El reciente desplome en el precio del petróleo, próximo al 25%, ha llevado a los analistas de Natixis a revisar a la baja sus valoraciones sobr el conjunto del sector petrolero europeo.
Los recortes de la firma francesa incluyen a Repsol. Recortan su precio objetivo desde los 22,5 hasta los 21,5 euros por acción, lo que supone una revalorización del 10% respecto al cierre de ayer.
Este potencial de revalorización de dobles dígitos propicia que la recomendación de Natixis sobre Repsol se sitúe en 'comprar'.
La semana pasada, en medio del desplome del precio del crudo, las acciones de Repsol llegaron a desinflarse por debajo de los 17 euros. Poco más de un mes antes, a comienzos de septiembre, los títulos de la petrolera superaron los 19 euros.
En lo que va de año, las acciones de Repsol presentan un leve balance positivo, del 2%, prácticamente en línea con el 3% de revalorización que registra el Ibex desde enero.
El consejo de adminstración de Repsol YPF acordó el 27 de octubre de 2004 el nombramiento de Antonio Brufau como nuevo presidente ejecutivo de la compañía «hispano-argentina». Sustituyó en el cargo a Alfonso Cortina, que había sido respaldado por el anterior Gobierno de Aznar. Por eso, la designación de Brufau fue plenamente apoyada por el nuevo Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.
Antonio Brufau (Mollerusa, 1948) ocupaba un puesto en el consejo de la petrolera desde hacía ocho años, casi los mismos que presidió Gas Natural, participada por Repsol. Antes de entrar en el sector energético, Brufau desarrolló gran parte de su vida laboral en La Caixa, accionista de referencia precisamente de Repsol y de Gas Natural.
Cuando Brufau accedió a la presidencia de Repsol YPF hace hoy diez años el barril de petróleo Brent costaba 51 dólares, frente a los 86 que vale ahora. El precio hace diez años de la gasolina sin plomo de 95 octanos era de 0,93 euros y el del gasóleo 0,88 euros. Estos carburantes están hoy en 1,37 y en 1,27 euros, respectivamente. Y la acción de Repsol cotizaba en Bolsa en 17,38 euros, con una capitalización de 23.392 millones. Actualmente, el valor de la acción es casi el mismo (17,41 euros), igual que su capitalización (23.515 millones de euros).
La trayectoria de Brufau no ha sido fácil. En dos ocasiones han querido moverle de la presidencia: una, hace cinco años, Luis del Rivero, presidente de Sacyr; otra, más reciente, Pemex. Sin embargo, el momento más duro lo vivió en abril de 2012, cuando el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner expropió YPF, la filial argentina de la petrolera española. Esta «apropiación» no amedrentó a Brufau y finalmente, dos años después, consiguió cobrar una indemnización de más de 5.000 millones de dólares.
Tras perder YPF, Repsol ha iniciado una nueva etapa con el objetivo de ganar músculo. Para ello dispone de más de 10.000 millones de euros para adquirir activos o una empresa del sector en países de la OCDE «con seguridad jurídica». Y en España, confirmar la existencia de petróleo en Canarias. Para esta nueva etapa ha recuperado el cargo de consejero delegado, en la persona de Josu Jon Imaz, figura que Brufau suprimió cuando accedió a la presidencia.
Los principales hitos de Repsol en estos últimos diez años han sido: el descubrimiento de varios de los mayores yacimientos de petróleo y gas del mundo en Trinidad y Tobago, Brasil, Libia y el golfo de México, entre otros; construyó la primera planta de licuefacción de gas en Sudamérica (Perú) y también la primera en 30 años en la costa este de Norteamérica (Canadá); acuerdo con la china Sinopec para desarrollar la exploración y producción en Brasil; la venta de sus activos de gas a Shell por 6.500 millones de dólares (2013); la ampliación de sus refinerías de Bilbao y Cartagena (solo en esta última se invirtieron 3.150 millones de euros, la mayor inversión industrial realizada en España); la nueva sede de la compañía y el patrocinio deportivo (especialmente en el campeonato del mundo de motos).