Por Pablo Fernández Blanco.
La temperatura de 35° durante varias horas seguidas en cualquier día del año parece ser suficiente para empujar el sistema eléctrico argentino hacia el abismo. Así lo muestra el parte de operaciones diario que difundió anteayer por la noche Cammesa, la compañía administradora del sistema: aunque el verano está todavía lejos, la Argentina importó de urgencia 580 megavatios desde Uruguay (equivale a poco más de 2% de la oferta total del país) para atender la fuerte demanda que provocó el encendido masivo de acondicionadores de aire. Y debió reducir las reservas con las que habitualmente trabaja el sistema a límites por debajo de lo recomendable según quienes manejan la operación cotidiana del sistema.
La ola de calor, el principal argumento que utiliza el Gobierno para explicar las dificultades eléctricas, dejó en evidencia una debilidad estructural del sistema. El jefe de una de las principales generadoras del país, que pidió mantener en reserva su nombre, explicó a LA NACION que tanto él como muchos de sus colegas aprovechan la temperatura amena de la primavera para reparar las centrales de generación eléctrica. En los papeles, es una decisión bien razonada: octubre está equidistante en el calendario de las bajas temperaturas del invierno y del calor estival más fuerte. Pero en la Argentina en la que la energía pende de un hilo, el calor anticipado los dejó en posición adelantada.
Las compras de luz a Uruguay son una práctica cada vez más frecuente. En algunas ocasiones se llega a pagar a razón de 300 dólares el MW/hora, según informó en agosto el director nacional de Energía, Ramón Méndez. En otras oportunidades, sin embargo, toma los excedentes, mucho más baratos. Eso es lo que viene ocurriendo en los últimos días.
La ayuda uruguaya tranquilizó el nerviosismo que despertó la rotura de una línea de alta tensión. Poco después de las 14.30, un problema en las instalaciones de la distribuidora cordobesa EPEC dejó sin luz a 40 barrios de la capital provincial.
MAL NEGOCIO
El Gobierno está completamente al tanto de la precariedad del sistema. Anteayer, justo en el momento en que el aumento de la temperatura comenzaba a preocupar cada vez más al Gobierno, la secretaria de Energía, Mariana Matranga, firmó un convenio con representantes de Pampa Energía, una de las principales generadoras eléctricas del país. Matranga terminó un trabajo que había iniciado su antecesor, Daniel Cameron, hace algunos meses: "acordó" con el holding del empresario Marcelo Mindlin ampliar en 115 MW la capacidad instalada de la Central Térmica Loma de la Lata con una inversión de $ 750 millones, que deberá estar terminada para el invierno que viene, un período crítico según la mirada oficial, dada la cercanía con las elecciones presidenciales. A cambio, el Gobierno pagará la cuenta, pero de una manera muy creativa: usará la deuda que mantiene con el grupo energético. En otros términos: los obligará a invertir la plata que les debe.
La deuda del Gobierno con las empresas se generó por la falta de pago de Cammesa. Esa empresa, que está bajo el control de hombres del ministro de Economía, Axel Kicillof, se encarga de comprar la energía y vendérsela a las distribuidoras, como Edenor y Edesur. Pero por la crisis del sector, las distribuidoras hace meses que no pagan con regularidad a Cammesa, que practica el mismo vicio con las generadoras.
El convenio con Pampa Energía es uno más de una lista que integra a los principales grupos generadores del país: Sadesa, Endesa, AES y Petrobras. En las próximas semanas, Energía se dedicará intensamente a cerrar esa clase de acuerdos con las empresas del sector. Según números del sector privado, el Gobierno les debe más de 100 millones de dólares a todos los productores de energía.
El negocio no es atractivo para las empresas, que lo consideran un mal menor. Un ejecutivo que está a punto de darle el sí al Gobierno en el pedido lo expuso ayer en estos términos: "Con esto no perseguimos una ganancia, sino cambiar nuestras acreencias por fierros. Al final del camino, en lugar de un papel voy a tener una central", reflexionó.
Para hacer la oferta un poco más tentadora, el Gobierno sumó un nuevo condimento al acuerdo. En un curioso mecanismo de premios y castigos, les pagará a las empresas por la energía nueva que agreguen al sistema más del doble de lo que cobran a partir de las máquinas instaladas con anterioridad. Por ejemplo, una turbina a gas cobra habitualmente unos 12 dólares por producir energía. Pero bajo el nuevo convenio, denominado Contrato de Abastecimiento 220, cobrarán hasta US$ 30 por MW.
