La crisis es cosa de pobres. El informe IGUALES: Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas, que publica este jueves Oxfam Intermón, publica datos esclarecedores sobre el alarmante aumento de la desigualdad en todo el mundo y cómo la actual crisis económica ha beneficiado a los que más riqueza acumulan.
Según este estudio, desde que se inició la crisis en 2008, el número de milmillonarios a nivel mundial se ha duplicado y, tan sólo en el último año, las 85 personas más ricas del mundo lograron beneficios de casi medio millón de dólares cada minuto.
"En todo el mundo conviven unos niveles de riqueza absurdos con la pobreza más desesperada. Las diferencias entre ricos y pobres están aumentando rápidamente y la desigualdad económica ha alcanzado niveles extremos", indica Oxfam, que advierte que "la desigualdad extrema corrompe la política, frena el crecimiento y reduce la movilidad social". "Además, fomenta la delincuencia e incluso los conflictos violentos. Desaprovecha el talento y el potencial de las personas y debilita los cimientos de la sociedad", añade el informe.
Oxfam cree que si se hace frente a la "extrema concentración de riqueza y poder en manos de las élites", será posible mejorar la vida de la mayoría de la población mundial.
CONTRA EL MITO DEL SUEÑO AMERICANO
El informe critica los mitos que se han creado a lo largo de la historia sobre la desigualdad, como que luchar contra ella perjudica el crecimiento. "Sin embargo, varios datos recientes demuestran de forma contundente que las desigualdades extremas son perjudiciales para el crecimiento. Recientemente, economistas del FMI han documentado que la desigualdad económica ha contribuido a provocar la crisis financiera mundial. Resulta obvio que el argumento del 'crecimiento' como justificación para no enfrentarse a la desigualdad económica ya no se sostiene", indica el documento.
También carga contra el mito del sueño americano asegurando que se trata de una idea "profundamente arraigada en el imaginario popular" que "se ve reforzada por decenas de películas de Hollywood, cuyas historias de ascenso social siguen alimentando el mito". Ante esto, la respuesta de Oxfam es contundente: "si naces pobre en un país con una desigualdad elevada, probablemente morirás pobre, y tus hijos y tus nietos también serán pobres".
"FUNDAMENTALISMO DE MERCADO Y SECUESTRO DEMOCRÁTICO"
Según Oxfam, las causas de la desigualdad son principalmente dos: "el fundamentalismo de mercado y el secuestro democrático por parte de las élites". "La influencia y los intereses de las élites políticas y económicas han reforzado la desigualdad. El dinero compra el poder político, que los más ricos y poderosos utilizan para afianzar aún más sus injustos privilegios", apunta el informe.
La organización considera que esta situación permite "desequilibradas políticas fiscales" y "laxos sistemas normativos" que "privan a los países de ingresos fundamentales para financiar los servicios público" y favorecen "prácticas corruptas". "Tanto en los países pobres como en los ricos, las élites utilizan su mayor influencia política tanto para ganarse el favor de los Gobiernos, como para oponerse a la introducción de políticas que puedan fortalecer los derechos de la mayoría", añade Oxfam, que apunta a un asunto muy de actualidad en España: "muchas de las personas más ricas amasaron sus fortunas gracias a las concesiones gubernamentales exclusivas y la privatización inherentes al fundamentalismo de mercado".
Por ello, Oxfam considera que los Gobiernos deben rechazar este "fundamentalismo de mercado" como primer paso para reducir la desigualdad, "oponiéndose a los intereses particulares de las élites poderosas, cambiando las leyes y sistemas que han provocado la actual expansión de desigualdad y adoptando medidas para equilibrar la situación a través de la introducción de políticas que redistribuyan el dinero y el poder".
14 DATOS SOBRE LA DESIGUALDAD MUNDIAL
- En el último año, las 85 personas más ricas del mundo han logrado beneficios de casi medio millón de dólares por minuto. Es un incremento del 14%.
- Desde el inicio de la crisis hay el doble de milmillonarios en el mundo: de 793 a 1645 entre 2008 y 2014.
- Siete de cada diez personas viven en países en los que la diferencia entre ricos y pobres es mayor que hace 30 años.
- Si cualquiera de las tres personas más ricas del mundo gastase un millón de dólares al día, tardaría 200 años en acabar con su riqueza. Bill Gates tardaría 218 años y Amancio Ortega, 172 años.
