El 90% de los servicios económicos del presupuesto se destinarán a servicios de energía, combustibles y minería y transporte, mientras que el 10% restante se distribuirá entre comunicaciones; ecología y medio ambiente (0,3%); agricultura; industria; comercio, turismo y otros servicios y seguros y finanzas.
Para el año 2015, en cuanto a energías renovables sólo se mencionan en el Presupuesto programas de eficiencia energética y el ya conocido PERMER, totalizando $ 237 millones, junto con el Fondo para la Energía Eólica por $ 3,7 millones (que representa un 1,5% de los fondos compatibles con el cambio climático). Por su parte, la partida presupuestaria vinculada a la formulación y ejecución de la política de energía eléctrica alcanza un total de $ 78.735 millones.
Para los bosques nativos el monto asignado asciende a $ 248 millones, el cual es el 5% de lo que le corresponde de acuerdo a lo establecido en la Ley N° 26.331 de protección de Bosques Nativos, situación que se viene repitiendo desde la sanción de la norma, hace 6 años.
Respecto a la Cuenca Matanza Riachuelo, mencionada como uno de los principales hitos en la función de Ecología y Medio Ambiente, el monto asignado es un 14% mayor al 2014, el cual resulta acorde para cubrir el 15,6% de inflación anual estimada en el proyecto de presupuesto (cubierto en un 80% con fondos internacionales).
En lo que hace a la Protección de Glaciares, el presupuesto 2015 no contiene ninguna partida destinada a solventar la realización del inventario de Glaciares, que resulta fundamental para el cumplimiento de los dispuesto por la Ley N° 26.639, situación que se repite desde el momento de su sanción en el año 2010.
En síntesis, el análisis del presupuesto fiscal recientemente aprobado por el Congreso Nacional para el año 2015 nos demuestra que en materia ambiental, una vez más, se promueven políticas de corto plazo y con un alto impacto ambiental, en detrimento de una estrategia de sustentabilidad que permita un desarrollo equilibrado y sustentable.