UN OCTUBRE CALIENTE
2%
Es la cantidad de la electricidad que aportó Uruguay anteayer, en el momento crítico de la ola de calor
100
millones de dólares
Es un cálculo conservador de la deuda que el Gobierno tiene con las empresas generadoras de electricidad. Se usarán para hacer obras con el objetivo de llegar mejor al próximo invierno
El jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, dijo ayer que “las fallas del servicio” eléctrico “son imputables” a las concesionarias y advirtió que pueden ser multadas por el Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) por los cortes que afectaron a distintos puntos de Capital y GBA desde el viernes. Pero fuentes del sector confirmaron a Clarín que aún no se cobraron las multas impuestas por los cortes del verano pasado, porque el ENRE no realizó las inspecciones de calidad necesarias para su aplicación.
Edesur debía pagar 17,8 millones de pesos y Edenor, 8 millones. “Fue un fracaso total, ninguna empresa pagó nada”, aseguró Héctor Polino, representante legal de la asociación Consumidores Libres. “En su momento se dijo que el ENRE debía hacer una revisión de calidad. Pero como la de ese semestre aún no se realizó, la multa todavía no se abonó. Está supeditada a esa evaluación”, explicaron desde una de las prestadoras del servicio de energía eléctrica. En la otra concesionaria argumentaron algo similar aunque a la supervisión que debe hacer el ENRE la llaman “procedimiento técnico-administrativo”.
El 3 de enero en una conferencia de prensa y cuando la ola de calor sobre la Ciudad y Buenos Aires comenzaba a aflojar, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, anunció sanciones para las distribuidoras Edenor y Edesur. El funcionario justificó las multas ante lo que denominó “negligencia e incumplimiento gravísimo” por parte de proveedoras de electricidad e insistió con la posibilidad de rescindir los contratos de las distribuidoras para estatizar el servicio de energía eléctrica. “La gradación de las sanciones llegan hasta la rescisión del contrato”, dijo De Vido, quien agregó que en ese momento se recababa la información que permitiría “ir a fondo, con seriedad y sin que nos tiemble el pulso”.Clarín se comunicó ayer con el ENRE donde explicaron que “no sabían si las empresas habían pagado las multas” y sugirieron ponerse en contacto con el Ministerio de Planificación de la Nación. En esa área que maneja De Vido no pudieron –o no quisieron– precisar si Edenor y Edesur pagaron las multas que ese Ministerio les aplicó. Este diario se comunicó en seis oportunidades para confirmar la información y, al cierre de la esta edición, dijeron que no había un vocero para atender la consulta.
Lo que sí están pagando las empresas son los resarcimientos establecidos por el Gobierno para los usuarios afectados con crédito a cuenta en las facturas. A Edesur le corresponde indemnizar a sus clientes por 221 millones de pesos y a Edenor, por 77,5 millones de pesos. En ambas distribuidoras aseguraron que esa sanción impuesta por Planificación se está aplicando y las boletas llegan con el saldo a favor.
Luego de seis días de intenso calor, ayer el clima dio un respiro. Los problemas con la electricidad que afectaron desde el viernes a distintas zonas de Capital y GBA tendían a solucionarse y las redes, según las empresas, operaban con normalidad. “Los cortes que tenemos registrados no superan la cantidad habitual que puede tener la red, por desperfectos o tareas de mantenimiento”, explicaron en Edesur. De todas formas, durante el día muchos usuarios denunciaron cortes de luz en las redes sociales. Anoche quedaban algunas interrupciones puntuales en Caballito, Recoleta, Palermo, Flores, Villa Devoto y San Nicolás, que estaban siendo revisados por las cuadrillas de guardia de las empresas.
El Gobierno busca evitar que se repita lo que sucedió hacia fines del año pasado, cuando la ola de calor hizo colapsar el sistema eléctrico. Las temperaturas fueron extremas y en determinadas zonas de algunos barrios llegaron a pasar hasta 40 días con cortes intermitentes del servicio. Los apagones generaron piquetes en varios puntos de la Ciudad, complicaciones en el tránsito, pérdidas económicas y un éxodo anticipado: quienes pudieron arrancaron sus vacaciones antes. Los que no, tuvieron que mudarse a casa de familiares que sí contaban con el servicio de energía eléctrica.
Eduardo Mirabelli, vocero de Edenor, explicó en declaraciones radiales que durante este año se realizaron más de "800 obras entre Capital y Gran Buenos Aires". "Si las condiciones atmosféricas de las temperaturas se mantienen en niveles razonables, no habrá problemas (con los cortes durante el verano)", aseguró.
"Hay una relación que establecen los técnicos, los problemas no son las máximas sino las mínimas. Cuando se tienen muchos días de temperaturas mínimas muy altas, los cables no llegan a enfriarse durante la noche y ahí es cuando se produce el problema", precisó Mirabelli y aclaró que "todavía la tecnología no ha desarrollado un método de enfriamiento mecánico".
"El promedio de cortes semanal en 2014 es de 124 cortes semanales y en la semana del 20 de octubre hasta ayer fue de 109, tuvimos menos cortes que el promedio del año", indicó.