- Si los milmillonarios del mundo aportasen tan sólo un 1,5% de su riqueza, se podría recaudar suficiente dinero para asegurar que todos los niños de los países más pobres vayan a la escuela y que haya asistencia sanitaria en los 49 países más pobres del mundo.
- En África subsahariana hay 16 milmillonarios conviviendo con 358 millones de personas que viven en extrema pobreza.
- Según el FMI, no se logrará erradicar la pobreza en los países africanos hasta el año 2075 si no se reduce la desigualdad de ingresos.
- En España, las 20 personas más ricas poseen tanto como el 30% más pobre (14 millones de personas).
- El 1% de los más ricos de España poseen tanto como el 70% de los españoles (menos de medio millón de personas frente a 32,5 millones de ciudadanos).
- Tres españoles acumulan una riqueza que es más del doble que la del 20% más pobre de los ciudadanos (más de 9 millones de personas).
- En el último año, las 20 personas más ricas de España incrementaron su fortuna en 15.450 millones de dólares (más de 1,7 millones por hora), acumulando una riqueza de 115.400 millones de dólares.
- De 2013 a 2014, sólo en Latinoamérica y el Caribe el número de personas que acumulan más de mil millones de dólares creció un 38%.
- Los ricos latinoamericanos acumulan cerca de dos billones de dólares en paraísos fiscales.
- El 7% más rico de la población del planeta (500 millones de personas) es responsable del 50% de las emisiones globales de CO2. Mientras, el 50% más pobre sólo emite el 7% de las emisiones mundiales.
La creciente desigualdad en la distribución de la renta se ha evidenciado con la crisis económica. La elevada tasa de paro tira hacia abajo de los salarios, mientras que el excedente brutos de explotación ha seguido comiéndose parte de la tarta. Varios son los factores que están provocando este incremento en la desigualdad, que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres más pobres.
Tal y como explica el Catedrático de Economía aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona en La Vanguardia, Josep Oliver Alonso, "los factores de fondo, que venían operando desde los ochenta, y que van a continuar haciéndolo las próximas décadas, se resumen en el impacto de la globalización y del cambio técnico".
Este proceso comenzó a destacar con fuerza a partir del año 2000. Cerca de 1.300 millones e trabajadores de países en vías de desarrollo o subdesarrollados se han incorporado al mercado mundial, esta mano de obra barata ha chocado la mano de obra más cara de los países avanzados. Muchas empresas han deslocalizado su producción, llevando fábricas y otros medios de producción a los países con una mano de obra más barata y menor regulación laboral.
Oliver Alonso explica otro factor que ha contribuido al crecimiento de la desigualdad en la distribución de la renta: "La incorporación de nuevas tecnologías está desplazando al capital humano a un ritmo que la ampliación del mercado no permite absorber". De este modo, las empresas están recibiendo los beneficios fruto de la inversión en capital realizada y los incrementos de la productividad a los que ha conllevado.
Además, las nuevas tecnologías están desplazando e incluso sustituyendo a los trabajadores menos cualificados y con salarios más bajos, profundizando así en la desigualdad, los que ya eran más pobre ahora lo son más.
Otro factor relevante proviene de la reducción de los servicios públicos, unos servicios que son financiados en parte por las rentas más altas, gracias a los sistemas impositivos progresivos dominantes en occidente, es decir, los que más ganan pagan más para mantener estos servicios.
Por último, las desigualdades están creciendo por los efectos de la crisis económica, que está sirviendo de amplificador de los anteriores factores comentados.
Por lo tanto, "nuestros hijos son más pobres y con expectativas futuras de aumento de la renta peores que nosotros a su edad", concluye Oliver Alonso.
Cuando muchos de nosotros tenemos un poco de dinero para invertir, lo más probable es que compremos participaciones de un fondo de inversión o acciones, si es que antes no nos lo gastamos en el aparato tecnológico de moda.
Los ricos de verdad no hacen eso.
Ellos suelen invertir su dinero en propiedades, obras de arte, negocios y otras inversiones con las que el resto de nosotros sólo podemos soñar.
La manera en la que este peculiar grupo utiliza su dinero lo diferencia del resto de los mortales, y hace que su balance de cuentas sea siempre positivo.
