Por Javier Blanco.
El dólar paralelo profundizó su derrumbe al ceder ayer otros 30 centavos y cerrar el día a un promedio de $ 13,60 para la venta, para volver a niveles que no mostraba desde el 20 de agosto, época en que tomaba bríos una nueva corrida contra el peso.
Así, la brecha con el dólar oficial cayó al 59%, mientras bajó al 33% la que mantiene con el dólar ahorro y al 18% la vigente con el dólar tarjeta, su menor nivel en casi tres meses.
El precio de la divisa en el mercado negro cede casi 15% (o 2,35 pesos) desde el máximo de $ 15,95 que alcanzó el 24 de septiembre, pero agudizó su caída desde la última semana de octubre, cuando se hicieron rutinarias las inspecciones a casas de cambio, agentes bursátiles y bancos o incluso las multas por irregularidades cometidas años atrás, pero no sancionadas. Lanzadas ahora, y en medio de esta ofensiva, sirven para amedrentar un poco más.
En este sentido hay que interpretar, por caso, la suspensión por 60 días que el BCRA le aplicó a Cambio América o las multas por $ 160 millones y 4 millones aplicadas ayer al Banco de Valores, al Banco Hipotecario y a algunos de sus directivos, respectivamente, por infracciones cometidas algunos años atrás. Ambos bancos adelantaron que las apelarán.
Los operadores y analistas consideran el declive como una manifestación más de la "pax cambiaria" que el Gobierno consiguió en el último mes al combinar medidas regulatorias y represivas con distintos tipos de acuerdo destinados a incrementar la oferta de divisas, reforzar o estabilizar la tenencia de reservas del Banco Central (BCRA).
Aluden en este caso a la puesta en marcha del swap pactado con China (que permitió volver a colocar las reservas sobre los US$ 28.000 millones); el acuerdo sellado con los exportadores cerealeros (reflejado en el aumento del 63% que mostraron sus liquidaciones la semana pasada) y los ingresos por la licitación del espectro 4G, aunque se desconoce aún la porción de los US$ 2233 millones ofertados que ingresarán en efectivo.
El primer reflejo de la tregua en la batalla por las expectativas cambiarias surgió semanas atrás en los precios del dólar que se negocian en los mercados de futuros.
En el Rofex, la plaza doméstica más activa para este tipo de negocios, a mediados de septiembre el valor del dólar a fines de año de negociaba en torno de $ 9,20. Pero desde que se inició octubre se acomodó por debajo de 9 pesos y en los últimos días se estabilizó en torno de 8,70 pesos. "Esto implica, ni más ni menos, que el mercado concede que el Gobierno logrará evitar otro salto devaluatorio en el corto plazo. Pero cuando se extiende el horizonte, las dudas reaparecen: los contratos a un año no bajan de los $ 11 en el ámbito local y aún superan los $ 12,60 en Wall Street", observó un operador.
DE CONDICIONANTES Y PERSPECTIVAS
A eso se sumó la fuerte baja que propició el Gobierno (obligando a bancos y aseguradoras a vender parte de sus bonos) en los precios del dólar que surgen de operaciones bursátiles, luego de que la presidenta Cristina Kirchner se lanzó contra el "contado con liqui" y se quejó por la pereza de algunas dependencias para combatir conductas especulativas.
No fue casual. La última escalada del paralelo se inició sólo cuando lo acorralaron las subas del dólar fuga y el dólar bolsa, que, a principios de septiembre, llegaron incluso a superar por pequeños lapsos su valor. Pero esos precios del dólar ya dejaron de caer la semana pasada y se mantienen firmes sobre los $ 13, lo que abre dudas sobre los alcances que tendrá la corrección del paralelo.
