La alta disponibilidad de agua para generación eléctrica en la segunda mitad del año obligó a desviar algunos buques con GNL que estaban programados, pues no eran necesarios. El hecho, aunque aislado y estacional, reabre un debate instalado desde que se hiciera pública la Agenda Energética. ¿Realmente Chile necesita más gas?
En septiembre, la producción de electricidad con gas natural licuado (GNL) marcó un récord. Ese mese se registró la participación más baja en la matriz del SIC desde que comenzó a operar el terminal de Quintero, en 2010, con sólo un 8,3% de participación.
La cifra, de acuerdo con un informe de Electroconsultores, está lejos del casi 30% de peso que tenía el gas natural en la matriz en 2012, mientras que no tan atrás, entre febrero y marzo de este año, el gas superaba el 20% de participación. Por entonces apenas unas décimas detrás de la generación hidroeléctrica.
En septiembre, en el sector energético se marcó otro récord. Nunca antes se había producido tanta electricidad en base a fuentes ERNC (eólica, solar y biomasa) a nivel nacional, es decir, sumando SIC+SING. Ese mes, la suma de las fuentes “verdes” alcanzó una participación de 8%, apenas cinco décimas por detrás del gas.
Esta situación se arrastra desde junio, y se relaciona directamente con un incremento de la producción hidroeléctrica, que pasó de representar el 32% en marzo al 55,4% en septiembre en la zona central. Ello, producto de las mayores lluvias, que permitió maximizar el uso de las centrales de embalse.
Pero esto no deja de tener consecuencias. Además de una reducción drástica de los costos marginales, ubicados en niveles muy bajos en relación con los últimos años (US$89 por MWh en el SIC y US$67,3 en el SING).
“Durante gran parte de septiembre el costo marginal del SIC fue determinado por centrales de embalse, cuyo valor del agua varió entre US$60 y US$109 por MWh en Rapel”, explicó en su último informe la consultora Systep.
“Con respecto a la generación GNL, durante septiembre la central San Isidro operó sus dos ciclos combinados con este combustible, a un precio promedio declarado de US$11,1 por millón de BTU. La unidad II de Nehuenco operó con GNL y costo variable nulo, mientras que la unidad I prácticamente no operó durante este mes. En tanto, la central Nueva Renca operó dos días con GNL durante septiembre a un precio de US$19,8 por MMBTU”, añade el reporte.
¿Cómo opera la fórmula para despachar a las centrales a GNL cuando operan con precios por sobre los marginales?
“Los mecanismos habituales establecidos en el despacho económico de carga, nos dicen que cuando una central GNL presenta precios por sobre los marginales, se le instruye operar a mínimo técnico. Por ejemplo, el caso de San Isidro”, señalan desde el CDEC-SIC.
Entonces, ¿sobra gas? Al parecer, sí. Cercanos al terminal GNL Quintero reconocieron que durante los últimos meses han debido desviarse algunos buques programados porque no ha sido necesario traer más gas, a lo que se suma que la capacidad de almacenamiento del terminal es limitada.
Ello no significa un problema comercial para quienes compran gas a la sociedad GNL Chile, porque el proveedor coloca ese gas en otros mercados a precio spot, lo que le genera una ganancia por cuanto esos valores son mucho más altos que los que se pagan en Chile, indexados a Henry Hub, un indicador que ha ido a la baja dado el superávit de gas natural en Estados Unidos, su mercado de referencia.
Sin embargo, en la medida que se recupera la hidrología -2014 fue un invierno de normal a seco y se espera que 2015 sea lluvioso -lo ocurrido en los últimos meses podría repetirse.
A esto se añade que, siguiendo el ritmo de la economía, la demanda energética no debiera aumentar mucho en los meses que viene.
Otro punto clave es que el gas es sindicado como el complemento perfecto para las centrales ERNC, pues pueden partir rápidamente cuando deje de soplar viento o no haya sol, dadas sus características.
La Agenda Energética del ministro Pacheco le da un rol preponderante. Asegurar una mayor participación del GNL en la matriz energética nacional es otro elemento central para bajar los precios actuales de la electricidad”, señala el documento, en el que se propone ampliar Quintero y Mejillones, además de levantar un tercer terminal en el Biobío.
Francisco Aguirre, socio de Electroconsultores, señala que Chile efectivamente necesita más gas, pero no requiere nuevas centrales a gas.
“Se requiere para alimentar las maquinas eficientes que ya están instaladas y que actualmente sólo operan como respaldos (..) Pero para el desarrollo de la producción complementaria futura y satisfacer los incrementos de demanda lo necesita a precios competitivos con otras tecnologías. El gas hoy no compite contra el carbón ni tampoco contra la hidroelectricidad”, dispara.
“Claramente el carbón es más competitivo. El GNL tiene muchas rigideces”, añade otro importante consultor eléctrico.