Los delitos ambientales más frecuentes en la región de Puno son producto de la minería ilegal, vertimiento de aguas residuales y residuos sólidos hacia los diferentes ríos y el lago Titicaca, informó el titular de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, Óscar Aníbal Jiménez Chura.
En Pachamama Radio sostuvo que varias denuncias contra algunos operadores mineros ilegales viene tramitando su despacho. No obstante, dijo que hubo algunos errores en el momento de las investigaciones preliminares, los cuales se vienen absolviendo.
Más adelante, refirió que hasta el momento su fiscalía hizo que dos sujetos hayan sido sentenciados penalmente por el delito de tráfico ilícito de flora y fauna silvestre, pues transportaron ranas silvestres del lago Titicaca, protegidas por el Estado, hacia regionales de Arequipa y Cusco.
Sin embargo, relató que las penas por este delito son muy benignas, que no permite que estos inescrupulosos traficantes de animales silvestres purguen condena por más de cinco años. Anotó que la ley debe ser modificada para agravar la pena.
Segunda vuelta. El dirigente Walter Aduviri y el ex rector Juan Luque se pelean cada voto en bastiones ajenos a su influencia para alcanzar la presidencia regional. Para lograrlo, no dudan en moderar su discurso frente a las inversiones mineras como el proyecto Santa Ana. Desde Kelluyo, un distrito que fue parte del epicentro del “aymarazo”, La República mide el temperamento electoral de la población aymara.
Wilber Huacasi
—A ver, yo le pregunto, hermano Juan Luque, ¿qué va a hacer con esta mina Santa Ana?
Micrófono en mano, un poblador acaba de lanzarle esta interrogante al candidato regional Juan Luque Mamani, quien está sentado en la plaza, junto con las autoridades comunales, bajo el ardiente sol aymara. La pregunta podría resultar irrelevante frente a otras demandas electorales. Pero no. Estamos al sur de Puno, en Kelluyo, un distrito de Chucuito, muy cerca de la frontera con Bolivia, donde hace tres años, en mayo del 2011, estalló el “aymarazo”, la asonada que obligó al gobierno de Alan García a retroceder en su política del “perro del hortelano”, suspendiendo el proyecto minero Santa Ana.
La población en pleno aguarda la respuesta del candidato Luque. Algunos le exigen que hable en aymara. Es domingo y la plaza de Kelluyo es el escenario de una asamblea. Tenientes gobernadores de distintas comunidades han llegado portando sus varas que los identifican como autoridades. A unas pocas cuadras, hay una feria dominical. En el suelo, mujeres campesinas comercializan productos domésticos de marcas bolivianas.
La llegada de Luque a Kelluyo genera algo de tensión entre los aymaras. “¡Que se vaya!”, le gritaron algunos. Más pudo la tolerancia: Luque no solo desfiló con las autoridades y participó en el izamiento de la bandera, sino también se permitió dar un discurso electoral, luego de aquel acto cívico.
No es poca cosa. Kelluyo es el bastión electoral de su adversario Walter Aduviri Calisaya, líder del “aymarazo”. En este distrito, Aduviri sacó un 67% de respaldo electoral en primera vuelta. Muy lejos del escuálido 11.5% de Luque.
La campaña para la segunda vuelta en Puno guarda similitud con una guerra por la conquista del territorio ajeno. Mientras en el sur Luque invadía Kelluyo con sus banderas con el símbolo del pico, en el norte de Puno, a la misma hora, su adversario Walter Aduviri Calisaya hacía exactamente lo mismo, con sus banderas con el símbolo de la casa, en el distrito de Azángaro, el bastión de Luque. Aquí, la cifra se invierte: Luque obtuvo 45% y Aduviri tiene apenas un 13.1%.
EL RADICAL MODERADO
Un día antes, el sábado 8, acompañamos al candidato Walter Aduviri Calisaya, del partido Democracia Directa, a un centro poblado de la provincia de Huancané, en el norte de Puno. Allí, en un pueblo llamado Solitario, Aduviri bebió un sorbo de caña pura y regó parte del licor sobre el suelo, en señal de pago a la tierra. Hubo aplausos. "Él sí defiende el medio ambiente", se oyó mencionar a un teniente gobernador.
Las protestas que lideró Walter Aduviri contra el proyecto minero que impulsaba la minera canadiense Bear Creek provocaron el incendio de sedes de instituciones públicas como la SUNAT, Aduanas y la Contraloría. Hasta hoy, el candidato se enfrenta a una investigación fiscal por delitos de extorsión agravada y disturbios.
Frente a la próxima segunda vuelta electoral, el candidato ha moderado su discurso radical con respecto a lo que él llama la "minería extranjera", quizá, teniendo en cuenta que hay otras provincias en Puno donde la actividad minera formal es fuente de trabajo de miles de puneños.
Walter Aduviri no ha dejado de masticar hojas de coca en Solitario. Y en su idioma aymara, expone ante los líderes de las comunidades su propuesta de bandera: "La revolución agrícola y ganadera mediante riego".
