Los rumores que corrían por las principales ciudades brasileñas no eran falsos. El pánico que habían producido en el sector empresarial las delaciones premiadas (a cambio de una reducción de pena) de ex directivos de Petrobras y de empresas contratistas que firmaron contratos millonarios con el gigante petrolífero en el marco de la Operación Lava-Jato quedó plenamente justificado por las 85 órdenes de detención cursadas este viernes por la Policía Federal brasileña, que registró oficinas de nueve compañías (algunas tan emblemáticas como Camargo-Correia u Odebrecht, uno de los grupos empresariales brasileños que más ha crecido en la última década). El temor se había desatado a finales de octubre con el testimonio aportado por Julio Camargo, ejecutivo de la empresa de ingeniería Toyo-Setal, el primer "arrepentido" ajeno a la estructura de la petrolera que se avenía a revelar el entramado de sobornos, comisiones y blanqueo de dinero que sacude la vida política brasileña y que, según la Policía Federal, pudo desviar varios miles de millones de dólares.
Camargo no era sólo un alto ejecutivo de una compañía cuyos contratos con Petrobras (la mayor empresa de Brasil) alcanzan los 3.500 millones de reales (1.340 millones de dólares). “Era el corazón del esquema de corrupción”, según reveló hace pocas semanas una fuente cercana a la investigación. Tres empresas a su nombre (Treviso, Piemonte y Auguri) hicieron depósitos millonarios en cuentas de empresas ficticias usadas por el cambista y experto en blanqueo Alberto Yousseff, personaje clave en la trama y segundo "arrepentido" que aceptó el canje propuesto por el Ministerio Fiscal. El primero de ellos había sido ni más ni menos que Paulo Roberto Costa, poderoso exdirector de Abastecimiento de la propia Petrobras, quien reconoció ante el juez que existía un sistema de sobornos institucionalizado y que el Partido de los Trabajadores se embolsó entre el 1% y el 3% de todos los contratos que se ejecutaron desde 2004 a 2012. La oposición (PSDB y PMDB) también sacaba tajada, aunque supuestamente de menor cuantía. Además, confirmó un dato fundamental: el esquema involucraba a todas las grandes constructoras que trabajan para Petrobras.
Atrapar a los corruptores no era el objetivo principal de la investigación cuando se inició, allá por el mes de marzo; el foco se puso en los contratistas cuando comenzaron las delaciones premiadas de los presos Costa y Yousseff y, sobre todo, de Camargo. Hasta que habló, las empresas contratistas habían mostrado una posición unánime respecto a negar su participación en el presunto pago de sobornos. Después de su testimonio se instaló un profundo malestar entre el resto de las empresas, aunque ningún representante lo afirme públicamente, y esa unanimidad se rompió, empezando cada cual a pensar en su propio pellejo. El procurador general de la República, Rodrigo Janot, afirmó esta semana que ya al menos nueve personas han accedido a colaborar bajo el formato de la delación premiada.
Otro ejecutivo de Toyo-Setal, Augusto Ribeiro de Mendonça, se sumó poco después de Camargo al acuerdo de colaboración judicial. Se da la circunstancia de que Ribeiro de Mendonça es además presidente de la Asociación Brasileña de Empresas de Construcción Naval y Offshore (ABENAV) y vicepresidente del Sindicato Nacional de la Industria de Construcción y Reparación Naval y Offshore (SINAVAL), los dos órganos más representativas del gremio, que prefirieron no hacer declaraciones. “Están todos metidos”, afirma a este periódico un abogado relacionado con el caso que guarda su anonimato. “Puede ser una carnicería”. Entre las personas detenidas este viernes, 20 pertenecen a las mayores empresas contratistas del país. Cuatro de ellos son presidentes de grandes compañías. Según ha revelado el diario Globo, uno de los cómplices de Renato Duque (ex director de Servicios de Petrobras, apresado hoy) se embolsó, él solo, más de 100 millones de dólares. El gigante del petróleo ha contratado dos estudios de abogados para investigar los supuestos fraudes relacionados con la empresa.