"La baja se da por la combinación de factores, como las mayores liquidaciones agroindustriales, las crecientes restricciones y la exacerbación de regulaciones y controles", explica el economista Maximiliano Castillo, de la consultora ACM. Sin embargo, la juzga pasajera porque "las condiciones macroeconómicas subyacentes, caracterizadas por una insostenible monetización del déficit fiscal, no se modificaron".
El ex presidente del BCRA Aldo Pignanelli suscribe este análisis y habla de una baja algo amplificada por la reversión de expectativas en el corto plazo. "Esto hace que parte de los que compraron dólar ahorro para hacer diferencia se apresuren a revender en el paralelo para no resignar más ganancia, lo que agudizó la baja en los últimos días", explica.
Para Gabriel Caamaño Gómez (de la consultora Ledesma), en cambio, la baja "va a durar hasta que el poder de intimidación se diluya o se produzca algún suceso que vuelva a deteriorar las expectativas". Pero cree que la necesidad de pesos que enfrentan de aquí a fin de año las empresas "jugará a favor para mantenerlo controlado, al menos hasta que se acerque fin de año".
Por Javier Blanco.
Las acciones y los principales bonos de la deuda se negociaron ayer con marcadas bajas por una toma de ganancias que se accionó luego de tres ruedas con precios en alza.
La ola de ventas, para asegurar esas utilidades, muestra el contexto de inestabilidad en el que se mueve el mercado local básicamente por los vaivenes que tienen las expectativas cambiarias.
El Merval se hundió 3,1% y quedó al borde de perforar los 11.000 puntos (cerró a 11.024,28) luego de haber avanzado un 11,2% en las anteriores tres sesiones de negocios, mientras el volumen se contrajo casi 10% hasta los $ 289,8 millones.
El saldo dejó 12 alzas contra 47 bajas, mientras otros 13 papeles quedaron sin cambios en su cotización. Entre las líderes sólo cerraron sin variación las acciones de Sociedad Comercial del Plata, mientras que el resto lo hizo en terreno negativo con Telecom (-5,4%), YPF (-5,1%) y Tenaris (-4,5%) que encabezaron las pérdidas.
Parte del retroceso de Telecom obedeció a cierta decepción que dejó su último balance al reportar un beneficio de $ 839 millones, inferior al de $ 870 millones registrado en igual período de 2013. La explicación, entre las petroleras o los papeles de empresas vinculadas a este negocio, hay que buscarla en el derrape del crudo, que cedió otro 2% ayer y en su variante liviana ya se opera a US$ 77 el barril, es decir, a niveles que no tenía desde hace tres años.
La toma de ganancias se extendió a los bonos soberanos en dólares o atados a su variación, aunque fue más leve y pasó inadvertida en el exterior y aún aquí entre los bonos con esa legislación, como el Discount y el Global 17, que subieron casi 2 por ciento. Esto permitió que la tasa de riesgo país se mantenga en torno a los 685 puntos.
Por: Juan Pablo Marino.
Tras perforar el piso de los $ 14 en la jornada del lunes, el dólar "blue" continuó ayer con su declive y se derrumbó otros 30 centavos hasta los $ 13,60, en un contexto de escasas transacciones ante la presión de controles oficiales en la City porteña. La divisa marginal, que llegó a venderse a 13,55 promediando la jornada, encadenó su sexta caída consecutiva y en poco más de una semana se retrajo un 7,3% o $ 1,08.
El precio del billete informal se negoció en los mismos niveles de agosto pasado mientras que la brecha con el dólar oficial cayó debajo del 60%, cuando previo al desembarco de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central bordeaba el 86%.
Operadores coinciden en que acciones como la suspensión de "Cambio América", dispuesta el viernes por la CNV y UIF, más la multa de $ 160 millones al Banco de Valores por "irregularidades" conocida ayer, genera temor entre quienes se mueven habitualmente en el mercado informal.
Además, volvió a presionar al "blue" la sostenida oferta de "dólar ahorro" por parte de quienes luego de adquirir en los bancos las divisas que autoriza la AFIP, acuden al mercado paralelo para venderlas y obtener una buena ganancia en pesos. En apenas dos días hábiles de noviembre las compras de la divisa para atesorar superaron los u$s 123 millones.