Tomemos como ejemplo a Joshua Coleman, de 27 años. Cuando su familia vendió su compañía de telecomunicaciones con sede en Chicago por US$400 millones en el año 2004, nadie de la familia salió corriendo a comprar algo extravagante.
En cambio, buscaron asesoramiento sobre cómo conservar su nueva riqueza e incluso ayudarla a crecer. Y esa búsqueda en sí le dio la idea a Coleman para su próximo negocio: en 2011 lanzó Momentum Advanced Planning, una empresa que conecta a las personas con expertos en impuestos, asuntos legales y riqueza.
Si algún día el negocio se vende, él podrá ver un gran retorno de inversión, así como pasó con el primer negocio familiar.
Si usted piensa que empezar un negocio es una manera extraña de invertir su dinero, entonces probablemente no se encuentre entre los ultrarricos.
Las personas que tienen al menos US$30 millones en activos -conocidos como "individuos con patrimonio neto ultra alto"- invierten en acciones y bonos, pero también multiplican su dinero comprando empresas e invirtiendo en valores inusuales, como el arrendamiento financiero o contrato de leasing de una aerolínea.
"Se llama riesgo alfa", dice Coleman. "Este tipo de inversiones puede tener muchos aspectos positivos".
Pero también desventajas: estas inversiones presentan mayores riesgos que las más tradicionales, por lo que hay una mayor probabilidad de perder mucho dinero. Además, son mucho menos líquidas que las acciones y podría llevar meses o incluso años hasta poder ver el dinero de una inversión.
Sin embargo, incluso si usted no tiene millones para invertir, puede aprender bastante acerca de cómo los ricos obtienen altos retornos de inversión y aplicarlo en su propia cartera.
A continuación, en qué invierten los ricos para seguirlo siendo y cómo seguir su ejemplo.
Los ricos tienen acceso a una franja de inversiones que la mayoría de la gente ni siquiera sabe que existen.
Uno de ellos son los fondos de inversión de capital fijo, una inversión a largo plazo donde el dinero queda atado por al menos cinco años, ofrecen a los adinerados altos retornos de inversión y rédito.
Otro ejemplo son inversiones en actividades como el arrendamiento de aeronaves, un área floreciente, señala Ian Marsh, CEO de gestión de activos de Fleming Family and Partners de Londres, una firma de gestión de riquezas que fue creada inicialmente para conservar la fortuna de Ian Fleming, el creador de James Bond.
Sus clientes trabajan con una compañía llamada Doric, que usa el dinero de los inversionistas para comprar aeronaves las cuales son arrendadas a las grandes aerolíneas.
Los inversionistas retirarán el dinero del fondo cuando se vendan los aviones pero, mientras tanto, pueden recibir un 9% de rentabilidad anual, por el arrendamiento de los aviones. Compare eso con la rentabilidad promedio, que es de aproximadamente el 3%, según el S&P 500 de Standard and Poor’s, el principal índice bursátil de Estados Unidos.
Algunos fondos de capital fijo requieren cientos de miles de dólares para entrar, pero los fondos de arrendamiento de aerolíneas de Doric tienen una cuota de entrada más accesible, dice Marsh. Su serie de fondos SKY CLOUDS, que compra aeronaves Airbus A380-800 y las arrienda a Emirates Airlines, requiere una inversión mínima de US$14.000 y una cuota única del 5% de la inversión inicial.
Otra opción, por la que están optando varios inversionistas con patrimonio neto ultra alto de Reino Unido y otras partes del mundo, es comprar tierras de cultivo.
A medida que la población mundial crezca, la demanda de alimentos aumentará y quienes tengan tierras agrícolas de alta calidad podrán obtener buenos retornos de inversión, apunta Marsh. La tierra cultivable es un recurso finito, así que cuanto más difícil de conseguir, mejor será el retorno.
Según Marsh, las buenas tierras pueden dejar un rendimiento del 4% anual para el inversionista, y además se valorizan con el tiempo.
Son pocos los inversionistas comunes que pueden afrontar los costos de invertir en fondos de aeronaves o comprar una parcela de tierra fértil, pero hay otros fondos de capital fijo más accesibles que ofrecen una alternativa para invertir en infraestructura a nivel mundial.
Hay empresas que cotizan públicamente y sus acciones se pueden comprar en el mercado de valores. Por ejemplo, Glandstone Land es una compañía que cotiza en Estados Unidos que compra tierras de cultivo.
