El presidente boliviano, Evo Morales, confió hoy en poder retomar con Chile la negociación sobre las aguas de la región fronteriza boliviana del Silala que se consumen en el norte de ese país y por las que Bolivia no recibe compensaciones.
Morales recordó que su canciller, David Choquehuanca, "avanzó bastante" en las conversaciones sobre el tema realizadas con el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), cuando en Chile "querían pagar un porcentaje" por ese consumo.
Sin embargo, ese preacuerdo fue rechazado por líderes regionales del departamento andino de Potosí, a cuya jurisdicción pertenece la región del Silala, y donde hoy el mandatario se refirió al tema.
"A ver si ahora podemos retomar estas negociaciones que hicimos. No se trata de vender agua, sino se trata de cómo se reponga de alguna manera todo lo que aprovechó Chile con el tema del agua", dijo Morales en una conferencia de prensa.
Ambos países negociaron entre 2009 y 2010 un acuerdo para que las empresas del norte de Chile pagarán por el uso de esas aguas, en tanto se aclaraba si son manantiales o un río, pero el documento no se firmó porque Potosí exigió que también se pague lo que llaman la "deuda histórica" por el aprovechamiento de esos caudales.
Bolivia sostiene que el Silala son manantiales o vertientes que fluyen por canales artificiales construidos hace más de cien años a Chile, por lo que se exige una compensación.
En tanto que Chile ha afirmado que es un río de curso internacional por lo que sus aguas no son exclusivas de Bolivia.
Para subrayar su soberanía sobre esas aguas, las Fuerzas Armadas de Bolivia instalaron en la zona un criadero de peces, en tanto que la Gobernación de Potosí tiene proyectos de generación eléctrica.
En junio pasado, Bolivia embotelló agua del Silala para ofrecerla en la Cumbre del G77 y China celebrada en la ciudad de Santa Cruz.
Además, ambos países están enfrentados por la decisión de Bolivia de pedir en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya un fallo que obligue a Chile a negociar de buena fe y en firme su demanda de una restitución del acceso al Pacífico que perdió en una guerra de fines del siglo XIX.
Bolivia pidió la semana pasada al alto tribunal de Naciones Unidas que se declare competente para analizar su demanda marítima, después de que Chile presentará sus objeciones al respecto.
Morales dijo hoy que quisiera retomar una reunión bilateral con Chile sobre el Silala, pero reconoció que en medio está el tema de la demanda marítima.
El presidente boliviano, Evo Morales, confió hoy en poder retomar con Chile la negociación sobre las aguas de la región fronteriza boliviana del Silala que se consumen en el norte de ese país y por las que Bolivia no recibe compensaciones.
Morales recordó que su canciller, David Choquehuanca, "avanzó bastante" en las conversaciones sobre el tema realizadas con el primer gobierno de la presidenta Michelle Bachelet (2006-2010), cuando en Chile "querían pagar un porcentaje" por ese consumo.
Sin embargo, ese preacuerdo fue rechazado por líderes regionales del departamento andino de Potosí, a cuya jurisdicción pertenece la región del Silala, y donde hoy el mandatario se refirió al tema.
"A ver si ahora podemos retomar estas negociaciones que hicimos. No se trata de vender agua, sino se trata de cómo se reponga de alguna manera todo lo que aprovechó Chile con el tema del agua", dijo Morales en una conferencia de prensa.
Ambos países negociaron entre 2009 y 2010 un acuerdo para que las empresas del norte de Chile pagarán por el uso de esas aguas, en tanto se aclaraba si son manantiales o un río, pero el documento no se firmó porque Potosí exigió que también se pague lo que llaman la "deuda histórica" por el aprovechamiento de esos caudales.
Bolivia sostiene que el Silala son manantiales o vertientes que fluyen por canales artificiales construidos hace más de cien años a Chile, por lo que se exige una compensación.
En tanto que Chile ha afirmado que es un río de curso internacional por lo que sus aguas no son exclusivas de Bolivia.
Para subrayar su soberanía sobre esas aguas, las Fuerzas Armadas de Bolivia instalaron en la zona un criadero de peces, en tanto que la Gobernación de Potosí tiene proyectos de generación eléctrica.
En junio pasado, Bolivia embotelló agua del Silala para ofrecerla en la Cumbre del G77 y China celebrada en la ciudad de Santa Cruz.
Además, ambos países están enfrentados por la decisión de Bolivia de pedir en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya un fallo que obligue a Chile a negociar de buena fe y en firme su demanda de una restitución del acceso al Pacífico que perdió en una guerra de fines del siglo XIX.
Bolivia pidió la semana pasada al alto tribunal de Naciones Unidas que se declare competente para analizar su demanda marítima, después de que Chile presentará sus objeciones al respecto.
Morales dijo hoy que quisiera retomar una reunión bilateral con Chile sobre el Silala, pero reconoció que en medio está el tema de la demanda marítima.