El precio del crudo cae a mínimos de varios años debido a que las rebajas aplicadas por varios productores de Oriente Próximo reflejan que seguirá aumentando el exceso de petróleo mundial.
Los futuros del crudo han caído un 5% desde que Arabia Saudí anunció inesperadamente el lunes una rebaja del precio al que vende el barril a Estados Unidos. Los inversores lo interpretaron como una prueba de que no es probable que la Organización de Países Exportadores de Petróleo baje la producción para combatir la caída del mercado.
Los precios acumulan un descenso del 25% desde los máximos alcanzados a mediados de junio, en particular en Estados Unidos, y la débil demanda ha pesado en el mercado.
En la tarde del martes, el crudo dulce y ligero de referencia en Nueva York caía un 3,2% a US$76,27 por barril, mientras que el Brent de Londres perdía un 2,8% a US$82,41.
Sarah Kent y Gabriele Steinhauser contribuyeron a este artículo.
Por Eric Yep.
La caída el precio del crudo amenaza con asfixiar algunos proyectos multimillonarios de exploración energética en el mundo, que buscan nuevos suministros y que están principalmente destinados a los consumidores asiáticos.
Entre los proyectos se encuentran costosas exploraciones de hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos, de arenas bituminosas en Canadá y perforaciones en aguas oceánicas a cientos de metros de profundidad. Estos arriesgados proyectos se iniciaron cuando los precios del crudo superaban los US$100 por barril, en un apuesta a que los precios de la energía convencional se mantendrían elevados.
Pero con el crudo por debajo de US$80 el barril, se podría ralentizar la necesidad de buscar crudo y gas en las áreas más remotas y profundas del mundo, como la exploración en el Ártico o la extracción de gas natural de los hielos polares, también conocido como hidrato de metano.
Hace un mes, las autoridades de la provincia canadiense de Alberta viajaron a Singapur para identificar a posibles compradores en Asia de crudo extraído de arenas bituminosas.
Pero ahora que el Brent ha perdido más del 25% de su valor desde sus máximos de este año, vender en Asia podría carecer de lógica. Y el elevado costo de transportar el crudo al otro extremo del mundo no hace sino complicar la situación.
Mientras, una parte significativa de los proyectos energéticos de alto costo nuevos y también los ya existentes podrían quedarse fuera de mercado. El mínimo de la zona de comodidad de las petroleras es US$83/barril en 2014, y unos precios que se mantengan de manera continua por debajo de ese nivel podrían desencadenar una reducción del gasto del 10%, según estimaciones de DNB Bank.
Cuando el precio del crudo se desplomó en 2008-2009 por la recesión mundial, la inversión en proyectos de arenas bituminosas en Canadá se redujo en una tercera parte a US$14.000 millones en 2009 desde los niveles de 2008, según la Agencia Internacional de la Energía. Las arenas bituminosas son una mezcla de arena, minerales y un tipo espeso y turbio de alquitrán del que se debe extraer el crudo. Se estima que Canadá es el segundo país del mundo con mayores recursos petrolíferos, sólo por detrás de Arabia Saudí, con un 95% de los mismos en la provincia de Alberta.
“Lugares tan diversos como China continental, Indonesia, aguas poco profundas de Malasia, Nigeria, ubicaciones convencionales en tierra en Estados Unidos, aguas poco profundas de Reino Unido y yacimientos convencionales de Rusia [también] disponen de cantidades significativas de producción”, según dijo la AIE en su último informe.
¿Se quedarán las refinerías asiáticas sin crudo? Es muy improbable, aunque puede que sus opciones se reduzcan.
Asumiendo que los yacimientos de crudo se agotarán a una tasa del 2,5% al año y que el crecimiento de la demanda de crudo será de un anémico 1% al año, los proyectos ya existentes en el mundo podrían cubrir las necesidades energéticas hasta 2020, según Torbjorn Kjus, de DNB Bank.
Kjus asegura que el productor a más bajo costo, Arabia Saudí, se beneficiará a largo plazo ya que los bajos precios ralentizarán la producción de hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos, y prolongarán la edad del crudo al desalentar los combustibles alternativos.
Algunos productores se siguen mostrando positivos respecto a vender a los mercados asiáticos. Cheniere, que se prevé será el primer exportador de gas natural estadounidense a Asia, ha abierto su oficina en Singapur y planea comercializar 5 millones de toneladas de gas natural licuado en la región, según anunció Nicolas Zanen, vicepresidente para Asia, la semana pasada.
La caída del precio internacional del petróleo que ayer tocó el nivel más bajo desde octubre de 2011 para la variedad WTI de referencia en EE.UU. y en la Argentina, pone un límite a los aumentos en los combustibles en el mercado local. Esto a su vez implica otro efecto perjudicial para YPF que solventa buena parte de sus inversiones con el flujo de fondos propios y por eso necesita adecuar persistentemente los valores al público.