El vocero de Edenor aseguró: "Esta semana no tuvimos cortes asociados a la ola de calor en la zona de concesión de Edenor. Tuvimos los cortes que tenemos normalmente todo el año, pero algunos fueron reiterados y se produjeron en medio de un incremento de la temperatura"
"Es razonable que el ciudadano de a pie entre en pánico y tenga temor que se produzcan cortes del año pasado por la ola de calor", consideró.
Los problemas se reportan en Palermo, Once, Caballito, Almagro, Boedo, Devoto y Flores. Hay zonas sin electricidad desde ayer. Las concesionarias aseguran que hubo menos interrupciones "que el promedio del año".
Los cortes de luz se iniciaron la semana pasada. Aunque las empresas prestadoras negaron su vinculación con las altas temperaturas, el servicio comenzó a interrumpirse de manera más o menos generalizada cuando el termómetro superó los 30 grados. Hoy cedió el calor, pero los problemas no mermaron. Infobae constató que falta electricidad en los barrios de Palermo, Once, Caballito, Almagro, Boedo y Flores, aunque las denuncias en Twitter se multiplican a medida que pasan las horas. Incluso hay zonas que continúan afectadas desde ayer. No obstante, desde Edesur aclararon a este medio que "todos los casos están siendo atendidos".
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró hoy que "las fallas en el servicio son imputables a las empresas concesionarias" y advirtió que pueden ser multadas por el Ente Regulador (ENRE).
No obstante, aseguró que en la reunión de ayer del ENRE con representantes de Edenor y Edesur "se pudo corroborar que el número total de obras es extremadamente significativo". Lo dijo mientras avanza en la Justicia una causa que investiga si las empresas invirtieron parte de lo que reciben a través de los subsidios.
"Los niveles de inversión son muy significativos, en el monto y en el número de obras", insistió Capitanich.
Por su parte, el vocero de Edenor, Eduardo Mirabelli, aseguró que la última semana no se registraron cortes "asociados a la ola de calor" que golpeó a la Capital Federal y el Gran Buenos Aires."Los problemas no son las máximas sino las mínimas. Cuando se tienen muchos días de temperaturas mínimas muy altas, los cables no llegan a enfriarse durante la noche y ahí es cuando se produce el problema", sostuvo en declaraciones a Radio Nacional Rock.
Pese a los crecientes reportes de interrupciones, Mirabelli afirmó hubo "menos que el promedio del año". Y reconoció que "no habrá problemas si las condiciones atmosféricas de las temperaturas se mantienen en niveles razonables".
Ayer hubo apagones generalizados en al menos nueve barrios de la Ciudad. Incluso varios oyentes de radio sugirieron que el problema es que las concesionarias no contabilizan los cortes cuando son parciales, es decir, de una fase, un fenómeno nuevo que se sintió en varios edificios porteños y que en general sólo deja a los pasillos y ascensores con servicio eléctrico.
Frente a este panorama y mientras los especialistas advierten que "puede ser un verano difícil", las legisladoras porteñas Cristina García De Aurteneche y Graciela Ocaña presentaron un proyecto de declaración para que el gobierno porteño garantice que las empresas brinden el servicio de manera ininterrumpida y, en caso contrario, se las sancione.
Los cortes de luz dieron lugar a un actor nuevo en la sociedad: los grupos electrógenos, cuyos precios se dispararon. En una recorrida informal ayer por la zona de la estación ferroviaria de Chacarita, donde hubo un apagón generalizado el jueves, el viernes y el lunes, Infobae contabilizó al menos 10 equipos en la puerta de distintos locales.
"Nosotros no somos un comercio grande, pero no podemos seguir perdiendo mercadería", explicó a este medio la propietaria de una modesta carnicería sobre la calle Olleros, a metros de la avenida Corrientes y a unas pocas cuadras de las oficinas de Edenor.
Por: Christian Nobile.
Los recurrentes problemas en el suministro de energía que se registraron el último verano motivaron la creación de acanohayluz.com.ar, un sitio destinado a recoger información sobre los cortes, que desde entonces no ha parado de crecer en visitas.
"El funcionamiento es muy simple. Para reportar tu corte, ingresas desde tu tablet, celular o pc a acanohayluz.com.ar, marcás el punto del mapa en el que se cortó la luz e indicás si se cortó en tu cuadra o en manzana", contó Celeste Acosta, una de las creadoras de la página, cuyo diseño y programación es responsabilidad de la agencia Aerolab.
Una vez que el usuario informa su corte, dependiendo de la cantidad de reportes que haya por barrio, el mismo aparecerá sobre el mapa: el color rojo es para denunciar apagones; naranja, cortes aislados; amarillo, algunos cortes, y verde significa que hay luz.
"El año pasado recbimos más de 85.000 reportes. Durante los últimos días tuvimos más de 1500", señaló esta especialista en Comunicación digital al recordar lo sucedido en diciembre.
"Acá no hay luz" funciona para usuarios de Capital Federal, Conurbano, La Plata, Mendoza, Rosario, Mar del Plata y Cordoba.