Al término de la reunión, el postulante firma un cuaderno de actas en el que se compromete a asfaltar la carretera y a elevar a la categoría de distrito al pueblo de Solitario. Toda una granizada de promesas electorales en las alturas de Puno.
UN RECTOR CUESTIONADO
Durante su exposición ante los pobladores de Kelluyo, el candidato Juan Luque no se queda atrás con las promesas y también asegura que asfaltará la vía de ingreso hacia el pueblo.
El postulante del movimiento Proyecto de la Integración para la Cooperación (PICO) menciona su condición de rector por más de 10 años de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez como su principal carta de presentación.
Sin embargo, Luque no ha podido impedir que se le acuse de haber generado una crisis en aquella universidad, mediante créditos excesivos, y que sea denunciado por el delito contra el patrimonio por una presunta sobrevaluación en la compra de un terreno en Arequipa. El rector alega en su defensa el hecho de haber dejado el cargo antes de que se concrete aquella cuestionada compra venta.
MINERÍA EN DEBATE
En Kelluyo no hay lugar a discusión sobre el proyecto minero Santa Ana. "Nunca lo vamos a permitir", asegura en tono enfático Mario Choque, teniente gobernador.
El candidato Walter Aduviri relaciona el respaldo electoral que obtuvo en primera vuelta como una expresión de rechazo a este proyecto en la frontera con Bolivia. "(El rechazo) prácticamente se valida con los resultados que hemos tenido en primera vuelta", asegura.
Sí, en cambio, Aduviri promete que respaldará la minería artesanal. "Nosotros siempre vamos a apoyar a la minería del pueblo. Como gobierno regional, vamos a promover y formalizar a los hermanos: pequeños mineros y artesanales".Esa es su propuesta.
Su adversario, Juan Luque, también dice que su gestión apoyará la formalización de la pequeña minería. En la primera vuelta, este candidato fue vinculado con las grandes mineras, por lo que en Kelluyo un poblador le lanza la pregunta: ¿Qué va a hacer con la mina Santa Ana?
Micrófono en mano, el candidato responde que la decisión le corresponde al gobierno nacional. Al mismo tiempo deja sentada su postura: "Hay que consultar a la población en su conjunto", expresa Juan Luque, ante los atentos aymaras.
ENFOQUE
GOBIERNOS REGIONALES Y LA AGENDA MINERA
IVÁN LANEGRA
Adjunto de la Defensoría del Pueblo.
En el 2002 urante la administración de Alejandro Toledo, los gobiernos regionales recibieron competencias para regular la minería de pequeña escala (artesanal, pequeña minería). Seis años después, durante el gobierno de Alan García, se le sumaron funciones en materia de formalización minera. Transcurridos otros 6 años, seguimos discutiendo estas políticas.
Mientras algunos ven a los gobiernos regionales como responsables de la expansión de la minería ilegal y como obstructores del equivalente formal, otros observan, en cambio, un nivel regional de gobierno sin funciones relevantes en la política minera. Estas lecturas contrapuestas no tienen por explicación solo el cristal –e intereses– desde el cual se juzga, sino también las grandes diferencias que presenta la actividad minera en cada departamento del país.
¿Debemos dar marcha atrás en la descentralización? El punto central no es quién tiene la competencia, sino si el gobierno –en cualquiera de sus niveles– puede ejercer con eficacia dicha responsabilidad. Esto implica recursos presupuestales, personal y un buen diseño institucional. Sin estos, no es posible garantizar el desarrollo y aplicación eficaz de una política de formalización de la minería ni una correcta regulación de la minería formal.
Asimismo, los niveles de autonomía regional no deben derivar en corrupción o cooptación. He ahí el trabajo de las instituciones a cargo del control y la fiscalización interestatal –que también enfrentan cuestionamientos–. Y, finalmente, es crucial una mirada que comprenda la diversidad de intereses, expectativas, preocupaciones y tensiones propias de cada localidad. ¿Será posible un diálogo entre el Poder Ejecutivo y las nuevas autoridades regionales para definir un rumbo común de acción para el periodo 2015-2018?
Dato
29.24% es el porcentaje de votación que obtuvo Juan Luque en la primera vuelta.
21.55% de ciudadanos de la región Puno respaldaron con su voto a Walter Aduviri.
Claves
30 de noviembre. Es la fecha para el debate entre los candidatos Juan Luque y Walter Aduviri, según anunció el Jurado Nacional de Elecciones. Ambos han confirmado su participación.
DISCURSO INDÍGENA. La campaña en la región Puno lleva consigo una aparente fragmentación entre aymaras y quechuas. Luque es quechua. Aduviri, aymara. Pero ambos dicen pregonar el discurso de la unidad en sus materiales de campaña electoral.
MINERÍA ILEGAL. En la región Puno existen graves afectaciones al medio ambiente generadas por la minería ilegal. Una de las principales evidencias se presenta en la contaminación de la cuenca del río Ramis.
