Las labores de rescate de los 18 mineros que quedaron atrapados el martes en una mina de carbón Turquía han proseguido toda la noche, pero hay pocas esperanzas de encontrar con vida a los trabajadores, informa la cadena turca NTV.
Los equipos de emergencia instalaron de madrugada tres bombas para evacuar del pozo las 11.000 toneladas de agua que han inundado la parte inferior de la mina tras producirse el martes un derrumbe, indicó Efe.
El nivel del agua en la mina alcanza 47 metros y tras horas de trabajo sólo había bajado uno, informa la citada cadena.
"El tiempo va en nuestra contra. Tenemos que encontrar maneras de evacuar el agua más rápido", admitió anoche el ministro de Energía, Tanar Yildiz, en declaraciones al diario "Hürriyet".
Desde Estambul se ha enviado una bomba de mayor capacidad para acelerar el trabajo en la mina, que se halla en la provincia de Karaman, en Anatolia central.
El pozo tiene una profundidad de 375 metros y los 18 mineros accidentados se hallan prácticamente al fondo, por lo que sólo es posible llegar a ellos tras achicar todo el agua.
Aunque la situación parece ofrecer escasas esperanzas para hallarlos con vida, un responsable de la mina, Sahin Uyar, explicó a NTV que es posible que los mineros, provistos con máscaras de oxígeno para dos horas, se haya podido refugiar en una galería lateral fuera del alcance del agua.
Un minero declaró a la agencia Anadolu que esta es la tercera inundación que se produce en la mina.
El ministro de Trabajo, Faruk elik, ha reconocido que en una inspección el pasado junio se detectaron ocho fallos en la instalación, aunque ninguno de importancia tal que justificara su cierre.
Es el segundo accidente de gran escala en la minería de carbón turca este año, después de que en mayo murieran 301 trabajadores en un incendio en un pozo de Soma, en el oeste del país.
El retraso en la llegada de un camión equipado con una bomba para achicar agua está demorando hoy las tareas de rescate de los 18 mineros atrapados desde hace más de 24 horas en un pozo en el centro de Turquía que quedó inundado por toneladas de agua.
Uno de los dos camiones enviados desde Estambul, a 600 kilómetros del lugar del siniestro, volcó mientras se dirigía a la mina, informó hoy el diario "Hürriyet".
El otro, con capacidad de bombear 8.500 litros de agua por minuto, llegó poco después a la mina para apoyar a las dos bombas a motor que desde la pasada madrugada intentan infructuosamente sacar el agua.
Un derrumbe ocurrido sobre las 10.15 GMT del martes abrió una vía de agua que inundó la galería, de unos 375 metros de profundidad.
La inundación alcanzó una altura de 50 metros, que ha bajado al 40 gracias al achique, señala la emisora NTV.
Varios buzos han entrado en la mina pero tuvieron que abandonar los intentos de rescate porque la visibilidad en el agua es de menos de un metro, señaló el ministro de Energía, Taner Yildiz.
Su colega de Transportes, Lütfi Elvan, añadió que, más que de agua, se trataba de un espeso líquido fangoso que obstruye las bombas.
Los aparatos "trabajan rápido y pueden quemarse o explotar", advirtió el ministro.
Las probabilidades de encontrar a los mineros con vida son escasas, aunque existe la posibilidad de que se hayan podido refugiar en una galería lateral que ha quedado por encima de la inundación.
Un minero declaró a la agencia Anadolu que esta es la tercera inundación que se produce en la mina.
El ministro de Trabajo, Faruk Çelik, ha reconocido que en una inspección el pasado junio se detectaron ocho fallos en la instalación, aunque ninguno de importancia tal que justificara su cierre.
Es el segundo accidente de gran escala en la minería de carbón turca este año, después de que en mayo murieran 301 trabajadores en un incendio en un pozo de Soma, en el oeste del país.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, y el presidente, Recep Tayyip Erdogan, han anunciado que acudirán hoy mismo a la zona del desastre.
Erdogan ha anulado la recepción oficial que iba a celebrarse hoy con motivo del Día de la República, la fiesta nacional de Turquía.