La Ley que creó el Mecanismo de Estabilización de Precios de Combustibles (Mepco), no alcanzó a cumplir su período de rodaje. A sólo dos meses de haber sido presentado como la panacea para los consumidores de combustibles, este cuerpo legal (20.765) fue devuelto al Congreso, con una orden de discusión inmediata para enmendarlo.
El cambio fue incorporar la gasolina de 97 octano y las mezclas de este combustible con la de 93 octano (o sea, la de 95 octano) al sistema de amortiguación de las alzas y bajas, para que no tuvieran variaciones superiores a $5 a la semana. El proyecto de reforma ingresó al Congreso el 20 de octubre y concluyó su trámite legislativo el miércoles pasado, así es que la próxima semana entraría nuevamente en rodaje. La crisis del Mepco se desató el mes pasado, cuando se produjo una brecha de precios entre las gasolinas de 93 y 97. Todo esto, en medio de una fuerte baja en los precios de todos los combustibles a nivel internacional. En ese momento alegaron los consumidores, los analistas económicos y, curiosamente, algunos parlamentarios que habían participado en la tramitación legal del mecanismo.
Mientras la gasolina 93 comenzó a absorber las bajas del mercado internacional, la de 97 no solo no bajó, sino que comenzó a subir, por efecto de la aplicación del impuesto específico. Este se calcula con efecto retardado, sobre la base de 25 semanas ex post, que se toman en cuenta como promedio de precios.
Pero, en los hechos, es bastante distante de lo que ocurre en el mercado real al momento en que ENAP determina los precios para sus clientes, las grandes compañías distribuidoras. Son éstas las finalmente que traspasan las alzas y bajas a los consumidores.
El episodio del Mepco no hizo más que ratificar que los mecanismos de estabilización "son en la práctica instrumentos de intervención discrecional en el mercado de combustibles", comentó el economista Jorge Hermann, director de Hermann Consultores.
A juicio de este analista, el Mepco funcionará correctamente en casos puntuales, porque en su génesis convierte al Estado en un interventor en el más mínimo detalle del mercado de los combustibles, lo cual siempre genera efectos nocivos en la eficiente asignación de los recursos, prueba de ello es lo que sucedió en octubre".
En tanto, Michele Labbé, economista jefe de Econsult, dice que estos sistemas de estabilización "tienen como objetivo final disminuir la volatilidad de los precios, pero no cambian la tendencia de los mismos". Por lo tanto, para el bolsillo de los consumidores no debería tener efecto, pues los créditos que se aplican en determinados momentos son revertidos con incrementos de impuestos en otros.
"Los consumidores, están acostumbrados a lidiar con la volatilidad de los precios, lo hacen todos los días y en todos los ámbitos; el problema con los combustibles y particularmente con la gasolina, es que más del 40% del precio final corresponde a impuestos y de este modo no es necesario contar con sistemas de estabilización, pero sí bajar el impuesto específico", plantea la economista.
Tanto el gobierno como los parlamentarios no lograron explicar con precisión que falló y por qué el Mepco se convirtió en una pesadilla para los automovilistas. El Ministerio de Hacienda mantuvo una discreta distancia, tanto porque allí se alojan los autores intelectuales del Mepco, como porque el mecanismo ha sido funcional con el objetivo primordial que tiene esta cartera: recaudar. De hecho, por el simple expediente de contener las fuertes bajas registradas en el mercado internacional, el Mepco ha permitido recaudar unos US$10 millones a la semana, según estima Jorge Hermann.
"No es la primera vez que ambos poderes se equivocan en legislar en estas materias", dijo Fernando Rodríguez, presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustibles (Adico), recordando de paso que algo similar ocurrió con los antecesores del Mepco: el FEPP (Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo), el Fepco (Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles) y el Sipco (Sistema de Protección de Precios de Combustibles). "La única diferencia es que estos tres mecanismos duraron mucho más que el Mepco", anota el dirigente gremial.
Rodríguez también dispara contra la forma como se modifican los precios. "Enap no compra todas las semanas, por lo que es absurdo que cambie los precios cada semana", sostiene el dirigente. Añade que en Adico siempre se han manifestado en contra de este tipo de estabilizaciones, "porque distorsionan la industria". Además, dice que el impuesto específico a los combustibles es injusto, "porque afecta sólo al 25% de los consumidores y no al 100% de los que usan combustibles".
La ecuación es simple: el Mepco es un mecanismo de estabilización de las variaciones bruscas de precios, sin dejar de recaudar impuestos. Así, en periodos de alzas, opera con créditos a favor del consumidor y momentos de baja, traspasa sólo una parte de ésta al consumidor, aplicando un impuesto (recaudador) para compensar los créditos, que fue lo que ocurrió notoriamente con la gasolina 97 en octubre. Esto último, con el agravante de que el promedio de precios que se tomó en cuenta para calcular el impuesto, contrastó de manera muy evidente con la baja de este combustible en el mercado internacional.
En tanto, las fuertes bajas que siguen ocurriendo en el mercado internacional han sido traspasadas con gotario al mercado interno, porque el Mepco tolera un límite de $5 semanales de variación, hacia arriba y hacia abajo. Este límite no fue modificado en la reciente revisión.
Dado que esta semana siguió vigente el Mepco original, el límite de $5 se aplicó solo a la gasolina de 93 octano, no así a la de 97. Esta por fin pudo absorber una baja algo mayor, de poco más de $8 por litro, pero por poco tiempo, "porque cuando comience regir el Mepco revisado, la gasolina 97 también tendrá el tope de $5 de variación, salvo que el gobierno haga una excepción y discrecionalmente modifique el parámetro de tiempo que contempla el reglamento para promediar el precio", manifestó un técnico de ENAP.
"En el actual contexto internacional se justifica una modificación de la banda de referencia que calcula la Comisión Nacional de Energía (CNE) para que se genere un mayor traspaso de las bajas, lo cual es posible con la primera Ley del Mepco", precisó Hermann. Pero el gobierno ha señalado que recurrirá a este expediente cuando exista un cambio estructural, o sea mayor, en el mercado internacional de combustibles, lo cual sería inviable por ahora. Entretanto, Hacienda quiere seguir recaudando.
El actual gobierno decidió eliminar el anterior mecanismo, el Sipco, porque no fue bien evaluado. porque según un informe elaborado por el Ministerio de hacienda, "no ha logrado entregar una protección efectiva ante cambios bruscos de los precios de los combustibles", ya que operaba con bandas de precios expresados en dólares, mientras que los consumidores estaban expuestos a variaciones de precios expresados en pesos.
"Por eso propusieron el Mepco, que pasó a ser el cuarto mecanismo de política de combustibles en el país. Los anteriores fueron el FEPP (Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo), el Fepco (Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles) y Sipco (Sistema de Protección de Precios de Combustibles). Curiosamente, desde su creación por ley hace 23 años, FEPP sigue vigente, pero sólo para el kerosene doméstico.