Es en el Cantadero, paso obligado para llegar al paraje Las Cañas, situado a 20 kilómetros de Capital, en donde la Comisión Nacional de Energia Atómica busca avanzar con un proyecto de uranio que tiene el visto bueno de la Justicia Federal. Los ambientalistas buscan impedir que dicho proyecto de reactive.
Carlos Ferreyra, vecino del Cantadero, comunicó que este lunes retornó el corte informativo en la ruta 38 para ratificar la falta de licencia social para la explotación de la mina de uranio en la zona de Las Cañas.
La modalidad del corte consiste en frenar por unos minutos a los viajeros para entregarles folletería y conversar con ellos sobre la postura anti minera que adoptaron los vecinos y asambleístas, y también explicar sus motivos. Luego de ello, se libera la circulación de los vehículos.
“Estamos con la gente de la asamblea que nos acompaña, parando a los vehículos para informarles y esperando por si vuelve la CNEA”, indicó Ferreyra. Explicó que la recepción de los viajeros es positiva, por lo que quienes están en el corte sienten el apoyo de la comunidad.
“La gente que vive acá ha tomado conciencia de que no queremos eso, hay otras necesidades y posibilidades para desarrollar esta zona”, manifestó. Ferreyra puso como ejemplo la belleza natural del lugar, que podría ser explotada como recursos turísticos y que se perdería en caso de iniciar la explotación de la mina de la zona de Las Cañas.
Por último, Ferreyra reiteró que “la gente lo toma muy bien, me llama mucho la atención la gente que pasa porque nos da su apoyo y se acuerda bastante de algunos políticos y dirigentes, muy mal por supuesto”.