Por Claudio Savoia
Las demoledoras conclusiones del informe de la Auditoría General de la Nación sobre la gestión de Aerolíneas Argentinas en 2011 y el primer semestre de 2012 –que enumera enormes gastos en personal y combustible, cuestionables compras de aviones y una mala selección de las rutas aéreas– causaron ayer la réplica de su presidente, Mariano Recalde, quien buscó justificarse bajo el argumento de que aquella información refleja una situación antigua. Sin embargo, Clarín accedió a nuevos datos que Aerolíneas entregó a la Auditoría, igualmente contundentes: las pérdidas, el crecimiento de gastos inexplicables y la necesidad de recibir millonarias transferencias desde el Estado continían hasta el día de hoy.
Según los datos provisorios que la empresa compartió con la AGN, el año pasado Aerolíneas y Austral perdieron 3.854.945.507 pesos. Ese rojo gigantesco fue el más grande desde que el Estado tomó el control de la empresa, en julio de 2008. Los números son tan largos que hasta cuesta leerlos, pero una pequeña comparación los hace más accesibles: ese resultado negativo del 2013 fue casi 280 millones de pesos mayor al de 2012: es decir que durante el año pasado las pérdidas de las aerolíneas estatizadas sumaron casi 800.000 pesos diarios respecto del año anterior.
“Recalde dice que nuestro informe es sesgado, que es una foto vieja, que después las cosas mejoraron. Pero no es así” dijo a Clarín el auditor radical Alejandro Nieva. “El lapso auditado tampoco era un período de transición, porque ya llevaban cuatro años de manejo estatal y se había empezado a concretar el cambio de la flota de aviones”.
Hay más datos frescos: desde 2008, el capital de trabajo –fondos necesarios para la operación diaria, para “subir la cortina”, según la jerga de los comerciantes– viene siendo negativo: excepto en 2010, todos los años ese rojo superó los dos mil millones de pesos. “Aerolíneas es una empresa virtualmente quebrada”, dijo el ex perito contador de la Corte Suprema Alfredo Popritkin. “Pierde dinero por el solo hecho de poner un avión a volar. La ley de sociedades comerciales –a la cual está sujeta Aerolíneas– establece que una sociedad en estas condiciones está en estado de liquidación. Es muy cruel, pero el Estado se desangra por una empresa con serios problemas de gestión”.
La información recolectada por los auditores le da la razón a Popritkin: año tras año, las transferencias estatales a Aerolíneas cubren casi exactamente el monto de las pérdidas operativas. El año pasado fueron de 3.763 millones de pesos, y este año, hasta septiembre, ya suman 3.272 millones.
Aunque desde la estatización la información contable de las empresas del grupo Aerolíneas (que también integran las firmas Aerohandling y Jet Paq) siempre estuvo alambicada, Recalde y su equipo presentan bajo el brumoso rubro “otros gastos” otra fuente de pérdidas millonarias, que ascendieron de 1.818 millones de pesos en 2008 a 3.473 millones en 2012, y a 5.000 millones en 2013. ¿En qué se va esta fortuna? Los técnicos de la Auditoría y dos especialistas consultados por Clarín coinciden en que el número esconde los gastos de estructura burocrática, publicidad y administración. Allí anidarían, dicen, los cientos de militantes de La Cámpora que en el último tiempo se sumaron a la extenuada plantilla de Aerolíneas
El titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, cuestionó ayer el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) sobre Aerolíneas Argentinas y calificó su contenido como teñido de “parcialidad e intencionalidad política”. En declaraciones a radio Vorterix, sostuvo que el informe “está politizado y es poco técnico”. Sin embargo, admitió que hay mayor cantidad de pilotos que en otras empresas porque “son necesarios”. Y desafió a la AGN que diga “cuál es su sugerencia: ¨¿despidamos gente?, ¨cerremos la empresa?”. “Cuando tomamos la empresa había 300 empleados por avión, ahora tenemos 168 por avión”, agregó Recalde.