"El 90% del dólar sueldo vuelve al mercado 'blue' y ahí tienen una oferta. En el mes de octubre fueron de u$s 450 millones que se volcaron al dólar 'blue' de las reservas del Central vía el dólar sueldo", describió el expresidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
Por su parte, el "contado con liqui" cedió 19 centavos a $ 13,19, mientras que el dólar Bolsa ganó tres centavos a $ 13,47. "La baja del tipo de cambio implícito responde a la presión que viene ejerciendo el BCRA, sobre todo con las casas de cambio. Pero no creo que esta situación se mantenga más allá del corto plazo", comentó un operador de una mesa de dinero a Ámbito Financiero.
Respecto al segmento oficial, el dólar cerró sin variaciones a $ 8,52, bajo la mirada de la autoridad monetaria que aprovechó la jornada para comprar sus primeros u$s 20 millones del mes. "El Central sigue vigilando estrictamente el cumplimiento del cupo de dólares que les da a las empresas para el pago de importaciones", detalló un analista.
En el plano bursátil, el índice Merval se hundió 3,1% a 11.024,28 unidades y, de esta manera cortó una racha de tres jornadas con fuertes avances en las que llegó a acumular más de un 11%. "La desmentida de Kicillof sobre el avance de las negociaciones con los fondos buitre, hizo caer las expectativas que había el lunes sobre la resolución del conflicto", resaltó un broker del mercado, quien además atribuyó la baja a una "previsible" toma de ganancias.
Los papeles que más perdieron fueron los de Telecom (-5,4 %), YPF (-5,1%) y Tenaris (-4,5%). En tanto, los títulos públicos más negociados registraron cotizaciones mixtas. Así, el Global 2017 subió un 1,8%; el Discount en dólares, un 0,9%; y el Bonar 2017, un 0,1%; mientras que el Bonad 2016 perdió un 1%; el Bonar 2024, un 0,4%; y el Boden 2015, un 0,2%. Los cupones del PBI en pesos subieron 1,6%. En tanto, el riesgo-país, que mide el JP Morgan, cedió el 0,15% hasta los 681 puntos básicos.
Por: Ignacio Olivera Doll.
El objetivo será atenuar los efectos de un fin de año que es estacionalmente "explosivo", porque suele requerir de una fuerte emisión de pesos del Banco Central para asistir al Tesoro. Para anticiparse a esto, el Gobierno planea emitir en las próximas semanas un segundo bono atado al dólar, que le permita, por un lado, financiarse en el mercado sin necesidad de recurrir al BCRA; y, por el otro, calmar a inversores que hoy buscan activos en moneda extranjera para limitar el riesgo ante una eventual devaluación local.
El Ministerio de Economía sondeó ayer, otra vez, a las mesas de dinero de los bancos, fondos comunes de inversión y aseguradoras para la colocación de un segundo título dollar linked, por un monto de entre u$s 500 y u$s 800 millones, que vencerá en 2017 y que pagaría el mismo retorno que el de la semana pasada (1,75% semestral). El objetivo es emitirlo el jueves 13 de noviembre y concentrar la mayor cantidad de ofertas posible.
El mercado recibió ayer bien la iniciativa porque la considera dentro de un combo de medidas "ortodoxas", y más de fondo, que Kicillof empezó a poner en práctica en las últimas semanas tras el desembarco de Alejandro Vanoli en el Banco Central. Es la "mano derecha" de una gestión que, simultáneamente, promueve acciones menos efectivas, y más nocivas para el clima de negocios de la economía local, como las inspecciones y las presiones en la City para limitar la demanda de dólares y forzar la venta de activos en moneda extranjera.
