directa, y 1.000 de manera indirecta. Si se habla del proyecto original de Mendoza -que tiene el proceso de flotación-, los puestos en la etapa de construcción sumando los directos e indirectos sumarían 3.900 empleados afectados, y a la operación 565 directos y 1.500 indirectos. En la forma más ambiciosa, con los dos proyectos juntos, tanto con la flotación en Mendoza como la lixiviación en San Juan se empleará a más de 6.000 personas en construcción y unas 3.270 en la operación, todo esto entre empleos directos e indirectos. Esto para procesar 27 mil toneladas diarias de material. “La construcción se llevaría a cabo de 12 a 18 meses. La primera etapa de dos meses para la ingeniería y preparación del terreno más exploración. Hemos discutido que si aparecen otros emprendimientos en San Juan también se va a utilizar la planta. La vida útil de la mina es de unos 16 años en el proyecto de flotación y 10 años si se extrae en Mendoza y se lleva a San Juan. La recuperación del lugar se hace apenas se empieza a explotar la mina, desde el primer día”, indica Nechiporenko.
Consultados por la cambiante situación económica y el proceso electoral que se avecina los ejecutivos aseguran: “Nos preocupa, por eso queremos empezar cuanto antes para sacar el proyecto lo antes posible de este entorno político actual. Una vez aprobado el proyecto, este por sí solo va a demostrar los beneficios para la provincia, generando empleos y una buena comunicación con la gente. Creemos que es un lugar único en el mundo por su posición antiminera, está atrasado comparado con Chile por ejemplo. Pero por otro lado tiene beneficios como lo cultural, lo industrial y lo profesional para desarrollar el sector minero. Creemos que el potencial que tiene es enorme. Necesitamos el aval político, la declaración de impacto ambiental ya está hecha, simplemente nos resta esperar”.
Marcos Zandomeni, ministro de Energía de la provincia de Mendoza: "La política es la que tiene que resolver la acción con respecto a San Jorge".
¿En qué situación se encuentra el proyecto San Jorge para que sea aprobado?
Todo lo que estamos haciendo esta dentro de la normativa vigente, la Ley 7.722. El proyecto original que era sacar los óxidos y tratar los sulfuros por flotación es el que está en la Legislatura esperando a que se trate, no tiene ningún problema. El otro proyecto, el biprovincial que trata los óxidos en San Juan con ácido sulfúrico por lixiviación, produciendo los cátodos de cobre, lo que se aprobaría es nada más que la cantera, ya que justamente el tratamiento se haría en la vecina provincia. Al día de hoy tenemos un proyecto biprovincial en la UTN y tiene un dictamen en Ambiente, lo que hay que resolver es si se toma el proyecto original o esta opción biprovincial.
¿Es prioridad para la provincia este proyecto?
Hay que terminar de resolver desde la política cuál de los dos proyectos promover porque los dos van a estar disponibles en un corto plazo. Hoy están en un punto en que el poder político, básicamente las cámaras y la intendencias, tienen que terminar de resolver que hacer con este proyecto. La política es la que tiene que resolver la acción con respecto a San Jorge.
¿Cuál es la posición oficial frente a la minería?
Tenemos una definición muy clara sobre la minería, respetamos los empleos, el desarrollo sustentable con muchos controles y con dos limitaciones, minería apoyada en el secano y que todos los proyectos que promovemos deben estar dentro del marco legal, que es la ley 7.722. La orden del gobernador es trabajar con la normativa vigente, creemos que no hace falta modificarla.
El perfil de las empresas rusas
Aterra Capital es una firma de gestión de inversiones de capital privado. Asesores de inversores que buscan rendimientos mediante la inversión en empresas públicas y privadas en el sector de metales y minería en los mercados desarrollados y emergentes. En su portfolio cuentan con proyectos de mineria en Kenya (arenas minerales), Olza en Polonia (mayor zinc-plomo), El Roble en Colombia (cobre), Malawi (grafito), Turquía (uranio), Guinea (fosfato), Indonesia (cobre), Rusia (plata) y Guatemala (níquel).
Solway Investment Group cuenta con un número de empresas diversificadas con las actividades básicas de la minería, los metales no ferrosos, productos químicos, la industria del cemento y bienes raíces. El principal negocio del grupo se lleva a cabo en Rusia, los países de la CEI, Europa Central y del Este, América Latina y Australasia. El Consejo de Administración reside en Chipre. Industrias Solway que ha estado operando en Europa Central y del Este desde 1992 cuando sentó las bases para las inversiones industriales de Solway Investment Group.