Las detenciones suponen una vuelta de tuerca más en una operación que supera ampliamente a la célebre trama del Mensalao que ocupó a la prensa brasileña durante años. “Estos empresarios son los que están contando verdaderamente cómo funcionaba el esquema: si no pagaban, no había negocio. Crearon fondos específicos para pagar”, afirma a este periódico Adriano Pires, director del Centro Brasileño de Infraestructura (CBIE): “Por primera vez está siendo examinado el funcionamiento del país, como le pasó a Italia hace algunos años con las operaciones contra la mafia. La relación entre políticos y empresas debe cambiar en el país… Todo depende de hasta dónde llegue la operación, de si alcanza al Gobierno. Es una oportunidad para refundar el país, la moral, el respeto al trabajo. La gente no sabe quién es el verdadero responsable, hasta dónde llega, quiénes son todos los implicados. Hace falta un cambio total para crear buenas prácticas”.
¿Cuál es el perfil del corruptor que aceptaba pagar cuantiosas comisiones ilegales a cambio de obtener contratos millonarios? Pocos datos se saben sobre la vida privada de Camargo, por poner un ejemplo, aunque es conocida su pasión por los caballos de raza, a quienes solía transportar en aviones climatizados cuando disputaban competiciones: una afición costosa que probablemente deba abandonar ahora, tras haber devuelto 40 millones de reales (15 millones de dólares) a las autoridades brasileñas. Es probable que restrinja también sus contribuciones económicas a políticos; en la campaña electoral de 2010 fue uno de los mayores donantes personales de todo el país: 1,12 millones de reales (430.000 dólares) en total, a siete políticos. Camargo mantenía un altísimo nivel de vida: según la revista Veja, prestó varias veces su jet privado a José Dirceu, ex jefe de Gabinete de ‘Lula’ da Silva y principal encausado de la trama ‘Mensalao’ (encarcelado entre 2013 y 2014), para cruzar Brasil después de que éste abandonase su cargo en 2005.
El origen del lubricado mecanismo de corrupción y blanqueo se remonta a 2003, cuando Dilma Rousseff accedió al Ministerio de Minas y Energía. Una de sus primeras decisiones fue establecer una política de ‘compre nacional’ en Petrobrás, con el fin de desarrollar la industria brasileña y crear nuevos empleos. Brasil amplió considerablemente su industria naval, hasta el punto de que las empresas investigadas hoy día en la Operación Lava-Jato suman contratos con Petrobras por valor de 59.000 millones de reales (22.600 millones de dólares), abarcando el periodo 2003-2014. Todavía quedan seis empresas sospechosas sobre las que las pruebas son aún poco concluyentes: no es de descartar que las próximas semanas traigan nuevas detenciones de contratistas devenidos en presuntos corruptores.
Reuters
En un hecho inédito en Brasil, la Policía Federal brasileña detuvo este viernes a presidentes y otros ejecutivos de grandes empresas del sector de obras – las llamadas 'empreiteiras' – acusadas de negocios dudosos con Petrobras.
Por orden de la Justicia brasileña, la Policía Federal (PF) emitió el mandado de prisión para 85 personas en cinco estados brasileños, además de Brasilia, que es el Distrito Federal. Hoy viernes fueron apresadas 18 personas - un exdirector de Petrobras, presidentes y otros ejecutivos de las constructoras OAS, Queiroz Galvão, UTC, Camargo Correa e Galvão Engenharia.
Otras empresas igualmente grandes del sector en Brasil, como Mendes Júnior, también son investigadas. La operación policial es parte de la investigación sobre el uso de recursos de Petrobras para el sector político. En la práctica se investiga el desvío de dinero de la principal empresa de Brasil para partidos políticos y sus ramificaciones para financiamiento de campañas políticas.
En Brasil los gastos en campañas son siderales y se estima que cada candidato gastó cifras altísimas en las disputas electorales. El escándalo, que empezo a ser investigado hace ocho meses, es llamado de 'Operación Lava-Jato' porque involucra el lavado de dinero.
Esta séptima etapa de los trabajos realizados por la Policía Federal fue llamada de 'juicio final'. Abarca principalmente a las constructoras brasileñas – empresas poderosas y en muchos casos influentes hace décadas junto al poder público brasileño – pero no ahorra nombres de políticos del gobierno brasileño.