Comprar otras empresas es algo natural para las personas adineradas, muchas de las cuales han hecho su dinero como dueños de compañías.
Coleman invierte en varias compañías diferentes, sobre todo en las áreas de servicios profesionales y tecnología. Tiene participaciones en tantas operaciones que no podría dar un número exacto.
"Son muchísimas", le confiesa a la BBC.
Por lo general, él invierte con un grupo de inversionistas y una firma de capital privado, y gasta más de US$1 millón para adquirir parte de la operación.
Es divertido ver cómo las empresas pasan de no tener nada a tener algo y muchos inversionistas tienen la experiencia y los contactos necesarios para poder empezar un negocio desde cero, dice David Rose, un emprendedor ultrarrico radicado en Nueva York, autor de "Angel Investing: The Gust Guide to Making Money and Having Fun in Startups".
"Imaginate haber podido invertir en Google cuando todavía estaban en su casa rodante", exclama. "Uno habría podido reunirse con los fundadores semanalmente, haber sabido qué estaba sucediendo y haber visto crecer al negocio. ¡Puede ser muy divertido!".
También puede ser lucrativo. A pesar de que los inversionistas arriesgan su dinero (el 50% de las startups quiebran), un inversionista adinerado puede multiplicar entre 20 y 50 veces su inversión inicial con una o dos compañías exitosas.
Por lo general Rose apuesta entre US$50.000 y US$100.000 en una sola compañía y, según le dijo a la BBC, ha hecho millones con algunas de sus inversiones.
Por el momento, es difícil para el inversionista promedio invertir directamente en un negocio, dice Rose.
Sin embargo, una nueva ley de Estados Unidos, sancionada en 2012, le permitirá a cualquier persona invertir en startups. Falta ver cómo va a resultar.
Las inversiones "pasionales", como el arte, los autos, los relojes, el vino e incluso los instrumentos musicales, atraen mucho a los ricos, anota Guy Hudson, director ejecutivo y jefe de desarrollo de negocios en Stonehage Investment Partners de Londres, una compañía global de gestión de patrimonios.
Compran estos activos para que se valoricen, pero también para mirarlos o usarlos.
"Este tipo de inversiones siempre surgen de la pasión del inversionista por ese objeto en particular", le dice Hudson a la BBC.
Quienes hacen esta clase de compras acertadamente, para lo cual es clave encontrar algo exótico, pueden obtener retornos de inversión significativos. Según lo investigado por la compañía, el valor de "las inversiones pasionales" creció cerca de un 15% en 2013.
Hay varias alternativas para los inversionistas comunes que quieran hacer "inversiones pasionales", asegura Hudson.
Un fondo de vino vendido por The Wine Investment Fund requiere una inversión mínima de US$14.000, por ejemplo, y hay otros fondos que se enfocan en las artes y los autos.Tome nota: algunos requieren que el inversionista esté acreditado, por lo que aunque la cuota inicial sea baja, puede que usted no esté habilitado para comprar el fondo.
También se pueden comprar obras de arte a precios accesibles en un remate. "Los nuevos artistas venden sus obras a precios razonables", apunta.
Muchas personas con patrimonio neto ultra alto prefieren estacionar su dinero, que a menudo ronda las siete u ocho cifras, en propiedades, dice Paul Patterson, vicepresidente de RBC Wealth Management de Toronto.
Algunos juntan su dinero con otros para comprar propiedades comerciales; otros prefieren costosos apartamentos en Londres, Nueva York y otros lugares del mundo.
Muchos esperan vender las propiedades a cambio de un beneficio generoso, pero, mientras tanto, pueden utilizar esas moradas cuando viajan.
"Por lo general compran dos o tres residencias en distintas partes del mundo", le explica a la BBC. "Tienen un gran valor a largo plazo, especialmente en los mercados principales".
Mientras que una persona promedio probablemente no esté en condiciones de comprar un apartamento en un área elegante de Nueva York, posiblemente pueda comprar una vivienda en su vecindario, que luego podrá alquilar o vender cuando se valorice.
También hay muchas empresas públicas que compran bienes raíces comerciales y residenciales, llamadas Fondos de Inversión de Bienes Raíces, que cualquier inversionista del mercado de valores puede comprar. Si bien son sensibles a los altibajos del mercado, las acciones generalmente suben de precio cuando los alquileres y los valores de las propiedades aumentan.