Sobre el presupuesto de la aerolínea, Recalde destacó que cuando el Estado se hizo cargo de Aerolíneas “se usaba el 0,73% del presupuesto y para el año próximo se usará el 0,19%”.
El funcionario camporista valoró la compra de aviones nuevos durante su gestión: “Elegimos crecer en la cantidad de vuelos, cambiamos los aviones por nuevos, incrementamos muchos los ingresos”, dijo ayer en radio Rivadavia.
En medio de los cuestionamientos sobre pérdidas millonarias y descontrol administrativo, Recalde dijo que Aerolíneas Argentinas es valiosa porque trasporta órganos. “El Incucai hace mucho más transplantes que los que hacía antes, es un país muy grande y no se puede hacer sino es por vía aérea”, dijo.
También cuestionó el informe el único auditor que votó en contra, Vicente Brusca. “Tiene una clara intención política y privatizadora, y lo único que hace es provocar los títulos para que sean leídos en los diarios”, declaró el auditor peronista. Y agregó: “Aerolíneas tiene una función federal y vuela a 20 destinos que son deficitarios”.
Los otros dos auditores del oficialismo, Javier Fernández y Oscar Lamberto, votaron a favor.
Un día después de que la Auditoría General de la Nación (AGN) denunciara que Aerolíneas Argentinas tiene 33 pilotos por avión, más del doble que la competencia, el titular de la empresa respondió que "no son más de los necesarios" y apuntó que el informe está "politizado". En tanto, diputados y dirigentes de la oposición alertaron que la designación de personal pone "en riesgo el funcionamiento" de la compañía aérea.
A primera hora, Recalde cuestionó la auditoría por radio La Red, en especial, la denuncia de que Aerolíneas incorporó más de 1125 empleados en el período que cubrió el informe, entre enero de 2011 y junio de 2012. "Se incrementaron los vuelos y las rutas y cada destino nuevo implica más personal para atender los servicios", indicó.
Mientras la AGN apuntó que la línea aérea recibió $20 mil millones del Gobierno desde 2008, el dirigente de La Cámpora marcó: "Durante nuestra gestión las transferencias del Estado se redujeron año tras año, a tal punto que el presupuesto pasó de representar el 0,73% del gasto total del Estado en 2009, a 0,19% para el año 2015".
Desde el oficialismo, el auditor kirchnerista Vicente Brusca, que votó en contra del informe a diferencia de los otros tres referentes del oficialismo, volvió a defender ayer a Recalde. "Aerolíneas tiene una función federal y vuela a 20 destinos que son deficitarios", apuntó.
Pero desde la oposición ayer apuntaron contra la Casa Rosada. El presidenciable del Frente Amplio Unen (FAU), Ernesto Sanz, indicó que "la presidenta convirtió a Aerolíneas Argentinas en un arenero para los chicos de La Cámpora". Además, el titular del radicalismo apoyó el informe de la AGN, al que calificó de "lapidario", y que se aprobó con votos de los tres auditores de la UCR (Leandro Despouy, Horacio Pernasetti y Alejandro Nieva) y de dos auditores K (Javier Fernández y Oscar Lamberto).
También hubo críticas de otros sectores. Eduardo Amadeo (PRO) sostuvo que con el déficit de u$s 1000 millones de la empresa "se pueden construir 70 hospitales de 180 camas cada uno, completamente equipados". Respecto al aumento de personal, el diputado del Frente Renovador, Alberto Roberti, advirtió que Recalde "está poniendo en riesgo el funcionamiento de la empresa".
Tras el revuelo que generó el informe, en dos semanas podría haber otro capítulo cuando la AGN debata los estados contables de 2012 de Aerolíneas Argentinas y tendría malas noticias para Recalde. El auditor Pernasetti adelantó el miércoles que ese año la línea aérea tuvo un déficit de $2.407 millones