La emisión de otro bono dollar linked llega para complementar los esfuerzos que se hacen para retirar pesos del mercado y quitarles fuerza a las expectativas de devaluación. La primera fue, en los primeros días de Vanoli, la suba de tasas de interés de los plazos fijos menores a
$ 350.000, de unos tres puntos porcentuales, para alentar los ahorros en pesos; la segunda, el aumento del fondo de garantía de estos depósitos que se dispuso para restar liquidez a los bancos; la tercera, la decisión de intervenir en esa primera semana en el mercado secundario con colocaciones de Lebac para sacar pesos de la plaza; y la cuarta, el lanzamiento del primer título soberano dollar linked, por u$s 983 millones, que fue suscripto la semana pasada después de amenazas y llamados oficiales.
En el sector bancario consideran que, con estas iniciativas, el Gobierno parece haber reconocido después de años que la emisión monetaria es el problema que está detrás de las subas de precios y del dólar. Retirar liquidez del sistema es, bajo este argumento, el camino más efectivo para evitarlas, en un país que nunca deja de razonar como en la Convertibilidad, considerando el tipo de cambio de equilibrio según la cantidad de pesos que circulan y los dólares que tiene el Banco Central.
En septiembre, sobre el final de la gestión de Juan Carlos Fábrega, la emisión monetaria era del 20% anual. En octubre, después de estas medidas y aún con una absorción menor en las licitaciones de deuda (de apenas $ 2.100 millones frente a los $ 18.000 millones del mes anterior), el crecimiento de la base monetaria cayó al 15,3%. El dólar Convertibilidad (la relación entre pesos y dólares) bajó de un récord de $ 14,87 a un nivel de casi $ 14 por estos días. Fue lo que explicó la fuerte caída del "blue" en este período: de un máximo de $ 15,70, el 1 de octubre, a los $ 13,60 de ayer.
Sin cambios en las tasas de interés, y con una extensión de plazos que sugiere que el mercado no está previendo un ajuste, el Banco Central alcanzó ayer a absorber $ 977 millones del sistema en un día en el que debía afrontar vencimientos por $ 7.200 millones en Lebac y los últimos $ 860 millones en Nobac que estaban en circulación.
El mercado destacó dos señales positivas de la licitación: en primer lugar, que el 35% de la emisión haya sido concretado a un año de plazo (unos $ 3.477 millones), cuando en general esta deuda se suele suscribir a plazos más cortos; y en segundo lugar, que la suscripción fuera realizada tanto por bancos públicos como privados. La lectura que se hizo fue que, de acuerdo con esto, el sistema financiero no parece estar esperando una suba de tasas en el mediano plazo.
El otro dato sugestivo fue que el Central terminó ayer de absorber el último resto de la deuda que le quedaba emitido a tasa variable: se trata de las Nobac, que son títulos que ajustan por un retorno que está dado por la Badlar privada (la que rige para los depósitos mayores al millón de pesos) más un spread. Con esto, el organismo terminó de reemplazar completamente este tipo de títulos por letras que pagan una tasa de interés fija (Lebac), y limitó de este modo el riesgo que percibe ante una eventual suba en el retorno que pagan los bancos privados.
Ayer, en el segmento de las Letras en pesos hubo propuestas por $ 10.561 millones y en moneda extranjera por otros u$s 76 millones. Las tasas fueron del 26,86% a 98 días, del 27,69% a 119 días, del 28,21% a 133 días, del 28,77% a 175 días, del 29,02% a 238 días, del 29,18% a 315 días y del 29,29% a 357 días.
De este modo, desde su debut Alejandro Vanoli logró absorber alrededor de $ 3.100 millones, frente a los $ 18.670 millones que había esterilizado su antecesor, Juan Carlos Fábrega, en apenas un mes. Con todo, durante la nueva gestión el Gobierno busca evitar expandir aún más la liquidez mediante colocaciones de bonos que absorben pesos del sistema para financiar el déficit fiscal.