Los precios de los combustibles subieron el 42,5% en lo que va del año, por encima de la inflación, de la devaluación y muy por encima del valor del petróleo. El 2 de enero, el barril de WTI cotizó en Nueva York a u$s 95,44 y ayer cerró a u$s 77,19, lo que significa una caída del 19,1% entre las mismas fechas. El tipo de cambio oficial, en tanto, tuvo una variación del 30%.
Si se considera que el último aumento en los combustibles se realizó el 1 de septiembre, la devaluación desde esa fecha fue del 1,18%, pero el precio internacional del crudo bajó el 16,9%. De estos números surge que el precio de los combustibles no sólo no tendría razones para subir, sino que además debería bajar.
Las petroleras aducen que los precios al público se habían retrasado durante 2013 y también que no se pueden comparar esos valores con los vigentes a nivel minorista en EE.UU. porque en la Argentina, casi el 45% del precio son impuestos. Pero también es cierto que la necesidad de dar aliento a la producción petrolera en general y a la de YPF en particular, es la que alienta la suba de precios en el mercado local, con la tácita aceptación del Ministerio de Economía que se mueve sobre todo por la urgencia de ahorrar divisas que requiere la importación de energía.
La dificultad para seguir subiendo precios en el actual contexto internacional no es el único perjuicio que le depara a la empresa que dirige Miguel Galuccio la caída de la cotización. También va creciendo en el mundo el desaliento por el desarrollo del "shale" y por las inversiones en el mar. Aunque en los yacimientos convencionales, la rentabilidad de la petrolera estatal, como de las otras que operan en el país, se mantiene en niveles muy altos, las inversiones que YPF espera, provenientes de la malaya Petronas y nuevas de Chevron, podrían ser afectadas. Además, la cotización de la acción, que se vincula a sus posibilidades de financiamiento, también se perjudica.
El precio del petróleo en la variedad West Texas Intermediate (WTI) cayó ayer en Nueva York un 2% y terminó a u$s 77,19, el nivel más bajo en tres años, tras haber alcanzado durante la jornada un descenso del 3,7%. Si se acumula lunes y martes, el descenso fue del 4,2 % o u$s 3,35.
El petróleo continúa por la cuesta descendente en la apertura en Nueva York, a mínimos en tres años, y baja también en Londres, en un mercado con precios aplastados por la decisión de Arabia Saudita de bajar el precio del crudo que vende a Estados Unidos.
El barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en diciembre bajó 1.59 dólares a 77.19 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex), a su mínimo de cierre desde octubre de 2011.
"La presión bajista observada durante la noche" continúa pesando dijo en la mañana antes del cierre John Kilduff, de Again Capital.
De ambos lados del Atlántico, tanto en Nueva York como en Londres, los inversores "reaccionan al efecto de la baja de los precios del crudo saudita hacia EU e ignora el alza de precios impuesta a Asia", añadió.
"Los precios borraron una parte de sus pérdidas al final de la jornada, pero siguen bajo presión", destacó Bob Yawger, de Mizuho Securities.
El Brent en Londres alcanzó niveles mínimos desde fines de octubre de 2010.
El barril para diciembre cerró en 82.82 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE), en baja de 1.96 dólares, un mínimo desde el 17 de octubre de 2010.
"Esto muestra hasta qué punto el mercado está obsesionado por la abundancia de la oferta en este momento", cuando nada parece mostrar una voluntad de reducir la oferta de parte de los grandes exportadores.
Los sauditas "anunciaron un alza de sus precios de venta a Europa y EU cuando la demanda debería subir en el invierno (boreal), pero paralelamente los precios a sus clientes norteamericanos se vieron reducidos para defender sus partes de mercado en un contexto de abundante oferta", destalló Oel Hansen, analista de Saxo Bank.
En los últimos meses Arabia Saudita redujo sus precios a Europa y Asia en donde la demanda no parecía demasiado fuerte, pero la cercanía del invierno hace esperar un alza.
En EU los sauditas compiten con el petróleo de esquisto, cuya explotación creció de forma importante en los últimos años, generando un boom de la producción de crudo en EU.
EU produjo a fines de octubre unos 9 millones de barriles diarios (8.97 mbd), un nivel sin precedentes en los últimos treinta años.
"A exactas tres semanas y media antes de la reunión de la OPEP (...) Arabia Saudita no parece deseosa de reducir su producción. Eso hace poco probable un acuerdo sobre una disminución global de la producción del cartel el 27 de noviembre, lo cual deja anticipar que la presión sobre los precios (del crudo) continuará", consideraron los expertos de Commerzbank.
En este contexto de abundante oferta, de una economía mundial titubeante y un dólar particularmente fuerte, las cotizaciones del petróleo en el mundo tienden a la baja y desde junio perdieron un cuarto de su valor tanto en Londres como en Nueva York.