De acuerdo con la PF, las siete empresas del sector de construcción investigadas tendrían contratos de casi R$ 60 mil millones con Petrobras. En medio a la incertidumbre la empresa no divulgo su balance económico este viernes. Era el ultimo día para divulgar el dato, según la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) de Brasil. La divulgación no fue realizada porque la empresa PriceWaterhouseCoopers habría pedido tiempo para entender las cuentas de la compañía brasileña y se excusó de ratificar los números de Petrobras. Las acciones de la petrolera volvieron a caer. Esta vez 3%. La acción de la Policía Federal sorprendió a Brasil. Las denuncias de corrupción en Petrobras, empresa fundada por Getúlio Vargas en 1953, marcaron la campaña presidencial. Dilma dijo que la PF tenía autonomía total para investigar el caso. La campaña terminó, Dilma ha sido reelecta y defiende una reforma política - todavía lejos de la realidad.
Dilma está ahora en Australia para participar de la reunión del G-20 y deberá como mínimo convivir con una investigación en uno de los símbolos de Brasil – Petrobras, empresa conocida como sólida, pero que está en medio de un huracán todavía lejos del epílogo.
Tres altos ejecutivos de la contratista Camargo Correa llegaron escoltados desde Sao Paulo a Curitiba (Paraná, sur de Brasil), donde están los 20 presos de la séptima fase de la 'Operación Lava Jato'. Un avión con 16 sospechosos, entre ellos el exdirectivo de Petrobras, Renato Duque, y ejecutivos de nueve grandes empresas de construcción que habrían firmado contratos fraudulentos con la compañía petrolera estatal, había llegado en la mañana a la capital de Paraná procedente de Rio de Janeiro.
Otros cuatro detenidos llegaron durante el día. Entre las empresas de construcción a las que pertenecen los directivos arrestados figuran las importantes OAS, Camargo Correa, Queiroz Galvao y Engevix. Los sospechosos fueron interrogados durante la jornada y las declaraciones se alargarán hasta el martes, según la prensa local. Con la entrega de la cúpula de la contratista Camargo Correa -que se define en su web corporativa como "una de las mayores organizaciones empresariales privadas de Brasil" y asegura tener 65.000 empleados y unos ingresos en 2013 de 25,8 billones de reales (unos 9,9 billones de dólares)- sólo quedan dos personas por arrestar.
El viernes, la Policía Federal de Brasil informó que había ejecutado 85 órdenes judiciales (seis de ellas de prisión preventiva y 19 de prisión temporal) en el marco del séptimo capítulo de la operación contra la corrupción "Lava Jato", que comenzó en marzo. La red habría desviado y blanqueado 10.000 millones de reales (3.800 millones de dólares), según la policía. El ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, condenó este sábado que la oposición intentara utilizar el caso para "construir una tercera vuelta electoral".
El gobierno continuará exigiendo "que se investigue todo (...). Digo esto para rechazar con vehemencia los intentos de construir, con esta investigación, una tercera vuelta electoral", subrayó el ministro, sin citar nombres, durante una rueda de prensa en Sao Paulo. El candidato presidencial derrotado en las elecciones de octubre, Aecio Neves, respondió a Cardozo a través de un comunicado en el que se refirió a la crisis en Petrobras como "el mayor escándalo de corrupción de la historia del País".
"El PSDB (Partido de la Socialdemocracia Brasileña, oposición, ndlr) lamenta que, en este momento, el Gobierno Federal, a través de sus autoridades, insista en tratar de dar tratamiento político a un caso que es, eminentemente, policial", asegura el escrito firmado por Neves. La presidenta Dilma Rousseff, que se encuentra en Australia en la reunión del G20, no se ha pronunciado aún sobre estas últimas acciones policiales y judiciales.
En la tarde del sábado, unos 3.500 manifestantes según la policía, y alrededor de 10.000 según los medios locales, se concentraron pacíficamente en Sao Paulo contra el gobierno de la presidenta reelecta, así como en protesta por los escándalos de corrupción que afectan a Petrobras. - Sobornos a miembros del Gobierno - El arresto del exdirectivo Renato Duque se suma al del exdirector de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, en marzo.
Para reducir su pena, Costa, actualmente en prisión domiciliaria, denunció un esquema de pago de sobornos a más de 50 legisladores (incluidos los presidentes de ambas cámaras del Congreso), gobernadores, al ministro de Energía, del Partido de los Trabajadores (en el poder desde 2003), y de dos partidos de la coalición gobernante, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro) y el Partido Progresista (PP, centro).
