Una de las mayores bolsas del mundo, la de Shanghai, se abrirá a los inversionistas extranjeros la próxima semana con el inicio de la muy anticipada conexión de la negociación con Hong Kong que dará a los gestores de fondos acceso a US$2 billones (millones de millones) en acciones chinas.
Los reguladores chinos dieron su aprobación final a este programa el lunes, horas antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, aterrizase en Beijing para asistir al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, o APEC, y un día después de que el presidente chino, Xi Jinping, prometiese que esa aprobación llegaría pronto.
La conexión entre ambas bolsas comenzará el lunes 17 de noviembre y será uno de los mayores esfuerzos hechos por China para abrir sus estrechamente controlados mercados financieros. Las acciones chinas han tenido una pésima evolución desde el estallido de la crisis financiera mundial, pero los inversionistas creen que los miles de millones de dólares dispuestos a entrar en los mercados chinos de renta variable darán un impulso a este mercado.
“Hong Kong está a la cabeza de las mayores aperturas de cuentas de capital por parte de un país desde la Segunda Guerra Mundial”, señalaba la firma estadounidense de corretaje Jefferies en una nota a sus clientes. “El mercado debería tomarse la noticia de forma positiva, dado los recientes problemas políticos y los temores a que el programa [de conexión] se hubiera estancado”.
El lunes, las acciones subieron en reacción a la noticia, con el índice de referencia de Hong Kong avanzando hasta 2,4% y el de Shanghai ganando 1,6%. Desde que el programa para la conexión de estas bolsas se anunció en abril, el índice Shanghai Composite se ha revalorizado 14,8%, lo que lo convierte en uno de los selectivos de mejor desempeño a escala mundial este año ya que los inversionistas anticiparon un torrente de fondos entrando en este mercado.
Antes del programa, un grupo seleccionado de gestores de fondos había podido invertir en los mercados chinos mediante un sistema de cuotas limitado a un importe total de US$105.000 millones.
El programa de conexión de las bolsas de Shanghai y Hong Kong permitirá a todo tipo de inversionistas comprar acciones en la Bolsa de Shanghai al tiempo que permitirá también a inversionistas adinerados de China continental comprar acciones cotizadas en Hong Kong.
Para los inversionistas mundiales, los puntos a favor son muchos. Si bien actualmente pueden acceder a la renta variable china cotizada en Hong Kong, muchos de estos valores pertenecen a empresas estatales muy endeudadas cuyo atractivo es limitado. Tras establecerse la conexión entre ambas plazas, podrán comprar acciones de otras 568 compañías chinas en sectores como el de la salud, los materiales industriales o de productos básicos de consumo.
Los inversionistas podrán encontrar “valor de escasez” en una serie de acciones chinas que no cuentan con una cotización dual en Hong Kong u otras plazas y que típicamente ofrecen grandes rentabilidades y escasa deuda, según explican los expertos de UBS.UBSN.VX +0.54% Entre los valores que sólo están disponibles en Shanghai se encuentran People.cn, una compañía de medios que opera la página web del periódico oficial People’s Daily, y Kweichow Moutai, una empresa estatal que es el mayor productor de licores destilados de China.
“Hay determinados sectores en los que, como inversionista, quieres reducir posiciones, como la industria pesada”, afirma Adrian Mowat, de JP Morgan Chase JPM +0.75% & Co.
Las acciones ligadas a la cambiante economía china, como los bienes de consumo, tenían una oferta “limitada” en Hong Kong, añade.
Desde la perspectiva de los inversionistas en China continental que quieren invertir en Hong Kong, los valores de sectores como el de telecomunicaciones —no cotizados en Shanghai— tenían mucho atractivo, agrega Mowat.
Esto ha hecho que las acciones del sector de las telecomunicaciones en Hong Kong se encuentren entre las de mejor desempeño este año, con un alza de 31,3% desde que se anunciara el programa de conexión entre las dos bolsas. China Mobile, el mayor operador de telefonía móvil del mundo, ha subido 33,9%, mientras que China TelecomCHA -0.94% se ha revalorizado 41% en este periodo.
Una estrategia muy utilizada es apostar a la convergencia de los diferenciales de precios entre las acciones con cotización de forma dual en Shanghai y Hong Kong, ya que los precios en Hong Kong podrían vincularse más estrechamente a sus equivalentes en Shanghai por la relajación de las restricciones en la negociación.
El diferencial medio en los precios de acciones con cotización de forma dual en Hong Kong y Shanghai se ha estrechado 6% desde que se anunció el programa.
Muchos bancos prevén que el esquema de conexión pronto se ampliará a la Bolsa de Shenzhen, que junto con Shanghai y Hong Kong formarían el mayor mercado de renta variable del mundo sin tener en cuenta a Estados Unidos.
Pero está claro que también hay unos cuantos elementos preocupantes. Los escándalos contables siguen infestando a las compañías chinas; el informe en septiembre del grupo activista Anonymous Analytics sobre un presunto fraude en Tianhe Chemicals 1619.HK -2.01% supuso una suspensión de un mes para sus acciones, que desde entonces han caído 36,4%.
No obstante, los flujos hacia China, y viceversa, tendrán restricciones. El programa limita las inversiones en Shanghai a US$2.100 millones diarios, con un tope total de US$49.000 millones. Las cuotas están diseñadas para que no haya impactos desestabilizadores en la cuenta de capital de China, aunque los operadores advierten que podría crear problemas a los grandes inversionistas que busquen introducir órdenes en los primeros días de negociación.
Incluso después, las cuotas podrían agotarse rápidamente si un gran número de compradores intenta entrar a la vez.
Los inversionistas creen que hay otras limitaciones. Las órdenes de compra o venta de acciones chinas tendrán que ser emitidas antes de que comience la sesión para que puedan cumplir con los requisitos de la Bolsa de Shanghai, limitando así su capacidad para reaccionar rápidamente a los movimientos del mercado que activan eventos como la presentación de resultados corporativos.