Por Ignacio Ortelli.
"¿Qué va a pasar con la reestructuración de la deuda? ¿Qué van a hacer después de enero con los buitres? ¿Van a hacer algo o no van a hacer nada? ¿Cómo se va a solucionar el problema?".
Con sus preguntas, la senadora radical Laura Montero logró irritar a Jorge Capitanich en el último informe que el jefe de Gabinete brindó en el Senado, hace unas semanas.
Algo nervioso, el funcionario comparó la "posición" de la legisladora cobista con "lo que afirman los buitres". Y, por supuesto, decidió no revelar la estrategia que trazó el Gobierno y pudo confirmar Clarín: que enviará al Congreso un proyecto para hacer cambios en las leyes Cerrojo y de Pago Soberano para intentar acordar con los holdouts una vez que venza la vigencia de la cláusula RUFO, a fin de año.
Fuentes oficiales contaron a este diario que la idea es avanzar con la iniciativa durante el período extraordinario y que, por ese motivo, autoridades parlamentarias ya fueron avisadas para que se aseguren de contar con la presencia de los legisladores que garanticen el tratamiento del proyecto.
Esto no ocurriría durante diciembre -mes en el que ya es casi un hecho que Cristina convocará a extraordinarias pero por otros temas (Código Procesal y Ley de Telecomunicaciones)- dado el recelo que hay en el Gobierno por no dar una señal concreta de que se modificarán las reglas de juego aprobadas meses atrás con la sanción de la Ley de Pago Soberano.
Pero la urgencia por concretar un acuerdo con los holdouts y despejar el escenario económico llevarían al Gobierno a acelerar los plazos. Un funcionario explicó que "puede ser hasta en enero", algo inusual y que ni siquiera se dio en 2010, cuando en pleno receso Cristina le exigió la renuncia al Banco Central a Martín Redrado, quien se negaba a dejar su cargo. "Ya saben que no se pueden ir muy lejos. Van a tener que tomarse vacaciones en la Costa o esperar que se aclare todo un poco", bromeó la misma voz.
¿Qué necesita cambiar el Gobierno? Actualmente, las leyes Cerrojo y de Pago Soberano refrendan la cláusula RUFO ya que impiden al Gobierno ofrecer mejores condiciones que a los bonistas que ingresaron en la reestructuración de la de deuda en 2005 y 2010.
También, aseguran, habría que readecuar la de Pago Soberano ya que, aunque hasta ahora no fue utilizada por el Gobierno para remover al Bank of New York, desestima el cumplimiento del fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa.
La decisión del Gobierno de acordar con los buitre ya había sido puesta en evidencia días atrás por el periodista Marcelo Bonelli, quien publicó en este diario que el flamante titular del Banco Central Alejandro Vanoli confesó frente a bancos de inversión del exterior que la Casa Rosada va a cumplir con el fallo de Griesa pero que "se buscará una solución elegante" para no contradecir al relato K.En rigor, el Gobierno no realiza negociaciones formales con los buitre.
Pero nuevamente intenta destrabar el conflicto a través de empresarios cercanos (Eduardo Eurnekian volvería a estar al frente de la misión), maniobra que ya fracasó en julio pasado, previo al default. Y que concluyó también con una fuerte arremetida del ministro Axel Kicillof al titular del Banco Macro Jorge Brito, a quien tildó de "banquero oportunista" porque "quería pagarle a los buitres con los depósitos de la gente".
Con la mira puesta en enero, el operativo está otra vez en marcha. Así lo aseguró, según pudo reconstruir Clarín, el propio Kicillof hace unos días en una reunión secreta en la Quinta de Olivos, que tuvo como anfitrión al hijo de la Presidenta Máximo Kirchner y en la que participaron el líder de La Cámpora Andrés "Cuervo" Larroque y cuatro importantes e incondicionales intendentes del Conurbano.