Costa asegura que las empresas constructoras pagaban sobreprecios en los contratos que eran destinados a las cajas de los partidos políticos y a sobornar a legisladores. Según publicó el diario Folha de Sao Paulo este sábado, la nueva fase de la operación 'Lava Jato' "hace sonar la alarma en el seno del gobierno debido a las repercusiones políticas y económicas (del escándalo) y debería conducir a una 'inevitable' reformulación de Petrobras". Folha subrayó que Rousseff siempre consideró Petrobras como una empresa estratégica para incentivar las inversiones en el país.
Por Alberto Armendariz.
Todavía atónito ante la magnitud -y las probables consecuencias políticas- del megaoperativo de la Policía Federal brasileña, que anteayer detuvo a ex funcionarios de Petrobras y a una veintena de empresarios acusados de pagar sobornos para garantizarse contratos con la estatal, el gobierno de Dilma Rousseff comenzó a ensayar ayer su respuesta.
El ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, criticó a la oposición por buscar politizar la investigación y negó que el escándalo de corrupción haya generado una crisis en la administración.
"El gobierno no cambiará un milímetro de su conducta, en relación con conducir su investigación, averiguar, le duela a quien le duela, sea quien sea el involucrado. Digo eso para rechazar con vehemencia tentativas de construir por encima de esta investigación una tercera vuelta electoral", advirtió Cardozo en una conferencia de prensa en San Pablo.
Se refería a los comentarios realizados la víspera por el ex candidato presidencial socialdemócrata Aécio Neves, quien señaló que el arresto del ex director de Servicios de Petrobras, Renato Duque -designado por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT)-, y de una veintena de ejecutivos de las principales empresas constructoras del país, "va a dejar a mucha gente sin dormir" en Brasilia.
Cardozo no mencionó específicamente a Neves, senador por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), a quien Rousseff derrotó con el 51,63% de los votos frente al 48,37% en el ajustadísimo ballottage del 26 de octubre, pero se quejó de la intención de "desestabilizar" de "aquellos que tal vez no hayan digerido el resultado electoral".
Las palabras del ministro de Justicia fueron rebatidas por el gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, también del PSDB: "No debe enojarse con la oposición, sino indignarse con los hechos".
Según la Policía Federal, la red de sobornos montada dentro de Petrobras entre 2003 -año en el que el PT llegó al poder con Luiz Inacio Lula da Silva- y 2012 movilizó más de 3847 millones de dólares, y parte de ese dinero fue desviado a políticos y campañas del PT, así como de dos de sus principales aliados, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño y el Partido Progresista.
Las detenciones de anteayer, que involucraron, entre otros, a ejecutivos de las constructoras Camargo Correa, Queiroz Galvão, OAS, Iesa y UTC, llegan luego de que, en marzo, la Policía Federal arrestó al ex director de Abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa; a cambio de una reducción en su condena, éste divulgó mayores detalles de la trama de corrupción montada dentro de Petrobras.
Además de los arrestos, la policía allanó sedes de las empresas Odebrecht, Mendes Junior, Engevix y Galvão.
En su presentación de ayer, Cardozo apuntó que Rousseff, que está Australiaen la Cumbre del G-20, fue notificada por él mismo anteayer a la mañana del operativo policial que estaba en marcha simultáneamente en cinco ciudades de Brasil, y que ordenó no intervenir de ninguna manera. Hasta el momento, la mandataria no se expresó acerca del episodio que sacudió al país.
"Ella transmitió lo que estoy diciendo: pida a la Policía Federal que prosiga con firmeza en la averiguación, que proceda con absoluta lisura e imparcialidad en las investigaciones, que vele para que todo sea esclarecido. No hay ninguna crisis. Tenemos la conciencia tranquila de que estamos cumpliendo con nuestro deber", resaltó Cardozo.
Mientras los funcionarios y empresarios detenidos comenzaron ayer a prestar declaraciones ante la Policía Federal, en varias ciudades del país se realizaron marchas para exigir el juicio político contra Rousseff, manifestaciones que ya habían sido convocadas con anterioridad, para coincidir con el feriado del Día de la Proclamación de la República. El mayor de los actos fue en San Pablo, donde 10.000 personas cortaron la Avenida Paulista.
"PETROLÃO" VS. "MENSALÃO"
El esquema de soborno de Petrobras movilizó más de 3847 millones de dólares
En la trama de coimas conocida como "mensalão", en el gobierno de Lula, se desviaron 35 millones de dólares de las arcas públicas